Si observamos la piel en un microscopio, podremos notar que está constituida por múltiples células, vasos sanguíneos, capilares linfáticos y terminaciones nerviosas, dispuestos de manera tal que forman 3 capas principalmente: la Epidermis, la Dermis e Hipodermis.
La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, que actúa como barrera protectora y aísla cada uno de los sistemas el organismo, pero al mismo tiempo lo mantiene en constante comunicación con el medio externo.
También consta de una serie de elementos anexos que dependen directamente de la piel y nos referimos a las uñas, los cabellos, las glándulas sebáceas y sudoríparas.
Epidermis
Es la capa más externa de la piel que es expone directamente al exterior constituida por queratinocitos, melanocitos (células encargadas de darnos nuestra coloración característica), además de otras células como las células de Langerhans, células de Merkel e inflamatorias.
El grosor de la epidermis varía según el área del cuerpo, de manera que en los párpados es muy delgada mientras que en las manos y palmas resulta tener un mayor espesor de aproximadamente 1,5 milímetros, en donde además se pliega sobre sí misma y forma las crestas epidérmicas.
Una característica de la epidermis es que no tiene vasos sanguíneos, y su irrigación proviene de la dermis a través de un proceso llamado Difusión que le permite a abarcar cada una de sus capas, formadas a partir de la disposición celular (epitelio plano estratificado).
Las capas que a su vez constituyen a la epidermis son:
- Capa Córnea.
- Capa traslúcida.
- Capa granular.
- Capa espinosa.
- Capa basal o germinal.
- Capa de Malpighi (utilizada para referirse a la espinosa o basal).
La función de la epidermis consiste en protegernos del sol, rayos ultravioleta, así como evitar el crecimiento de hongos, bacterias y virus en nuestro cuerpo al funcionar como una barrera protectora.
A pesar de las campañas de salud tan extensas y repetitivas que se han venido haciendo durante años, aún no existe un suficiente grado de concientización de parte de la población en general, para incrementar los cuidados sobre la piel.
De allí que el cáncer de piel sigue siendo una patología cada vez más frecuente en nuestra actualidad que si bien no causa mayores consecuencias como otros tipos de cáncer, no debería incrementar su incidencia en la forma en la que lo ha venido haciendo los últimos años.
Dermis
Es la capa de la piel que se continúa en profundidad con la epidermis, específicamente con la cara interna de su membrana basal.
A diferencia de la epidermis, la dermis tiene un grosor mucho mayor, de hasta 25 a 30 veces más, y su composición es más compleja que la epidermis, pues está dotada de vasos sanguíneos que le aportan sangre a ambas capas.
Se compone de 2 capas fundamentalmente:
1. Dermis Superior o Papilar
Es la porción más superior de la dermis y se compone fundamentalmente de tejido conectivo como el colágeno y la elastina. Se encuentra en contacto directo con la epidermis.
2. Dermis Profunda o Reticular
Es la parte más interna de la dermis que lleva consigo los anexos, terminaciones nerviosas y estructuras vasculares de la piel como lo son:
- Folículos pilosos con sus respectivos músculos lisos que le permiten su erección.
- Glándulas sebáceas.
- Glándulas sudoríparas.
A pesar de encontrarse en continuidad con la epidermis, y de no mantener un contacto directo con el exterior, la dermis también cumple funciones de protección al ser la segunda línea de defensa de los traumatismos.
Entre otras funciones que se llevan a cabo en esta capa de la piel tenemos:
- Regulación de la temperatura corporal mediante la vasodilatación y vasoconstricción de sus vasos sanguíneos frente a los cambios climáticos.
- Sostén y soporte a la dermis debido a su alto contenido de colágeno, el cual junto con la elastina le dan elasticidad a la piel.
- A través de la producción del sudor se evita la colonización por microorganismos.
- Mediante las glándulas sebáceas se producen sustancias ricas en lípidos que tienen efectos protectores sobre la piel.
- Otorga sensibilidad a la piel pues el órgano que posee las terminaciones nerviosas para el tacto, la presión y la temperatura.
Hipodermis
Es la porción más interna de la piel, también denominada tejido subcutáneo que se compone de células como los fibroblastos, adipocitos y macrófagos, por lo que está especializada en el almacenamiento de grasa fundamentalmente.
En esta capa también es posible localizar fibras de elastina y colágeno provenientes de la dermis, solo que su orientación y disposición es distinta.
Dependiendo de la ubicación de la piel su tejido celular subcutáneo varía en composición, esa es la razón por la que por ejemplo debajo de la piel en el abdomen el grosor de esta capa de la piel es mayor en relación a los párpados.
En ella discurren los vasos linfáticos encargados entre otras funciones, del metabolismo de los lípidos.
Se compone a su vez de 2 capas:
1. Capa Areolar
Compuesta por adipocitos principalmente, y está en contacto directo con la dermis.
2. Capa Lamelar
Es la capa más profunda compuesta por células fusiformes.
Dentro de las funciones que se cumplen a éste nivel de la piel se encuentran:
- Estabilidad y soporte a la piel por la continuidad de la elastina y el colágeno.
- Control y regulación de la temperatura corporal a través de los adipocitos.
- Favorecer la circulación linfática.
Algunas Recomendaciones Para El Cuidado De La Piel
Es importante que hagamos consciencia en relación a la importancia que nuestra piel tiene, y que al igual que el corazón, cerebro, riñones y estómago, debemos cuidarla, protegerla y entender que es un órgano tan importante como cualquier otro.
- Una de las principales acciones que debemos hacer cotidianamente, es nutrir la piel, y con ello no solo nos referimos a aplicar cremas hidratantes y bloqueadores solares, que claramente debemos hacer, sino también hablamos de tomar agua por lo menos 8 veces al día.
- La mejor hidratación que nuestra piel puede tener es a través el consumo de agua de forma regular, pues como hemos visto existen múltiples células en nuestra piel que requieren para su funcionamiento óptimo la molécula de agua.
- Es fundamental cuidarnos del sol, por lo que debemos evitar exponernos durante largas horas especialmente en aquellos momentos del día en los que los rayos solares inciden perpendicularmente sobre nuestro cuerpo. Otros consejos en relación al cuidado de la piel:
- Mantener una dieta adecuada rica en frutas, vegetales, vitaminas y minerales pues tienen un alto contenido de sustancias que permiten eliminar los radicales libres consumidos cotidianamente con alimentos muy procesados.
- Incluir el consumo de fibras, cereales y frutos secos pues ha demostrado ser un aporte importante de vitaminas del complejo B y colágeno.
- Hidratar nuestra piel con productos dermatológicos acorde a nuestras necesidades individuales.
- Realizar aseo diario de nuestra piel para evitar el acúmulo de toxinas y que ciertos microorganismos invadan nuestra piel.