El cerebro es catalogado con el comando primordial de todas las funciones nerviosas de nuestro organismo y ubicado en el cráneo, donde se encuentra protegido por las meninges y el líquido cefalorraquídeo.
Cuando hablamos de nervios lo primero que se viene a nuestra mente es “miedo” y ”ansiedad” pero en realidad cada órgano del cuerpo está constituido por múltiples nervios que le permiten modular su función.
¿Cómo Funciona Nuestro Cerebro?
Por ejemplo, el músculo consta de una porción nerviosa que le envía información desde el cerebro para moverse.
Si sentimos algo que nos causa dolor en una pierna nuestra respuesta es retirarla inmediatamente para evitar que nos cause una lesión.
Para que eso ocurra es fundamental que los nervios estén indemnes y puedan informar al cerebro que algo nos está causando dolor; entonces éste envía señales para que los músculos se contraigan, otros se relajen y retiren la pierna.
Lo mismo sucede con las células del ojo, corazón, riñón, pulmones, tracto gastrointestinal, vejiga, en fin.
Todas las células necesitan de un coordinador nervioso para funcionar y en este caso es el cerebro.
A pesar de los avances tecnológicos que existen, aún no se ha terminado de estudiar el cerebro en su totalidad, lo cual hace que exista una gran brecha de entendimiento de múltiples comportamientos del organismo.
El cerebro es un órgano con un funcionamiento extraordinario y exclusivo y anatómicamente está desarrollado con la función de hacernos mover, caminar, respirar, pensar, tener latidos cardíacos, actuar y en resumen, vivir.
Partes del Cerebro
a. Corteza Cerebral
El cerebro tiene una forma particular que varía discretamente de una persona a otra pero en general tiene un peso de 1400-1500 gramos aproximadamente.
Se caracteriza por tener circunvalaciones que le dan un aspecto particular en forma de pliegues.
La corteza es la parte más externa del cerebro que se encuentra en contacto con el cráneo pero a su vez separado de él por las meninges, unas delgadas membranas que le permiten pequeños movimientos.
Esta corteza está dividida a través de una estructura llamada cuerpo calloso en dos segmentos que anatómicamente no tienen mayor diferencia salvo su ubicación al lado derecho e izquierdo respectivamente, pero cumplen funciones diferentes:
- Hemisferio cerebral derecho: se llevan a cabo funciones como el pensamiento, los recuerdos, intuición y reconocimiento de otras personas.
- Hemisferio cerebral izquierdo: se relaciona con funciones como el lenguaje, escritura, razonamiento lógico y lenguaje.
Cuando ocurren alteraciones como los eventos cerebrovasculares isquémicos, todas las funciones se ven alteradas.
Y justamente evaluando cada una de ellas es que se logra precisar el posible origen del evento al momento de realizar la historia clínica.
Otra peculiaridad de estos hemisferios es que el derecho controla el funcionamiento nervioso del lado izquierdo y viceversa.
Esa es la razón por la que en lesión cerebral derecha por ejemplo, disminuye la movilidad en la mitad izquierda del cuerpo.
A su vez los hemisferios cerebrales se conforman por 4 lóbulos cerebrales:
b. Lóbulo Frontal
Se encuentra ubicado justo por detrás del hueso frontal y se encarga de las funciones mentales superiores como la lógica, el razonamiento y conducta.
Es uno de los lóbulos más extensos.
Cuando las personas padecen de migraña y alteraciones oculares, el dolor de cabeza con frecuencia es a éste nivel.
c. Lóbulo Parietal
Se encuentra en continuidad con el lóbulo frontal y se relaciona con funciones nerviosas propiamente dichas, que las expresamos como cosquilleo y sensación de hormigueo especialmente en miembros.
Esas pequeñas sensaciones son las que nos alertan por ejemplo que debemos corregir la postura de un brazo o una pierna, y cuando se altera las personas no pueden sentir ciertas posiciones incorrectas.
d. Lóbulo Temporal
A través de una cisura llamada cisura de Silvio, se continúa con el lóbulo Fontal y se encarga de procesar funciones como la memoria, audición, lenguaje, gusto.
e. Lóbulo Occipital
Ubicado en la porción más posterior de la cabeza. Es la parte del cerebro encargada de la interpretación de las imágenes que ingresan a nuestros ojos, por lo tanto nos permiten el análisis de colores y la ubicación espacial.
f. Lóbulo Límbico
En algunas literaturas se le denomina el quinto lóbulo pero puede ser descrito también simplemente como sistema límbico el cual se encarga de coordinar funciones muy instintivas como el instinto sexual, emociones y ciertos rasgos de conducta.
Dentro de este lóbulo se encuentran otras estructuras nerviosas como el tálamo, hipotálamo, amígdala, cuerpo calloso y corteza cingulada que trabajan en conjunto y permiten el desempeño de las funciones antes descritas.
g. Cerebelo
Es un órgano más pequeño que se encuentra ubicado justo por debajo del cerebro y cuya función tiene que ver con el equilibrio y la postura. Además nos permite la realización de movimientos finos que ameritan una gran precisión.
Mientras somos unos bebes y niños no somos capaces de hacer ciertos movimientos con precisión ni exactitud y ello se debe al poco desarrollo de peste órgano en etapas tempranas de la vida.
Esa es la razón por la que los niños son toscos cuando nos tocan la cara a los adultos y justamente los programas educativos se enfocan en desarrollar la motricidad fina mediante la enseñanza de la escritura y pintura.
Se dice que cuando una persona padece de vértigo además de acudir tempranamente para evaluar la estructura del oído, en ella debe descartarse la presencia de alguna alteración a nivel del cerebelo pues podría ser la causa del mismo.
Si ocurren alteraciones vasculares sobre el cerebelo, la persona afectada puede mostrar dificultad marcada en su forma de caminar y funciones como el equilibrio, la escritura o pasar el hilo a través de una aguja pueden verse comprometidas.
h. Tallo Encefálico
Es una de las porciones más importantes pues si bien como ya hemos descrito en el cerebro se cumplen múltiples funciones nerviosas, es justamente en el tallo en donde se encuentran los centros nerviosos encargados de las funciones vitales.
Anatómicamente se encuentra ubicado en la porción más inferior del cerebro y en continuidad con la médula espinal, y está constituido por los centros nerviosos de la respiración, frecuencia cardiaca, tensión arterial y digestión.
De manera que las alteraciones a este nivel sea por afectación de los propios nervios, por presencia de tumoraciones, traumatismos o el edema cerebral intenso, terminan comprometiendo la vida de las personas.
Es por ello que es una zona anatómica del cerebro sumamente delicada y que en niños pequeños y adultos mayores se debe vigilar con detenimiento cualquier caída o traumatismo para evitar severas secuelas.
El cerebro por su parte al encontrarse en una estructura ósea como lo es el cráneo, frente a algún traumatismo e inflamación, no tiene a donde crecer y no le queda más opción que hacerlo en dirección al tallo encefálico.
Es así como posterior a traumatismos craneoencefálicos como los accidentes viales por ejemplo, ocurre la muerte de la persona pues la presión ejercida sobre el tallo cerebral termina por interrumpir la respiración y frecuencia cardíaca.
A este nivel también se encuentran los nervios que inervan toda la estructura facial, de manera que las lesiones del tallo son la causa de las parálisis faciales y afectación de los ojos, nariz y boca.
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