El tejido muscular constituye del 40 al 50% del peso corporal total y es el conjunto de músculos que conforman el organismo encargado de la movilidad y otras funciones vitales.
Los músculos están formados por células musculares llamadas miocitos cuya configuración les permite enlazarse entre sí y mediante el empleo de energía se contraen y relajan para cumplir su función.
La interacción entre dos proteínas llamadas actina y miosina es precisamente lo que favorece la interacción entre cada una de esas células, y con ello su función.
El tejido muscular como el resto de los tejidos del organismo tiene un control nervioso que le permite regular su actividad y su carácter de ser o no voluntario.
De manera que podemos regular por ejemplo la movilidad en una pierna pero no así el movimiento cardíaco ni el intestinal.
Tipos de Tejido Muscular
El tejido muscular se clasifica de la siguiente forma:
1. Músculo Esquelético
El músculo esquelético también llamado estriado, corresponde a la musculatura que tiene un control voluntario y que permite el movimiento de nuestro tronco y extremidades al encontrarse adherida al esqueleto.
Cuando este músculo se visualiza en un microscopio, se observa que sus células se disponen bajo la forma de fibras alargadas ubicadas paralelamente con muchos núcleos en su periferia.
Además también es posible observar que la disposición de la actina y la miosina les dan un aspecto de estriación característico de esta musculatura.
Entre una célula y otra ocurren fenómenos electroquímicos que involucran a los nervios y a la liberación de electrolitos como calcio, magnesio, sodio y potasio responsables de la excitabilidad celular.
Precisamente la excitabilidad celular es la que provoca la contracción o la relajación dependiendo de la concentración de cada uno de esos electrolitos con total control voluntario.
2. Músculo Liso
La principal diferencia del músculo liso en relación al músculo estriado es su carácter involuntario y difieren bastante en su configuración anatómica.
El músculo liso se ubica en los siguientes órganos:
- Tracto gastrointestinal: esófago, estómago, intestino delgado y grueso, recto y una parte del ano.
- Paredes de los vasos sanguíneos.
- Paredes de los Bronquios.
- Músculos dilatadores y constrictores del iris (globo ocular).
- Músculo ciliar del ojo.
- Músculo piloerectores (folículos pilosos).
- Útero.
- Vejiga urinaria.
Sus células son fusiformes con un solo núcleo celular y no poseen las estrías características del músculo esquelético, por eso se le denomina músculo liso.
Su inervación es responsabilidad del sistema nervioso autónomo, un sistema nervioso que no tiene control voluntario y que permite el cumplimiento de funciones como la respiración, contracción cardiaca y digestión.
De allí que las lesiones en el sistema nervioso autónomo como consecuencia de traumatismos por ejemplo provocan severas consecuencias sobre la respiración, latido cardiaco y control de esfínteres.
El músculo liso tiene la capacidad de transmitir la excitabilidad de inmediato entre una célula y otra mediante comunicaciones intercelulares lo cual resulta en una contracción en conjunto.
3. Músculo Cardíaco
El corazón es uno de los principales órganos del cuerpo humano que se encarga de bombear la sangre desoxigenada y oxigenada a los pulmones y cuerpo respectivamente.
Es un órgano que se encuentra dividido en 4 porciones, dos derechas y dos izquierdas, no comunicadas entre sí, y permiten cumplir su función primordial que es el bombeo sanguíneo.
El tejido muscular está constituido por tejido muscular llamado Miocardio cuya contracción y relajación permiten el llenado y el posterior vaciado de sangre en cada una de sus porciones.
Sus células musculares son únicas, denominadas miocardiocitos, las cuales son alargadas y ramificadas con un solo núcleo en su interior. En función de esto el miocardio tiene 5 propiedades:
- Automatismo: capacidad que tiene el corazón para generar sus propios impulsos responsables de la contracción.
- Dromotropismo: capacidad de conducir sus propios impulsos.
- Batmotropismo: capacidad de transmitir un potencial de acción que se traduce en excitabilidad.
- Contractilidad: es la fuerza que ejerce la contracción de sus fibras musculares para vencer la resistencia que el flujo de sangre le opone.
- Lusitropismo: potencial de relajación que tiene el miocardio.
Las uniones que se forman entres sus células se denominan sincitios y tienen la capacidad de transmitir la excitación entre cada una de ellas para generar una sola contracción.
Tipos de Fibras Musculares
El conjunto de las células constituyen las fibras musculares que en sí van a formar los distintos músculos del sistema esquelético encargados de producir un movimiento en particular.
Existen 2 tipos de fibras que constituyen este tipo de músculo:
Tipo I
Son las fibras rojas o lentas cuya función se relaciona con contracciones potentes, duraderas y lentas. Su color se debe a la gran cantidad de mioglobina que contienen.
Además tienen grandes cantidades de mitocondrias que son las organelas encargadas de producir energía lo que les permite perpetuar su actividad en el tiempo.
Tipo II
Son fibras musculares pálidas o rápidas, debido a su poca cantidad de mioglobina y de mitocondrias y por lo tanto sus contracciones tienen menor duración.
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