Antes del Imperio Romano, existió Alejandro Magno capaz de dominar casi todo el mundo existente. Su figura legendaria ha perdurado durante milenios, y no es para menos, pues nunca perdió una batalla.
Su nombre fue Alejandro III – nacido en el 356 a.C. –, quien a los 20 años ya era dueño de uno los ejércitos más imponentes que han marchado sobre la tierra, y a su vez, ya había obtenido el título de ‘Magno’, palabra griega que denotaba grandeza.
Educado por Aristóteles e hijo del rey Filipo II de Macedonia, Alejandro se convirtió en el gran difusor de la cultura griega por el mundo y daría inicio a la época helenística.
Su maestro griego le enseñaría obras clásicas griegas como La Ilíada, en donde personajes heroicos como Aquiles le serían de gran inspiración para concretar su propia epopeya, la conquista desde Grecia hasta el valle del Indo en La India.
Su muerte dejaría un escaso legado Imperial, pero una leyenda que inspiró a próximos líderes militares como: Julio César, Napoleón y George Washington.
Infancia de Alejandro
Alejandro creció bajo la tutela de Aristóteles. Su padre, Filipo II, le encargaría dicho trabajo al griego al ofrecerle reconstruir su ciudad natal, Estagira.
En cuanto a la relación con su padre no fue muy buena con el pasar de los años. Se podría decir que era una relación desafiante entre padre e hijo.
De hecho, tales desafíos le llevaron a obtener su fiel corcel de batalla llamado Bucéfalo, el cual le acompañaría en sus más grandes conquistas. Lo obtuvo gracias a una apuesta con su padre.
Según algunas historias, Alejandro llegó a considerarse un semidiós, debido a que su madre le contaba otra versión como su «verdadero origen». Su madre le comentaba que su verdadero padre era Zeus, quien le había concebido en forma de serpiente.
Todo esto hizo de Alejandro un joven tenaz, valiente y empático, actitudes esenciales para lograr concretar su destino y su gran ambición: «ser inmortal».
Alejandro Sube al Trono y Enfrenta a Persia
Tras la muerte de su padre en manos de su propia guardia, Alejandro asume el trono y se deshace de todo aquel que le significaba un problema.
Con 20 años iba a emprender un camino desconocido, que le llevó a tener un imperio capaz de observar el Océano Índico, una hazaña verdaderamente increíble considerando la temprana época en el índice histórico.
Pero, debemos recordar que para esta era había un imperio que aún dominaba la mayor parte del mundo oriental, sí, el Imperio Persa, que contaba con un numeroso ejército y vastas riquezas.
¿Cómo hizo Alejandro para derrotar a Persia con un ejército mucho más pequeño? Debido a una formación militar que dominaría la antigüedad hasta la llegada de las legiones romanas: la falange macedónica.
Esta formación la heredó de su padre y la perfeccionó en el campo de batalla, logrando que la superioridad numérica fuera inútil y contrarrestada.
Su antagonista principal fue Darío III, rey de Persia para ese entonces, al cual derrotaría en tres importantes batallas, la del Gránico, la de Issos y la definitiva, la batalla de Gaugamela – también llamada batalla de Arbela según otros autores -.
Luego de este último duelo, el rey Darío huyó con lo que queda de su ejército, pero terminaría siendo asesinado por sus mismos hombres, que querían la paz con Alejandro.
A partir de aquí Alejandro continuaría avanzando hacia Oriente descubriendo cada vez más tierras y expandiendo aún más su reino con fáciles conquistas.
El macedonio no conocería la derrota, pero sí conocería el clamor de sus hombres para no seguir luchando, pues luego de una famosa batalla en tierras indias contra elefantes armados decidiría parar la conquista y por fin disfrutar de su inmenso imperio.
Vida en el Reino y Muerte de Magno
Tal cual mencioné anteriormente, Alejandro era un gran adepto de la cultura griega, en parte por las enseñanzas de su maestro y en parte por las historias míticas y heroicas halladas en ésta.
Esto provocó que debido a sus conquistas, el idioma y la cultura griega se expandieron a todo su imperio, dando pie a un proceso helenístico que marcó a Occidente.
Sin embargo, Magno también acogió algunos aspectos de la cultura persa, especialmente sus vestimentas. También se casó con dos mujeres persas con las que no tuvo ningún hijo. Aunque, sí tuvo uno póstumo con la princesa Roxana, hija del sátrapa Oxiartes de Bactria. Este hijo se llamaría Alejandro IV Ageos.
Con el pasar de los años según relatan las fuentes, Alejandro empezó a convertirse y a actuar más como un déspota persa que como un brillante griego.
Aún guardaba a su amigo fiel, Hefestión, el cual moriría más tarde y le causaría a nuestro rey macedónico una tristeza intratable.
Este hecho es clave debido a que tras el fallecimiento de su leal amigo ya no había un heredero absoluto en caso de morir Alejandro, y su muerte no tardaría tanto en llegar.
Alejandro llegaría al fin de su vida tras agónicos días enfermo por una causa desconocida en la actualidad. El gran rey de Macedonia fallece a los 33 años (323 a.C.) sin dejar fijado a un heredero, lo que causó batallas internas por el trono entre sus generales.
Se dice que Alejandro contrajo la aflicción en la cena de un amigo, por lo que también hay teorías de que fue un envenenamiento adrede. Aunque, según otros expertos, Magno pudo haber muerto de malaria o fiebre tifoidea tras el análisis de sus síntomas.
El imperio por fin se dividiría en tres partes y, su hijo Alejandro IV – al que nunca conoció Magno -, sería asesinado junto a su madre por orden de Casandro, lo que dio fin a la descendencia de un hombre que a través de la valentía, del ingenio y de su sueño por superar a Aquiles, se convirtió en una leyenda histórica.
Algunas curiosidades de Alejandro Magno
Para finalizar queríamos mencionarte algunas curiosidades bastante interesantes sobre el macedonio, pues además de líder militar, fue todo un personaje:
- Alejandro tenía Heterocromía Iridis según Peter Green (un iris azul y otro color café).
- Fundó alrededor de 70 ciudades, llamando a la mayoría de éstas por su nombre, Alejandría. Entre ésas estaría la mítica ciudad de Egipto, futuro hogar de Cleopatra.
- Las dimensiones de su imperio se asimilaba al tamaño del actual Estados Unidos, según los kilómetros cuadrados que poseía.
- Alejandro bebía exuberantes cantidades de alcohol. Se cuenta también que su muerte se originó debido a su alcoholismo.
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