Algo que seguramente no sabías, es que la biografía de Frida Kahlo está repleta de sorpresas y curiosidades que muy pocos conocen. Te invitamos a enterarte justo aquí ¡Sigue leyendo!
La Biografía de Frida Kahlo
Algo que pocos conocen sobre esta artista del dolor, es que su verdadero nombre completo era Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, pero decidió firmar sus obras solo como Frida Kahlo.
La afamada Frida Kahlo fue una pintora mexicana, nacida el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, hija de Guillermo Kahlo y Matilde Calderón, y estuvo casada con Diego Rivera.
Frida fue la tercera de los hijos del fotógrafo alemán Guillermo Kahlo y Matilde Calderón, siendo que ella tuvo dos hermanas mayores y también una hermana menor.
Adicional a estas hermanas, también tuvo un hermano que, lamentablemente, él falleció a los pocos días de haber nacido. Éste se llamaba igual que su padre, Guillermo.
Cristina Kahlo, que fue la menor de las hermanas Kahlo, fue muy unida con Frida, sin mencionar que también fue la única de las hermanas que tuvo hijos.
La historia de Frida Kahlo está enmarcada en un sufrimiento profundo que la persiguió perpetuamente a lo largo de toda su vida. Asimismo, su arte giró en torno al mismo.
Frida Kahlo, Poliomielitis
En su temprana juventud, sufrió una enfermedad que la marcó de por vida, la dejó en cama por mucho tiempo, haciéndola sentir inútil, devastada, las esperanzas pendiendo de un hilo.
Frida pasó por una gran serie de patologías que la marcaron con dolor, tristeza y sufrimiento. La primera de éstas, llegó en su infancia y fue la poliomielitis.
La poliomielitis es una patología transmitida por el virus de la polio, que te paraliza el cuerpo y puede mutar hasta dejarte totalmente paralítico. Además de conllevar complicaciones y dolores.
Frida contrajo la enfermedad de la polio en 1913 a la edad de 6 años, la cual fue el primer paso de muchas enfermedades que conllevaba la misma y operaciones.
La poliomielitis tumbó a Frida por 9 largos meses en cama, impidiéndole hacer casi cualquier actividad propia de una niña de 6 años como salir a jugar o caminar.
A raíz de la polio, Frida fue marcada eternamente con la consecuencia de llevar con su pierna izquierda mucho más delgada que la otra el resto de su vida.
Frida Kahlo, Recuperación
Fue su padre, Guillermo, quien más alentó a la jovencita a recuperar su vida normal y la acompañó durante todo su proceso de rehabilitación, igual que su hermana menor Cristina.
Impulsada por su padre, Frida comienza a practicar distintos deportes, como por ejemplo el boxeo y el fútbol. En la época, esto era muy extraño de ver en una niña.
Frida Kahlo, Soledad
Sin embargo, por estar limitada de manera evidente por sus numerosas operaciones e impedimentos motrices, Frida no pudo disfrutar de participar con otros niños, afrontando una infancia llena de soledad.
Este sentimiento de soledad y tristeza que rondaba de manera perenne la vida de la niña Frida, se ve reflejada constantemente en las obras que pintase más adelante siendo adulta.
En su obra Cuatro Habitantes de Ciudad de México, Frida nos deja ver este sentimiento de soledad, pintando a una niña apartada y triste en lo bajo de la escena.
Esta pintura al óleo sobre metal muestra cuatro personajes, 3 son grandes parecen ser el primer enfoque de la escena, el otro es una diminuta niña sentada en el suelo.
Otra obra donde podemos ver esta misma sensación de dolor y soledad es Niña con Máscara de Muerte, del año 1938, igual que Cuatro Habitantes de Ciudad de México.
Esta pintura, también llamada Ella Juega Sola, nos muestra a una niña pequeña de aproximadamente unos 4-6 años, con una máscara cadavérica cubriendo su rosto y otra a su lado.
Si bien en México esta calavera que lleva la niña puede hacer alusión al Día de los Muertos, también es innegable la perturbadora sensación de desolación que la obra transmite.
Lo cierto es que todo serán siempre especulaciones, pero es imposible negar que, basándonos en lo transmitido a través de sus pinturas, la artista estaba sumida en una soledad interna.
El Accidente de Frida Kahlo
Irónicamente, los inicios en la pintura de Frida Kahlo fueron dados a razón de un terrible accidente que sufrió el 17 de septiembre de 1925, que por poco la mata.
Frida iba en un autobús, acompañada de quien fuere su novio en aquella época, Alejandro Gómez Arias, cuando un tranvía arrolló el autobús, aplastándolo contra un muro.
En este trágico episodio, Frida tuvo tantas lesiones y fracturas, que resulta doloroso e increíble el solo hecho de nombrarlas.
Comenzando por el hecho de que su columna vertebral se fracturó en tres partes, siendo casi un milagro que haya podido caminar luego de ello.
Además, sufrió fracturas en dos costillas y en la clavícula, asimismo también tuvo tres fracturas en su hueso pélvico. Sin mencionar que su pierna derecha se fracturó en once partes.
Su pie derecho también se dislocó y su hombro derecho fue descoyuntado totalmente.
Como si aquello no hubiera bastado, aconteció lo que Frida comentó como la forma más brutal de perder su virginidad. Un pasamano atravesó su cadera y salió por su vagina.
El accidente de Frida Kahlo la obligó a someterse a un estimado de 32 operaciones quirúrgicas y diversos métodos de estiramiento de la medicina de su época.
Los Inicios en la Pintura de Frida Kahlo
Sin embargo, poco antes de haber sufrido este accidente, Frida comienza a ser aprendiz de Fernando Fernández Domínguez, quien le enseñaba sobre dibujo en su taller de grabados e imprentas.
A pesar de que Frida nunca había mostrado mayor interés por las artes, sino que siempre recurría a aquello que la pusiera en movimiento, luego del accidente esto cambió.
Al tener que moverse lo menos posible, Frida tuvo que enfocar su tiempo en otros fines, inclinándose así por el arte. Durante su periodo de recuperación, comenzó a pintar.
El primer autorretrato de Frida Kahlo lo pinta al óleo en el 1926, en septiembre, iniciando así a desbordar pasión por la pintura y denotar su talento para el arte.
Este autorretrato nos muestra a una Frida con el ceño calmo y pasivo. Pintura que dedicase a Alejandro Gómez Arias, comenzando con el hábito de retratar momentos de su vida.
En adelante, sus obras fueron tomando un aspecto cada vez más profundo, con matices más complejos. Así comenzó a buscar la pintura para plasmar en ella sus propios sentimientos.
Frida Kahlo y Diego Rivera
En 1922, se conocen Frida Kahlo y Diego Rivera, quien fuera a futuro el marido de Frida Kahlo. Este primer encuentro se dio cuando pintaba su primer mural.
Posteriormente se volvieron a encontrar de manera esporádica en varios eventos. Oficialmente comienzan a tener roce social cuando ella decide visitarlo un día para mostrarle sus trabajos, dejándolo impresionado.
El primer matrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera se celebra el 21 de agosto de 1929, siendo que más tarde, en 1939, éstos se divorcian.
Sin embargo, no duran mucho tiempo separados, ya que en 1940.
La relación de Frida y Diego es una de las más comentadas, debido al constante maltrato y a las infidelidades que existieron entre ellos dos.
Es sabido que Diego engañó a Frida múltiples veces y, no conforme, también la maltrataba física y psicológicamente.
Una de las cosas que debió tolerar Frida por parte de su esposo, fueron las múltiples infidelidades que, llegado un punto, había llegado a aceptar.
Sin embargo, cuando éste se acostó con su propia hermana, Cristina, Frida se sintió traicionada no tanto por su marido, sino por su hermana, en quien confiaba plenamente.
Las infidelidades de Diego Rivera, sin embargo, no bastaron para romper con el matrimonio. Quizá porque Frida también mantenía relaciones con otras personas.
La pareja se complementaba mucho de manera artística, espiritual e ideológica, por lo que, a pesar de los maltratos, infidelidades y diferencia abismal de edad, se amaron y odiaron eternamente.
Frida Kahlo, Alcoholismo
Tras el divorcio de Frida y Diego, que fue un episodio traumático para ella, especialmente por la aventura de Diego con Cristina, regresó a Coyoacán a vivir con sus padres.
En esta época, Frida se hallaba consumida en una depresión honda y aparentemente inconmensurable, por lo cual comienza a recurrir a la bebida alcohólica.
En el licor, Frida tan solo buscaba dar tregua a su alma torturada e inundada por dolores tanto físicos como psicológicos.
En esta época en que nadaba en ebriedad, Frida pintó dos de sus más afamadas pinturas. La primera fue Las Dos Fridas, que describe el dolor de su vida.
La otra obra emblemática de esta época fue Dos Desnudos en un Bosque. Obra que estuvo oculta por 60 años y al ser descubierta, fue subastada por 8.500.000,00 $.
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