José Julián Martí Pérez nació el 28 de enero de 1853, en La Habana, Cuba. Era hijo de Mariano Martí y Leonor Pérez Cabrera, quien obtendría un cargo de Oficial tercero en la Secretaría de Agricultura, Comercio y Obras Públicas luego de la muerte de Mariano.
En 1866, Martí ingresó al Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. También cursó la clase de Dibujo Elemental en la Escuela Profesional de Escultura de La Habana.
Primer Exilio
El 4 de octubre de 1869, una escuadra del Primer Batallón de Voluntarios entra de noche en la casa de Martí tras escuchar risas. Luego de registrar la casa encuentran una carta dirigida a Carlos de Castro y Castro, un compañero de clase que se alistó en el ejército español.
Por esta carta, Martí fue acusado de traición y encarcelado en la Cárcel Nacional, junto a Fermín Valdés Domínguez. Al año siguiente fue condenado a seis años de prisión, pero luego la pena fue conmutada por el destierro a Isla de Pinos, ahora Isla de la Juventud.
El 18 de diciembre sale rumbo a La Habana y el 15 de enero de 1871, sus padres logran gestionar su deportación a España, donde inicia sus estudios en las Universidades de Madrid y Zaragoza y obtiene el título de Licenciado en Derecho Civil y en Filosofía y Letras.
Se traslada de España a París por un tiempo breve, se dirige a Nueva York y de ahí a Veracruz, el 8 de febrero de 1875 y se reúne con su familia. Estando en México se relaciona con Manuel Mercado y Carmen Zayas Bazán, quien luego sería su esposa.
Su Segunda Deportación
El 31 de agosto de 1878, regresa a Cuba y se radica en La Habana. El 22 de noviembre nace José Francisco, su único hijo. Fue uno de los fundadores del Club Revolucionario Cubano y el 18 de marzo de 1879, fue elegido vicepresidente.
A finales de agosto de 1879, ocurre un nuevo levantamiento en las adyacencias de Santiago de Cuba. El 17 de septiembre, Martí es arrestado y el 25 de septiembre es nuevamente deportado a España por estar vinculado con la Guerra Chiquita.
El Partido Revolucionario Cubano
En marzo de 1880, Martí es electo vocal del Comité Revolucionario Cubano, del cual tuvo la presidencia sustituyendo a Calixto García, quien se había marchado a Cuba para integrarse a la frustrada Guerra Chiquita.
Entre el año 1880 y 1890 Martí logró destacar en América con artículos y crónicas que enviaba desde Nueva York a periódicos importantes como La Opinión Nacional de Caracas, Venezuela y La Nación, de Buenos Aires, Argentina.
El 20 de enero de 1881 se radica en Venezuela y funda la Revista Venezolana, de la que solo logró editar dos números. Por escribir un ensayo sobre Cecilio Acosta, es expulsado del país ya que esto no agradó al presidente Antonio Guzmán Blanco.
En 1887 funda una Comisión Ejecutiva, donde dirigirían las actividades organizativas de los revolucionarios, y es elegido presidente. En 1892 redacta las reglas del Partido Revolucionario Cubano. Entre 1887 y 1892, Martí fue cónsul de Uruguay en Nueva York.
Muerte de José Martí
El 19 de mayo de 1895, en Dos Ríos, cerca de Palma Soriano, donde estaban acampando los cubanos, se desplegó una columna española. Martí estaba marchando entre Juan Gualberto Gómez y el Mayor General Bartolomé Masó.
Al llegar a la zona de combate, Gómez le pidió detenerse y quedarse en el lugar acordado. Sin embargo Martí no acató la orden y se separó de las fuerzas cubanas, solo con la compañía de su ayudante.
Sin saber nada, Martí cabalgó hacia un grupo de españoles que se encontraban ocultos entre la maleza y fue alcanzado por tres balazos que le causaron la muerte. Los mambises no pudieron rescatar su cadáver.
Después de varios entierros, finalmente fue sepultado el 27 de mayo en el nicho número 134 de la galería sur del Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
Obras y Legado de José Martí
José Martí fue el padre del modernismo junto a escritores como Rubén Darío, Manuel Gutiérrez Nájera, Manuel González Prada y otros más. Los especialistas siguen debatiendo su influencia en el modernismo.
Fue autor de numerosas obras que son referentes del modernismo como Ismaelillo, Versos libres y Flores del destierro y ensayos como Nuestra América. También tuvo otras publicaciones como “El presidio político en Cuba” y “Los políticos tienen sus púgiles”.
Martí criticaba las ideas anómalas de las religiones y por su mala administración, como lo reflejaba en esta cita:
“Un pueblo irreligioso morirá, porque nada en él alimenta la virtud. Las injusticias humanas disgustan de ella; es necesario que la justicia celeste la garantice”.