Santo Tomás de Aquino nació en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino en Italia, entre el año 1224 o 1225, en una noble y numerosa familia de sangre germana.
Era el menor de 9 hijos y aunque su carrera hacia la predicación estuvo llena de innumerables obstáculos, no hubo impedimentos para ejercer su dedicación a la teología.
Cuando aún estaba en el vientre de su madre Teodora, Bonus un santo ermitaño, le anticipó que su último hijo alcanzaría la santidad como dominico, según testimonios verbales de allegados.
Su larga e intensa trayectoria académica, lo hizo ser considerado como una de las principales figuras de la teología sistemática y el principal representante de la enseñanza escolástica.
Además es un gran punto de referencia de la escuela del pensamiento tomista y neotomista. Fue nombrado por la iglesia católica como el Doctor de la humanidad.
Formación académica de Santo Tomás de Aquino
Durante su infancia recibió conocimientos en gramática, música, moral y religión; y luego de la expulsión de los frailes por el emperador Federico II en 1239, inició sus estudios universitarios.
Formó parte de la Universidad de Nápoles y fue allí donde estableció grandes relaciones con Fray Juan de San Juliano, amistad que le permitió incluirse en la comunidad de predicadores.
Comunidad que le permitió marcar el inicio de su vocación a la vida apostólica; con tan solo 19 años, formó parte de la Orden de Predicadores mientras estudiaba artes liberales.
En un convento de Nápoles hizo amistad con el Maestro General Juan de Wildeshausen y decidió entonces unirse a la Orden Dominica, creando serios conflictos familiares.
El secuestro de Santo Tomás de Aquino
Tomás mantuvo una estrecha relación con su tío, un abad de la abadía de Montecasino, lo que sembró esperanzas en su familia al pensar que podría ser su sucesor.
De manera que cuando éste decide que daría inicio a su noviciado en Roma, es secuestrado y retenido durante más de un año por sus hermanos.
Tiempo en el que se mantiene en los castillos familiares de San Giovanni y Roccasecca intentando evitar que tomara el hábito dominico y esperando que renunciara a ello.
Mientras tanto Tomás no perdió su tiempo ni su fe, y se dedicó a impartir clases a sus hermanas, manteniendo el constante contacto con miembros de la orden Dominica.
Dentro de las medidas desesperadas de sus hermanos para evitar su noviciado, ellos deciden llevarle una prostituta, la cual fue evadida por Tomas mediante un hierro de fuego.
Dos ángeles se le aparecieron mientras dormía, fortaleciendo su determinación de mantenerse en el celibato; su madre Teodora, decidió dejarlo escapar a través de una ventana durante una noche.
Espiritualidad de Santo Tomas de Aquino
Santo Tomás fue un hombre con una profunda espiritualidad, quién no solo se ocupó de conocer y buscar la verdad, sino además de difundirla.
Desde muy niño mostró grandes intereses en la Virgen María, a quien admiraba profundamente y también fue muy devoto de Cristo Salvador, la cruz y la eucaristía.
Se dedicó a enseñar y a predicar y siempre mostró un gran interés y defensa hacia los mendicantes, manteniendo siempre un comportamiento de humildad, honestidad, dedicación y cordialidad.
Sus grandes conocimientos en teología le llevaron a inculcar grandes enseñanzas en quienes se dedicaban a escucharle, interesados en conocer verdades y ámbitos espirituales poco conocidos para la época.
Fue un hombre muy justo, muy amable, quien dedicaba largas horas a instruirse, pero al mismo tiempo a realizar obras que dejarán plasmados todos sus conocimientos para la humanidad.
Obras Teológicas y Filosóficas
Además de la inmensa dedicación que Tomas Aquilino tuvo hacia la Filosofía y Teología, realizó un rescate de la Metafísica, una obra de teología monumental y una teoría del derecho.
Según Anthony Kenny, Tomás es considerado uno de los grandes filósofos del mundo occidental, conocimientos que aplican a muchas otras obras y síntesis literarias.
Las tres obras más extensas, importantes y sistemáticas fueron: Summa Theologiae, Summa contra gentiles y Scriptum super Sententias, que incluían comentarios filosóficos, polémicos y litúrgicos.
Fue un gran seguidor de Aristóteles, lo que le llevó a representar en una obra, una síntesis entre el pensamiento cristiano y el pensamiento Aristotélico.
Dentro de otras de sus obras se encuentran unas relacionadas con las sagradas escrituras, colecciones de evangelios, exposiciones sobre los trabajos de Aristóteles, Boecio y Procio.
Frases de Santo Tomás de Aquino
1
“El estudioso es el que lleva a los demás a lo que él ha comprendido: La verdad”.
2
“Teme al hombre de un solo libro”.
3
“Si el objetivo más alto de un capitán fuera preservar su barco, lo mantendría en el puerto por siempre”.
4
“Dios ama todo lo existente”.
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