Al hablar de poesía es imposible no recordar a la rebelde literata Sor Juana Inés de la Cruz, quien en su época creó gran polémica por sus escritos.
La décima musa fue una mujer que llenó la literatura de su característica liturgia, fuerza y palabras de auto sacramento.
Biografía de Sor Juana Inés de la Cruz
Fue bautizada como Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, nacida en San Miguel Nepantla, Intendencia de México, Virreinato de la Nueva España.
Específicamente, nació en un oscuro lugar que, en aquellas épocas, se le conocía como “La Celda”.
¿Cuándo Nació Sor Juana Inés de la Cruz?
La controversia que gira en torno a ella comienza desde la determinación de su fecha de nacimiento, pues se ha especulado mucho sobre cuándo nació.
No se sabe con precisión si nació en 1648 o en 1651. En esa época, la única data que se mantenía eran las actas de bautizo.
Para determinar la fecha en que nació Sor Juana Inés, los historiadores han buscaban su acta de bautizo, dando con una del 5 de diciembre de 1648.
Aun así, esto ha sido refutado, ya que anteriormente Diego Calleja, quien escribió la primera biografía de la décima musa, alegaba que nació el 13 de noviembre de 1651.
Sin embargo, pese al acta de bautizo, la cual algunos estudiosos consideran que corresponde a alguna pariente, Alejandro Soriano Vallés argumenta que la fecha adecuada es la de 1651.
Este argumento lo refuta en que una de las hermanas de Sor Juana Inés fue dada a luz en 1649.
Esto quiere decir que en noviembre de 1648 el útero de la madre de Juana estaba ocupado por su hermana.
¿Quiénes Fueron la Familia de Sor Juana Inés de la Cruz?
Existen pocos datos de los padres de Sor Juana, sin embargo, en el libro de profesiones del convento, ella se anotó como hija de Pedro de Asuaje e Isabel Ramírez.
Cabe destacar, que Isabel y Pedro nunca contrajeron nupcias matrimoniales. Juana fue la segunda de las tres hijas de Pedro. Sus hermanas eran Josefa y María de la Cruz.
Poco tiempo después del nacimiento de la última de las hermanas, los padres se separan. Isabel posteriormente se une en pareja a Diego Ruiz Lozano.
Con esta pareja, a quien tampoco desposó, tuvo otros 3 hijos, que serían medio hermanos de Juana.
Aunque los padres de la poeta no estuvieron casados, ésta siempre trató de ocultarlo, por lo que se intuye que tuvo un efecto psicológico negativo en ella.
De hecho, en su testamento, que data de 1669, escribió:
“Hija legítima de don Pedro de Asuaje y Vargas, difunto, y de doña Isabel Ramírez.”
Aun así, su madre en su testamento, de 1687, reconoció a todos sus hijos, dejando claro que fueron concebidos fuera del matrimonio.
Infancia de Sor Juana Inés de la Cruz
Si existió una niña curiosa, en definitiva esa fue la pequeña Juana, quien pasó gran parte de su infancia en la hacienda de su abuelo, en Panoayan.
A la edad de tres añitos, ya había aprendido a leer y escribir. Esto gracias a las lecciones que ella y Josefa, su hermana mayor, tomaban en secreto.
Esto no fue algo sencillo, ya que las niñas debían escabullirse e ir a escondidas a tomar estas lecciones, puesto que su madre no debía enterarse.
Además, Juana aprendió a hablar náhuatl, con los indios de Panoayan, en la hacienda de su abuelo.
En efecto, no cabe duda que siempre tuvo una chispa rebelde y curiosa que la incitaba siempre a buscar cada vez más medios que le permitieran estudiar.
De hecho, esto queda claro en una de las frases de Sor Juana Inés de la Cruz, que nos demuestra el porqué de su pasión por la búsqueda del conocimiento.
“Yo no estudio para saber más, sino para ignorar menos”
Incluso pasó muchas de sus horas en la infancia refugiada en la biblioteca de su abuelo, donde viajaba entre libros y exploraba los mundos ocultos entre las páginas.
Vida Noble y Estudiosa de Sor Juana Inés de la Cruz
Cerca de 1665, Juana entra a la corte del virrey Antonio Sebastián de Toledo, marqués de Mancera. En aquel momento, ya era popular por su gran intelecto.
Fue gracias a su amistad con los virreyes que sus obras fueron posteriormente publicadas, ya que éstos la protegían mucho.
Impulsada por su deseo de aprender y descubrir el mundo, se disfrazó de hombre para intentar entrar en una universidad, y su inteligencia causó furor.
Vida Religiosa de Sor Juana Inés de la Cruz
El padre Núñez de Miranda, en vista de que Juana no tenía intención de casarse, le aconseja que se dedique entonces a Dios y entre a una orden religiosa.
La joven, impulsada por la posibilidad de aprender sin fingir ser hombre, aceptó. Sor Juana formó parte de la Orden de Jerónimo.
La propia Juana expresó muchas veces que la vida monástica era la única vía que le permitiría seguir sus estudios.
Aprendió allí a hablar y leer latín en tan solo 20 lecciones. Lo cual no deja de ser impresionante para cualquiera, la inteligencia de esta mujer era increíble.
Obras de Sor Juana Inés de la Cruz
Esta poetiza fue reconocida por causar furor además por sus escritos, los cuales muchas veces fueron tildados de profanos y se le ordenaron destruirlos.
Afortunadamente, muchas de las obras de Sor Juana Inés de la Cruz sobrevivieron para impresionar a las generaciones futuras.
Entre las más famosas obras de Sor Juana, destaca sin duda Redondillas, que hoy día es muy citado por las comunidades feministas por su contenido fuerte y rebelde.
Asimismo, otra obra relevante de la poeta fue De la beldad de Laura Enamorados, el cual dedicó a la virreina Leonor de Carreto, posterior a su muerte.
¿Te pareció útil este Tema? ¡Valóralo!