No existe un concepto único para esta doctrina política, pero sí unos rasgos esenciales que la definen. Por esta razón, hoy queremos que comprendas las 7 Características de la democracia.
A lo largo de la historia, la democracia se ha interpretado de muchas maneras; sin embargo, la mayoría coincide en que se trata de una forma de gobierno que empodera a los ciudadanos.
Este sistema político tiene como fundamento cuidar el bienestar de los ciudadanos, haciendo respetar sus derechos humanos, y garantizando una justa igualdad de oportunidades.
Por consiguiente, veamos los rasgos más significativos de este sistema que, hoy por hoy, hacen que al menos la mitad de la población mundial lo siga eligiendo.
Características de la democracia: las más importantes
Las características de la democracia son muchas y aquí señalamos las más significativas.
1. Alternancia en el poder
La alternancia en el poder es su característica principal. No hay democracia en la que no exista como regla fundamental la posibilidad de cambiar gobernantes.
Y esto, porque la realidad ha demostrado que quien permanece mucho tiempo devengando el poder, termina por corromperse. No por nada Simón Bolívar, el libertador dijo:
“Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él a mandarlo…”
2. Rendición de cuentas
Otro rasgo fundamental de esta forma de gobierno, es la rendición de cuentas por parte de los gobernantes a la ciudadanía.
En un gobierno democrático los ciudadanos eligen a sus representantes, con el fin de administrar los intereses que atañen a todos como sociedad, y así garantizar el bienestar común.
De manera que, los representantes tienen la obligación de rendir cuenta a los ciudadanos de sus acciones y decisiones. Por supuesto, tal justificación debe hacerse de forma veraz, honrada, y transparente.
3. Responsabilidad civil
Como ya hemos dicho, un sistema político democrático es, en suma, representativo, pues en él, los gobernantes son elegidos a través del voto popular.
En este sentido, la responsabilidad civil se entiende como la obligación que tiene cada ciudadano de participar en eventos electorales en los que se decidan medidas importantes para la nación.
Este rasgo de la democracia va a la par de la –también– necesaria participación política.
4. Transparencia o visibilidad del poder
Todo ciudadano demócrata tiene el derecho de conocer –y estar al tanto de– las decisiones que se tomen bajo el ejercicio del poder, y más que eso, de las razones que las justifican.
Las acciones gubernamentales deben ser, siempre, de conocimiento público, menos aquellas que hayan sido acordadas, constitucionalmente, como excepciones.
5. Descentralización del poder
Uno de los aspectos que hace a este sistema político diferente de otros, es la inadmisión del poder centralizado.
En una democracia, no hay cabida para un gobierno central; por el contrario, el poder se distribuye en distintos gobiernos locales, y esto posibilita un mayor acercamiento de los ciudadanos.
Cada departamento gubernamental realiza sus funciones dentro del marco de sus competencias, y de esta manera, la administración pública es más accesible para todos.
6. Principio constitucional
¿Sabes lo que es un Estado de Derecho? Es aquel que se rige a partir de leyes que han sido establecidas en una Constitución Nacional.
Sin un Estado de Derecho no tiene lugar, ni puede desarrollarse, una auténtica democracia; pues para llevarse a cabo con efectividad, deben existir leyes que garanticen la paz y el orden.
La Constitución Nacional es, entonces, el documento bajo el cual quedan registrados los fundamentos políticos, económicos, sociales y culturales que sustentan el sistema democrático de una nación.
Y es en ella, donde se garantiza que los deberes y derechos de cada integrante de la sociedad tengan cumplimiento. También quedan establecidos, constitucionalmente, los principios de libertad e igualdad.
7. Igualdad de oportunidades
No por ser la última característica de la lista, se trata de la menos importante. Al contrario, la igualdad de oportunidades es, quizá, uno de los rasgos más diferenciadores de la democracia.
Un gobierno como el que venimos describiendo, no puede decirse de justo o digno, si no garantiza que todas las personas gocen de las mismas oportunidades.
Esto quiere decir, que todos los ciudadanos de una nación deben tener la misma posibilidad de acceder al bienestar social, sin ser sometidos a ningún tipo de discriminación.
Por tal motivo, en un sistema democrático debe respetarse el desarrollo personal de un individuo, sin importar preferencias sexuales, raza, género, religión, edad, u otros.
Así que, si dentro de un grupo determinado de personas se rifa una torta y cada una obtiene un número para participar, entonces diremos que hay igualdad de oportunidades, y también democracia.
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