Esta hermosa planta es símbolo de alegría y buena energía, sin embargo, pocos conocen realmente sus atributos. A continuación, las principales características de los girasoles, y otros aspectos relevantes.
Primero lo primero, ¿sabes por qué reciben el nombre de girasol?
Mientras están en su etapa de juventud, cada mañana los girasoles se despiertan y dan un giro de este a oeste mirando hacia el sol; y en la noche lo hacen en sentido contrario.
Con su danza, adornan los campos y jardines en los que crecen; por esto, y por su radiante belleza, son los favoritos de muchas personas, aún más cuando de obsequiar flores se trata.
¡Las 6 características de los girasoles que no conocías!
A pesar de su popularidad, muchas características de los girasoles aún son desconocidas. Por ello, hemos recopilado las más elementales, en el siguiente listado.
1. Nombre científico: Helianthus annuus
El nombre científico del girasol proviene del griego, helios (sol) y anthos (flor).
Le fue dado este nombre, primero por su gran parecido al sol, y también por el giro que hace esta planta, durante su etapa de juventud, para recibir los rayos del astro.
2. Es una planta herbácea, de la familia astarácea
Las plantas, comúnmente conocidas como herbáceas, son aquellas que se caracterizan por su alta capacidad de crecimiento, germinación, resistencia y adaptabilidad.
De los tipos de herbáceas, el girasol es una planta anual que se identifica por su tallo verde, áspero, robusto, y erguido (puede alcanzar hasta los tres metros de altura).
Las raíces de esta planta son largas, y sus hojas anchas, e igualmente ásperas como su tallo, con el margen dentado; éstas se distribuyen, intercaladamente, a lo largo de todo el tallo.
3. El girasol no es una flor
De todas las características de los girasoles, esta es, quizás, la que te hará más ruido: no es una flor, es una planta.
Lo que se conoce como la ‘flor del girasol’, esa que vemos grande y vistosa, es realmente una cabeza de flor. Esta contiene numerosas flores diminutas, rodeadas a su vez por pequeños pétalos.
Los pétalos externos que, generalmente, son de color amarillo (también pueden ser de otros colores como rojos o blancos), representan la parte estéril de la planta, y su forma asemeja los rayos del sol.
4. Heliotropismo, su respuesta a la luz solar
Como te comentamos al comienzo de este artículo, los girasoles, en su etapa joven, realizan un movimiento muy curioso, que los científicos no han dejado de investigar, al cual llaman heliotropismo.
Y es que cada mañana, al salir el sol, éstas parecen despertarse para recibir los rayos del astro, girando lentamente hacia su dirección.
Al caer la noche, vuelven a su posición original para hacerlo, nuevamente, a la mañana siguiente. ¿No es esto maravilloso?
Esta danza, por así decirlo, la hacen hasta que alcanzan su etapa de madurez; en la cual se quedan, permanentemente, mirando hacia el oriente hasta que mueren.
5. No para de crecer
¿Nos creerías si te decimos que los girasoles crecen todos los días un poco? Pues sí.
Estas plantas crecen, a diario, unos cuantos centímetros, siempre y cuando se encuentren en las condiciones adecuadas, y necesarias, para hacerlo.
Es por esta razón que cuando alcanzan su etapa de madurez, algunas hasta sobrepasan los 3 metros de altura.
6. Posee diversas propiedades alimenticias
Esta es una de las más valiosas características de los girasoles, las propiedades alimenticias que pueden brindarnos. Contienen muchas proteínas, vitaminas A, B y D, zinc, magnesio, ácido fólico, y otros.
De su flor se puede obtener, principalmente, el maravilloso y conocido aceite de girasol, y las semillas de girasol.
Países como Estados Unidos, Rusia y Argentina, son grandes productores del aceite, el cual se puede usar tanto en todo el ámbito alimentario, como en la parte cosmética y biocombustible.
Las semillas, por su parte, bien se pueden consumir tostadas, frescas, o convertirlas en harina para agregarla a panes, y otros similares. Éstas sirven también para alimentar a las aves.
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