Ambos suelen ser conceptos relacionados, pero cabe destacar que existen ciertas diferencias entre cada uno. Nuestro artículo te permitirá conocer las diferencias entre humildad y sencillez.
Proveniente del latín singulus (uno por una) y con el sufijo “ez” (cualidad), sencillez es una cualidad que establece la inexistencia de dificultad u ostentación de acciones, objetos o personas.
Lo sencillo no involucra artificios ni elaboraciones, por lo que está relacionado con aquello que no tiene dificultad. Por ende, la sencillez es un valor muy apreciado en las personas.
Por su parte, la humildad es una virtud cuya base radica en el autoconocimiento de nuestras capacidades y debilidades. Es lo opuesto a la vanidad y está vinculada a la honestidad.
Ambos valores son hermosos, pero es conveniente que aprendas a distinguirlos entre sí. Quédate con nosotros, para que así puedas comprender las diferencias entre sencillez y humildad.
Diferencias entre humildad y sencillez: ¿cuáles son?
Comenzaremos definiendo qué es la humildad: es un valor presente en las personas que son capaces de aceptar sus errores y minimizar sus logros.
Igualmente, puede manifestarse como la actitud de una persona al prestar su ayuda con amor, sin hacer caso de la opinión de los demás.
En segundo lugar, hablamos sobre la sencillez: esta cualidad permite llevar la vida siendo honestos consigo mismos, transparentes y relacionarnos sin ostentación ni protocolos.
Es muy fácil saber qué es ser una persona sencilla, porque su actitud denota que no se cree más grande ni mejor que las demás personas de su entorno.
Una persona sencilla no admite protocolos y es muy informal, mientras que la persona humilde acepta sus errores y empequeñece sus logros, oponiéndose así a la arrogancia.
¿Qué quiere decir que una persona es sencilla?
Como ha sido mencionado con anterioridad, las personas que practican la sencillez no se engrandecen con sus conocimientos y sus conquistas.
Existen diversas diferencias y semejanzas entre humildad y sencillez, porque alguien sencillo no se dedica a dar lecciones a sus semejantes sobre qué hacer o cómo hacer algo.
No lo hacen porque no hablan todo el tiempo de sus aciertos o ganancias, algo que es admirable en ellos. Exteriormente, tienen buenos modales y se visten de forma natural.
Tampoco lucen joyas ni artículos de gran valor, por lo que tampoco se obsesionan con mostrarle al mundo los bienes caros que puedan poseer: conectan la humildad con la sencillez.
Resumimos que la sencillez como valor: está basada en el respeto a los demás ante todo sin menospreciarlos, no afanarse por destacar ni tener necesidad de admiración.
¿Qué es ser una persona humilde y sencilla?
Si quieres saber ¿cómo ser una persona humilde y sencilla?, considera que ambos conceptos están vinculados, y su resultado final es el respeto con el que tratamos a la gente.
No obstante, debemos dejar en claro que ser sencillo no es igual a una personalidad fácil, sino natural y verdadera: alguien sencillo tiene una forma de ser pura y transparente.
La sencillez no necesita hacerse notar para ser única. Asimismo, cuando hablamos de algo o alguien sencillo nos referimos a que es fiel a su esencia sin mostrarse diferente.
Por otra parte, practicar la humildad debe ser un hábito diario, porque así aprenderemos a ser cercanos y honestos con la gente que nos rodea.
De esta forma, nos transformaremos en personas de calidad, mientras contagiamos a las otras personas con nuestros gestos y nuestras sonrisas.
Características de una persona humilde y una persona sencilla
Una persona humilde se manifiesta así:
- Acepta sus errores y aprende de ellos para no cometerlos de nuevo.
- Valoran el esfuerzo y el trabajo de las personas que se encuentren con ellos.
- Llevan su vida con honestidad.
- No presumen de nada que sean o tengan.
Algunos ejemplos de humildad y sencillez
Ejemplos de Humildad
- “La tenista que ganó el campeonato visitó la escuela de la comunidad”.
- “El cantante que ganó el premio a la mejor voz comparte sus conocimientos en la escuela de música”.
Ejemplos de Sencillez:
- “Germán es un buen muchacho, no le hace trampa a nadie”.
- “El sacerdote compartió con los vecinos durante varias horas”.
Consideraciones finales sobre la humildad y sencillez
Es conocido que la sencillez y la humildad son grandes valores. En primer lugar, la humildad es el pilar de toda grandeza, porque para crecer debemos aprender que somos pequeños.
Cuando somos humildes, somos sinceros y desterramos todo lo superficial, garantizando de esta manera nuestro bienestar emocional.
En otro orden, cuando somos sencillos también somos espontáneos y naturales, preferimos la informalidad porque nos disgustamos de la ostentación y los protocolos.
Así, las personas sencillas se unen entre sí y encuentran un mundo de cariño y verdad con el cual pueden solventar cualquier situación complicada, saliendo airosos ante ellas.