El botánico británico, Arthur Tansley; acuñó en el año 1935 el término “ecosistema”, refiriéndose al sistema natural en el cual se desarrolla y se mantiene la interacción entre el medio físico y los organismos vivientes, sí, desde un pequeño jardín o un pozo hasta un bosque o un planeta.
Solo es válida la palabra ‘ecosistema’ cuando existe una relación entre factores bióticos –organismos vivos – y factores abióticos – medio físico –, haciendo de ésta su principal característica, cuya le diferencia del concepto de bioma.
¿Qué es un Ecosistema?
El ecosistema comprende un sistema natural formado por un conjunto de organismos vivos en correlación e interacción con un hábitat.
Este último debe proporcionar las condiciones ambientales necesarias para que prospere la vida de los tres componentes indispensables: productores, consumidores y descomponedores.
Un ecosistema está dividido entre factores bióticos y factores abióticos. Los factores bióticos representan todos los seres con vida en el ecosistema, como: plantas, animales, microorganismos, etc.
Por otro lado, los factores abióticos comprenden a los elementos inanimados que forman parte del ambiente, como: aire, agua, suelo, minerales, temperatura, luz y más.
Un ecosistema necesita de un funcionamiento cíclico entre sus diversos elementos, por lo que cada pieza es imprescindible. Alterar un ecosistema con la introducción o el retiro de uno de sus elementos podría cambiarlo radicalmente.
Por ello la importancia de cuidarlo a través de las medidas ecológicas, pues mientras las alteraciones no sean trascendentes – como sí lo son las extinciones de especies, contaminación, deforestación y más – no existirán transformaciones significativas en la calidad de vida de cada ser vivo.
Tipos de Ecosistemas
Existen tres tipos principales de ecosistemas en nuestro planeta Tierra. Estos se clasifican según la zona en que se encuentren y a su vez, se subdividen según el tipo de vegetación y/o clima existentes. Los tipos de ecosistemas son: terrestres, acuáticos y mixtos.
1. Ecosistemas Terrestres
Tal y como lo indica su nombre, estos ecosistemas son aquellos que tienen lugar sobre la superficie terrestre, en los cuales podemos encontrar: bosques, selvas, desiertos, matorrales y otros.
2. Ecosistemas Acuáticos
Se conocen como ecosistemas acuáticos todos aquellos que se encuentran bajo el agua, donde especialmente habitan peces, reptiles, algas, corales y algunos mamíferos. Estos ecosistemas comprenden desde mares, océanos, lagos hasta ríos, pantanos, ciénagas y más.
3. Ecosistemas Mixtos
Existen especies que necesitan de ambos ecosistemas para vivir, por lo que se le define a estos ecosistemas mixtos como las zonas en las que tanto agua como tierra están presentes y cohesionados, como lo son: costas, playas y humedales.
Componentes de un Ecosistema
Un sistema necesita de componentes, y en este caso, los que conforman a un ecosistema son tres: productores, consumidores y descomponedores. Cada uno de estos elementos bióticos cumple con una función indispensable para mantener el equilibrio requerido.
a. Productores
Los organismos productores son aquellos que realizan el proceso de la fotosíntesis y son capaces de ser autosustentables, pues pueden crear su propio alimento. Entre éstos encontramos a las plantas, árboles, algas y más.
b. Consumidores
Son los seres vivos encargados de nutrirse de diversos tipos de alimentos según su tipo de alimentación. Los herbívoros consumen las hojas y los frutos de las plantas.
Entretanto los carnívoros se alimentan de la carne de otros seres vivos en la llamada cadena alimentaria. Éstos proveen materia orgánica al suelo una vez que mueren.
c. Descomponedores
Los organismos descomponedores se alimentan de los desechos y restos de los seres vivos, especialmente de los consumidores. Éstos proveen el alimento necesario al suelo, algo que necesitan las plantas para seguir produciendo nutrientes. Entre éstos encontramos: hongos, bacterias y más.
Características generales de los Ecosistemas
Los ecosistemas se caracterizan por ser sistemas dinámicos y cíclicos, en los que cada elemento contribuye de cierta manera en específico tal y como lo acabamos de explicar.
Asimismo, éstos son vulnerables y aunque son hogar de especies que no se apartan del bioma en ningún momento, en ciertas temporadas o estaciones sufren modificaciones inhabitables para algunos organismos, como por ejemplo: cuando llega el invierno algunas aves se desplazan hacia otros ecosistemas más adecuados.
Los ecosistemas también se pueden considerar como sistemas complejos e incluyentes, en los que participan cada uno de los materiales y organismos presentes, desde una bacteria hallada en la humedad de una roca hasta factores como el clima, la vegetación, el suelo y los mismos seres humanos.
No hay dudas de que, así como el ciclo del agua o el ciclo del nitrógeno, el ciclo de los ecosistemas es uno de los más importantes y fascinantes de todo el planeta.
Importancia de los Ecosistemas
Los ecosistemas permiten que la vida se mantenga y prospere a través de retribuciones cíclicas entre todos los componentes. Éstos preservan y estimulan la biodiversidad, ¿y qué beneficio tiene ello? Ya vamos hacia allá.
Resulta que mientras exista mayor biodiversidad de especies y organismos en un ecosistema, la capacidad de recuperación es mucho más rápida. Esto se debe a que a mayor número de organismos, la reducción y la absorción de los efectos ambientales será más rápida y menos letal.
Y es que como habéis visto, en este caso, no es tan sustancial hablar de la importancia de los ecosistemas, sino de la importancia de su cuidado y conservación.
Las técnicas de deforestación, quema de bosques y selvas provocan un desbalance en los ecosistemas que alteran significativamente la flora y la fauna. Estos daños al hábitat tardan en sanar mínimo miles y hasta millones de años.
En el caso de las especies, hay muchas que logran sobrevivir y adaptarse a nuevas alteraciones y cambios en el bioma, como diferentes climas, nuevas especies de vegetación, mayor o menor cantidad de seres vivos, etc. Aun así, esto es una medida de resistencia, no de incremento.
¡Conservemos los ecosistemas! Evitemos que los cambios ambientales sean devastadores a corto, medio y largo plazo tanto para los animales, como para las plantas y para nosotros mismos.
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