La Guerra De Los Mil Días fue un acontecimiento bélico que vivió Colombia durante el siglo XIX frente al conflicto que existía entre los liberales y conservadores por el poder.
A lo largo de la historia Colombia sufrió un fuerte conflicto durante la época del siglo XIX, una batalla que se originó gracias a la disputa que existía entre los conservadores y liberales. Estos acontecimientos se llevaron a cabo desde 1888 a 1900 y Panamá participó como un departamento más del país colombiano.
En el año 1899 el partido político conservador estaba dividido en dos corrientes: Los Nacionalistas y los Históricos.
Los primeros estaban conformados por personajes de renombre como Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro. Mientras que el segundo grupo eran los liberales, quienes tenían sed de libertad, luchaban contra las injusticias que se vivían en la nación.
Causas de la Guerra de los Mil Días
Esta guerra en tierras colombianas lleva este particular nombre porque duró precisamente 1000 días o tres años y se produjo durante el mandato de Manuel Antonio Sanclemente de 85 años de edad.
La trayectoria política de Sanclemente era completamente autoritaria, además estaba en medio de una deplorable y creciente crisis económica. Estos aspectos sumaron a las críticas que ya había conseguido su antecesor, Rafael Núñez, quien comenzó su mandato en el año 1884 a través del respaldo del Partido Conservador.
Núñez había anulado la Constitución Federalista de Rionegro de 1863 y la sustituyó por la Constitución de Colombia de 1886 que era del estilo centralista.
A esta época la llamaron la Regeneración y es fue porque se impusieron un sinfín de reformas, mejorando todos los sectores administrativos, al igual que la relación con la iglesia católica.
Es por ello que, la iglesia siempre estuvo de acuerdo con el lado de los conservadores durante toda la guerra, buscando siempre seguidores para esta importante causa a través de la prédica religiosa.
Esta situación molestó a los liberales, quienes tomaron la decisión de tomar la ciudad de Bucaramanga. Sin embargo, las fuerzas oficiales tomaron el control muy rápidamente a pacificar el estado dado el desorden público que estaba amenazando a la localidad.
Las fuerzas oficiales fueron asignadas para apaciguar el conflicto hasta donde se ubicaba el centro del problema: la ciudad de Santander.
Durante 3 años esta guerra civil azotó a toda Colombia, arrebatándole la vida a cerca de 100.000 mil nacionales, es decir, al menos el 2.5 % de la población que residía en el país en aquella oportunidad. La nación sureña contaba con apenas 4.000.000 millones de habitantes,
Hechos que Marcaron la Historia
Desde el inicio esta guerra se intensificó hacia los liberales rebeldes, quienes fueron derrotados en el río Magdalena el día 24 de octubre del año 1899.
Esta guerra fue conocida como la de los 1000 días, sin embargo, se extendió un poco más de 1100 días llenos de batallas intensas, tales como la de Palonegro y la de Peralonso, llenando de muerte a todo el territorio nacional.
Tanto el bando de los liberales como el de conservadores tenían personajes de gran interés: Foción Soto, Benjamín Herrera y Rafael Uribe, a pesar de haber creado una guerrilla optaron siempre por las batallas abiertas y con tropas numerosas.
Esta guerra llamó la atención de las fuerzas armadas de otros países cercanos, tales como: Venezuela, Nicaragua, Panamá, Ecuador. Estados Unidos también estuvo presente, rindiendo su apoyo pleno y total al Gobierno Conservador hasta culminar este conflicto.
En el año 1902 la cantidad de enfrentamientos había reducido drásticamente, ya que el gobierno decidió impulsar una nueva embestida militar. A su vez, brindándoles a los revolucionarios una posibilidad extensa de indulto para que entregaran sus armas y dejarán de movilizarse.
Consecuencias de la Guerra de los Mil Días
Este hecho bélico llevó a ciertas negociaciones con los liberales. El resultado final, fue la firma de distintos tratados de paz, de los que resaltan:
1. El tratado de Neerlandia
Refrendado el 24 de octubre por Rafael Uribe, donde se impartió una tregua entre ambos bandos, reconociendo a los rebeldes como luchadores y se les otorgaba una PAZ con total garantía.
El Estado se comprometía a liberar a todos los encarcelados políticos, garantizando su resguardo y por supuesto, el fin de la guerra.
2. Tratado de Wisconsin
Aprobado el 21 de noviembre del mismo año por los liberales Benjamín Herrera, Lucas Caballero, Eusebio Morales, mientras que por parte del Gobierno estaban Alfredo Vázquez Cobo, Víctor Manuel Salazar.
Durante este acontecimiento la guerrilla liberal mantenía la posibilidad de seguir enfrentándose desde Panamá, quienes contaban con diez mil hombres e instrumentos bélicos suficientes.
Los puntos a tratar eran: la libertad absoluta de los presos políticos y de guerra, extensa amnistía y garantías totales para todos individuos que estaban comprometidos por la revolución.
Además, el decreto del congreso para estudiar las negociaciones sobre el Canal de Panamá, el control de la economía pública, el equilibrio de la deflación y también, la devaluación.
3. Tratado de Chinácota
Originado al norte de Santander y pactado entre los representantes liberalitas de Foción Soto y Ramón González Valencia por parte del Gobierno de turno. Este pacto ampararía a los revolucionarios que aún pertenecían a este pequeño y reducido grupo en esta localidad de la nación.
Luego de todos estos desenlaces y por medio de una nueva administración pública del empresario y General Rafael Reyes, se comenzó a trabajar en pro de la reconstrucción nacional.
Desde entonces y hasta la fecha, el entorno industrial (minería, refinerías, plantas eléctricas, textil, motriz, agrícolas, etc.) floreció visiblemente, logrando cautivar la confianza de todos los colombianos.
Finalmente…
Lo descrito anteriormente, generó la paz y tranquilidad de toda Colombia durante los últimos tiempos, promoviendo el desarrollo de las industrias, entre otros beneficios más para la nación.