El cuidado del medio ambiente es fundamental para la preservación de la vida del planeta y la supervivencia de los seres humanos. Nadie está exento de las consecuencias que implica no cuidarlo, por lo que esta causa es una tarea fundamental.
Cuando se habla de este concepto se hace alusión a cualquier actividad o acción que se emprenda en función de la protección de los recursos naturales y los ecosistemas.
Además de los espacios físicos autóctonos también es prudente evaluar el papel del agua, la flora y la fauna silvestre que se ubica en los bosques de todo el mundo, pues cada uno de sus actores y complementos permite la existencia de lo que se conoce.
Entender los preceptos fundamentales al respecto es hacer consciencia de cómo las tareas pequeñas son capaces de generar enormes cambios en la huella ecológica y en el estado general del entorno ambiental.
Cuidado del medio ambiente: Ejemplos
Desde las etapas más tempranas de la vida es necesario infundir en los niños la importancia de preservar el ambiente en donde se encuentran, considerándose a sí mismos parte de él. A continuación, algunas formas de contribuir con el problema y otras de ser parte de la solución.
1. En el agua
Una forma muy sencilla de desarrollar esta práctica es la gestión o tratamiento de la basura, que debe ser depositada en los envases dispuestos para ello, y no tirada en la calle. Cuando los residuos son abandonados en sitios inadecuados terminan llegando al mar.
El peligro de ensuciar las aguas con desechos de uso humano es que los materiales dañan los ecosistemas de los animales y terminan por asfixiarlos. También existe el caso de que los peces ingieren las partículas de suciedad, que terminan integrándose a la cadena alimenticia como un ciclo.
Igualmente, afectan los derrames de sustancias tóxicas que contaminan los cauces de los ríos, mares y lagunas, pues muchas de estas masas acuáticas tienen algún tipo de comunicación.
2. En el aire
Considerar ciertos aspectos permitirá que el deterioro medioambiental no sea tan acelerado como de costumbre, ya que con cambiar de hábitos la diferencia puede ser mucha. El uso de aerosoles, combustión, emisión de humos negros, fundición, basura radioactiva y procesos nucleares o atómicos son parte del problema.
Para evitar la contaminación del aire, es mejor optar por viajar en medios de transporte público que en carros particulares, debido a que mientras más vehículos circulen, mayor será la emisión de gases tóxicos que agravan el efecto invernadero y dañan la capa de ozono.
Además, al permanecer todos estos químicos en el ambiente forman parte del aire que se respira e ingresan en el organismo, con la posibilidad de generar afecciones de la salud respiratoria, como asma, fatiga, rinitis o bronquitis.
3. En el suelo
La acumulación de basura produce hedores que son molestos y suelen causar afecciones severas en la piel, proliferación de plagas y diseminación de roedores. Pero el efecto de los suelos contaminados va mucho más allá.
El estado de la superficie suele infiltrarse a las capas más internas, modificando la composición de los terrenos. Por ejemplo, donde existe un vertedero, no se puede extraer agua de algún manantial o pozo subterráneo, ya que esta podría estar muy expuesta a contaminantes.
Derrames o fallas operativas en la extracción de hidrocarburos deterioran los suelos y les hacen perder su potencial fértil para la siembra. Actividades como la minería, labor industrial, agricultura no controlada y sobreexplotación de los recursos son dañinas en este sentido.
El reciclaje y el cuidado del medio ambiente
Además de hacer consciencia de las acciones que limitan la preservación medioambiental, es prudente accionar y trabajar por hacer contribuciones contundentes en la lucha contra el deterioro de la naturaleza.
Una de las tareas más populares y efectivas es el reciclaje, que busca dar un propósito adicional a materiales que podrían ser desechados tras su utilización. Su práctica aplica a casi todos los materiales sobre el planeta.
Existe una gran cantidad de beneficios del reciclaje, entre los cuales destaca una menor explotación de los recursos naturales, disminución de la contaminación y contracción de los desechos sólidos.
Muchos de los plásticos que circulan en el mercado se realizan con base en el petróleo y otros hidrocarburos, y si estos materiales se reutilizan será posible preservar por más tiempo estas sustancias que entran en las fuentes de energía no renovables.
Beneficios económicos
Reciclar, en función del cuidado del medio ambiente, es beneficioso para el planeta y para la situación económica personal. Si en lugar de desechar las botellas de vidrio de consumibles, se utilizan para formar parte de la utilería de cocina, será posible ahorrarse algo de dinero.
Para reutilizar se debe tener un poco de creatividad y muchas ganas de sacar provecho de los objetos de un solo uso, que pueden contribuir con la decoración, el jardín o las tareas infantiles.
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