En el siguiente artículo, desglosaremos las características de la tragedia, un género que combina lo dramático, lo triste, y lo osado en una máxima expresión de arte.
¿Qué es la tragedia?
Se puede decir que la tragedia es un género dramático caracterizado por la representación de temas graves y elevados que conducen a su protagonista a un desenlace fatídico y triste.
Asimismo, como tragedia también podemos referirnos a una obra dramática donde predominan rasgos de la tragedia griega clásica.
La palabra, en este sentido, proviene del latín tragoedĭa, y este a su vez del griego τραγῳδία (tragodía).
Autores relevantes
Los autores más importantes, aclamados y de los cuales se tienen grandes registros, de la tragedia griega fueron Sófocles, Esquilo y Eurípides.
No obstante, existieron autores como el inglés William Shakespeare o Goethe quienes siguen considerándose como cúspides literarias de la tragedia.
Ya que su estilo, su imaginación, y su excelentísimo talento han llevado a la cima a este género dramático.
Otros significados
Por otro lado, una tragedia también puede ser una situación lamentable o un hecho desgraciado, que puede afectar tanto a una persona o hasta sociedades enteras.
Desastres naturales, accidentes de gran magnitud, son eventos de carácter trágico.
Por ejemplo, la pandemia por Covid-19 es una tragedia que ha afectado a toda la sociedad mundial, y nos ha obligado a tomar medidas nunca antes vistas.
Características de una tragedia
La tragedia, como género teatral, es una expresión literaria que se origina en el albor mágico y hasta ambiguo de la Antigua Grecia.
Como tal, era compuesto en verso y en un tono elevado, que representaba la historia de un personaje que, por pasión o por fatalidad, era conducido a su caída.
Con esto se refería a su muerte o tal vez a su destrucción moral.
En este sentido, en ella predominaban los conflictos, las guerras y las lúgubres pasiones humanas.
En ella, además de los actores, participaba también un coro.
Los temas en los cuales se basaba eran tomados de la antigua épica, centrados en lo más cruel del sufrimiento y las peripecias de la vida humana.
Su representación, por otro lado, generaba en el espectador una respuesta emotiva purificadora que Aristóteles reconocía como catarsis.
Estructura de una tragedia
La tragedia como género teatral originado en la Antigua Grecia, se estructuraba con un prólogo, un párodo, un éxodo y sus episodios:
1. Prólogo
Esto se trata de lo que precede la entrada del coro.
2. Párodo
Este es el cántico de entrada del coro, casi siempre lírico y sutil, como poesía hecha música, tal cual como lo es el mismísimo teatro.
3. Éxodo
Se trata del cántico que marcaba la retirada del coro, muy lindo y lleno de las emociones que enmarcaban a la obra.
4. Episodios
Y por último, lo más importante, las partes propiamente dramáticas de la tragedia. Son estas las que narran los sucesos que se van desencadenando.
En ellos, la obra transcurre y la tragedia se va apoderando de las vidas de nuestros personajes, quienes cada vez se van volviendo más y más infelices e inestables emocionalmente.
Tragedia y comedia
La tragedia y la comedia son subgéneros dramáticos de características muy dispares.
En este sentido, se diferencian en que mientras la tragedia representa acciones elevadas, en las cuales se entretejen las pasiones de personajes.
Casi siempre nobles y dioses, en la comedia suelen predominar los temas leves y los aspectos festivos y humorísticos de la vida.
Representados por personajes graciosos o populares, de orígenes bajos, que mueven a la risa, que generan gran sensación en el público.
Las risas retumban en el teatro al momento de representarse, cada acción es una sátira, una burla, una acción común del día a día.
Pero que en la comedia parece jocosa y hasta interesante.
Por otro lado, la tragedia suele acabar con un desenlace infausto para su protagonista, con trama y acciones nada bonitas y llenas de dolor y crueldad.
El público siempre suele mostrar compasión para con los personajes.
Mientras que en la comedia el final tiende a ser feliz y hasta bonito.
Tragedia y drama
Antiguamente, el drama era un término que abarcaba todas las obras del género dramático, incluidos, por ejemplo, subgéneros tan dispares como la comedia o la tragedia.
No obstante, actualmente suele distinguirse la tragedia del drama.
En este sentido, la tragedia se caracteriza por la representación de acciones y situaciones graves, como ya lo habíamos mencionado con anterioridad.
Protagonizadas por personajes nobles enfrentados a sus pasiones, y que, por lo general, tienen un desenlace fatídico y triste.
El drama, por su parte, vendría a ser un tipo de representación donde predominan situaciones tensas y pasiones conflictivas, donde el personaje se enfrente a sus emociones.
Que mueven al espectador hacia una respuesta emotiva, conmovedora y a veces reflexiva.
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