En esta oportunidad descubre 5 cuentos cortos para dormir profundamente, que te ayudarán a conciliar el sueño, introduciendote en el maravilloso mundo de la lectura infantil.
¿Qué es un Cuento?
Un cuento es un relato breve que posee una estructura sencilla y fácil de comprender, existen diferentes tipos de cuentos, como por ejemplo: los cuentos de hadas, de terror o cuentos de fantasía.
Los cuentos son un tipo de relato que resulta ser muy frecuentado durante la infancia y adolescencia, puede narrar hechos reales o fantásticos y comúnmente posee pocos personajes dentro de la trama.
Normalmente es el relatado desde la perspectiva del narrador que conoce todos los hechos y a cada uno de los personajes, a veces el cuento es escrito desde la perspectiva del mismo narrador como personaje principal.
Los Mejores Cuentos Cortos para Dormir
1. Los Tres Cerditos
Había una vez tres hermanos cerditos que eran constantemente perseguidos por un terrible y fiero lobo, como solución a su precario problema resolvieron construir cada quien su casa, y así refugiarse de aquel lobo malhechor.
El hermano menor decidió construir una casa de paja, no sería muy resistente pero le quedaría tiempo de sobra para jugar, el hermano de en medio decidió construir una casa de madera, sería más resistente que la del primer hermanito y le quedaría tiempo.
El mayor decidió que haría su casa de ladrillo y concreto, tardó mucho tiempo y no pudo jugar. El día que llegó el lobo todos huyeron a esconderse en sus casas, la primera casa que el lobo derrumbó con sus insistentes soplidos fue la de paja.
El hermano menor corrió a esconderse dentro de la casa de madera, que igual fue derrumbada.
De este modo los tres cerditos terminaron refugiados en la casa de ladrillo de su hermano mayor, casa que el lobo no pudo derrumbar.
Así, los dos cerditos menores entendieron que debían ser menos confiados y más perseverantes en sus tareas, ya que después quedaría tiempo de sobra para jugar los tres.
2. El Patito Feo
Mamá pata estaba muy feliz ya que sus hijos estaban a punto de nacer, todos eran muy bellos excepto para su disgusto un patito que era realmente feo y desgarbado.
Debido a su fealdad este patito recibía muy malos tratos y ni un poco de cariño, así que decidió huir de aquel sitio donde no era deseado.
Llegó a una granja donde era bien recibido y nunca le faltaba comida.
Un día escuchó a la señora de la granja decir que era momento de comérselo, estaba lo suficientemente gordo, el patito feo corrió por su vida y logró escapar.
Vago durante semanas hasta llegar a una laguna repleta de cisnes, miró su reflejo en el agua cristalina y se dio cuenta de que él también era un bello cisne.
Fue entonces cuando se dio cuenta que después de tanto vagar había encontrado su hogar.
3. Caperucita Roja
Había una vez una niña conocida en el pueblo como Caperucita Roja, ella era curiosa y a veces debido a su curiosidad desobedecía a su madre.
Un día la madre de mencionada niña la envió en una tarea.
Debía ir a llevarle una cesta con miel y torta a su abuela, ya que estaba enferma y eso la haría sentir mejor, pero antes de irse le advirtió que no se desviara del camino ni hablara con extraños.
Caperuza como casi siempre hizo caso omiso a la advertencia de su madre y se desvió del camino, se topó con un lobo, persuasivo que le preguntó su destino y caperucita de confiada le contó que iba a la casa de su abuela.
El lobo que conocía un atajo llegó primero a la casa de la abuela y la engulló de un bocado, se disfrazó con sus ropajes y se acostó en la cama.
Cuando la niña entró en la casa encontró a la falsa abuela tendida en la cama.
El lobo se comió a caperucita de un bocado y se hecho a dormir. Después de un rato paso un leñador que al observar dicha escena se imaginó lo sucedido, encontró al lobo y sacó de su enorme barriga a Caperucita y su abuela.
4. El Hilo Rojo del Destino
Había una vez un rey que buscaba casarse y ordenó a los guardias traer ante su presencia a una vieja bruja que decía poseer el don de ver el hilo rojo que une las almas de dos personas que fueron destinadas a estar juntas.
Como el rey ordenó así fue, y si la bruja deseaba conservar su vida debía encontrar el otro extremo de ese famoso hilo.
Después de recorrer y atravesar varios pueblos encontraron a una mujer en el mercado con una bebé en brazos.
La bruja le dijo al rey que allí acababa su búsqueda, era el otro extremo de su hilo rojo, este al sentirse ofendido empujo a la mujer e hizo que en la frente de la bebé se abriera una herida a causa del impacto.
Tiempo después decidió casarse con la hija de un terrateniente, aconsejado por la junta de sabios.
El día de su boda, vio entrar una hermosa mujer, y al levantar su velo se dio cuenta de que poseía una particular cicatriz en su frente.
5. La Princesa y el Guisante
En una noche de tormenta apareció en el castillo una dulce mujer que tocó la puerta insistentemente, los reyes de aquel antiguo reino bajaron las escaleras para atender el llamado.
Al abrir la puerta se encontraron con la joven doncella que era todo un personaje, aseguro era la princesa del reino más cercano y pidió asilo por esa única noche.
La reina, madre del príncipe, al observar que este quedó prendado de la dama ideó un plan.
Como quería que solo se casará con mujeres de auténtica nobleza se decidió a comprobar el título que dijo poseer la joven, así que colocó un guisante debajo de la cama donde dormiría la muchacha esa noche.
Al despertar le preguntó a la joven si había dormido bien, la chica torció el gesto y le contestó que realmente no había podido dormir bien, que sentía que algo la incomodaba y amaneció con moretones en su cuerpo.
La mujer complacida le contestó que era porque ella había colocado un guisante debajo de su cama como una prueba, ya que solo la gente noble y de poder era tan delicada como para afligirse por cosas tan insignificantes.
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