Estos son algunos ejemplos de prólogos cortos que podrán servirte de guía para conocer qué es un prólogo y cómo podemos escribir un buen prólogo de manera eficaz y acertada.
El prólogo es un tipo de texto generalmente corto que nos ayuda a introducir al lector para que se haga una idea de lo que hallará en resto del libro.
Ejemplos de prólogos cortos
Las características de un prólogo salen a flote apenas nos topamos con el mismo, pues se trata sencillamente de un discurso breve que precede a la obra, sirviendo de introducción.
Estos ejemplos de prólogos sencillos que encontrarás a continuación, son casos hipotéticos, no son los prólogos reales de las obras mencionadas, se trata de ejemplos ficticios que servirán como guía.
1. El principito – Antoine de Saint-Exupéry
El Principito es una obra sin tiempo ni época, que plasma entre sus páginas la historia de un jovencito que vive aventuras viajando de un planeta a otro.
Antoine de Saint-Exupéry relata estas aventuras desde la perspectiva inocente de un niño, creando una compilación de escenas fantásticas que se acoplan a cualquier edad o época.
Si quisiéramos hacer una descripción simple de la obra que nos ocupa, bastaría con toparnos directamente con algunas de las frases más características de su contenido.
Entre las frases del Principito más cautivadoras, hallamos “Lo invisible es esencial a los ojos, solo con el corazón se puede ver bien”, en esta línea se resume esta obra.
Ciertamente, lo esencial de la vida es invisible a la percepción simple, debemos ver con los ojos del corazón, y esta es la lección que nos deja este cuento.
2. Hamlet – William Shakespeare
Hamlet es una historia de drama y tragedia, que recurre la locura incierta a través del esplendor litúrgico que siempre ha caracterizado a su autor, William Shakespeare.
Como bien es fácil de entender, la poética que ocupa al lector, al ser escrita por el afamado dramaturgo Shakespeare, no es sino más que una compilación de reflexiones constantes.
En la obra, organizada para ser puesta en escena, nos muestran la decadencia de la estabilidad mental del propio protagonista, quien busca vengar la muerte de su padre, el rey.
Tras toparse con una visión que asegura ser su propio difunto padre, que vaga condenado en sed de venganza, el propio príncipe Hamlet comienza a dudar de su propia cordura.
3. Crepúsculo guajiro – Reinaldo de Fernández
En la árida tierra de la Guajira, un joven poeta escribe para su gentilicio y su cultura, enalteciendo cada aspecto maravilloso de sus raíces wayuu, a través de la poesía.
La obra relata cómo Reinaldo de Fernández describe el paso de una vida que recorre con pasión y amor la tierra de Sinamaica, situada en Venezuela.
Sin más que un lápiz y un cuaderno, el joven se arma para inmortalizar entre las páginas el lugar donde ha nacido, donde su propia existencia toma origen.
A través de poemas cortos, se retrata cada uno de los encantos hechizantes de los paisajes propios de la tierra, salpicados de frases en wayuunaiki.
Una verdadera pieza de arte, referente de la cultura wayuu y de la historia indígena latinoamericana, que retrata el orgullo del autor por sus raíces.
4. Yo antes de ti – Jojo Moyes
La historia conjunta sobre cómo el destino une a dos personas que no podrían ser más distintas entre sí, pero cuya influencia en la vida del otro ha sido imprescindible.
Todo inicia con la joven Louisa Clark, quien se verá impactada por la vida que llevó alguna y vez William Traynor, y la vida que ahora lleva, sin mayor entusiasmo.
Yo Antes de Ti puede ser descrito como mucho más que una novela romántica, llega a rozar la introspección del ser, la comedia, la tragedia y el crecimiento como humanos.
Esta obra está escrita para aquellos cuyo corazón no ha sido tocado aún por la tragedia, y para aquellos que han llorado ya una ausencia.
5. Hija de la fortuna – Isabel Allende
Sin nada menos que esperar de ella, Isabel Allende ofrece en su obra, Hija de la Fortuna, un recorrido profundo que retrata la liberación de una mujer tras sus batallas.
Ya conocida por su literatura impregnada de personajes femeninos que se destacan por fuertes, valientes e ingeniosos, Allende describe así mismo a Elisa Sommers.
La joven que protagoniza esta obra deberá no solo crecer sin conocer la verdad de su procedencia, sino que además su pasión amorosa la hace capaz de cruzar mares enteros.
En busca de su amante prófugo de la responsabilidad que le llama, Elisa zarpa escondida como polizonte desde Chile hasta San Francisco, y termina por encontrarse a sí misma libre.
Al comenzar esta obra, prepárense para giros inesperados, aventuras impredecibles y viajes profundamente emocionantes, que llenarán de emoción a su lector.
Los tipos de prólogos
No solo es útil saber qué es un prólogo por sí solo, sino que resulta completamente imprescindible conocer que existen diversos tipos de prólogos que podemos llegar a descubrir.
Bien hemos establecido ya que un prólogo es una presentación que le damos al lector, de manera resumida sobre lo que se encontrará dentro de la obra, ¿cierto?
Pues bien, además de eso, es pertinente recalcar que los prólogos pueden dividirse según su tipo y estilo dentro de las categorías que desglosaremos a continuación.
a. Prólogo analítico
El prólogo analítico es sumamente fácil de identificar, pues se trata básicamente de realizar un estudio sistemático y analítico de la obra a prologar.
b. Prólogo literario
El prólogo literario es aquel que en sí mismo posee un valor estético, que añade a la obra no sólo una descripción introductoria sino también una pequeña porción artística.
c. Prólogo autoral
También llamado como “Carta al Lector” o “Nota del Autor”, el prólogo autoral, como bien indica su nombre, es realizado por el mismo autor de la obra prologada.
d. Prólogo editorial
El prólogo editorial se caracteriza principalmente por ser escrito por los editores de la obra, y suele implementarse en rescates de historias antiguas.
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