Aprende sobre cultura y amplía tu vocabulario con estos 10 ejemplos de refranes con juegos de palabras para compartir con tus amigos y los más pequeños de la casa.
10 Ejemplos de refranes con juegos de palabras
Un juego de palabras consiste en utilizar una palabra en un contexto donde pueda ser entendida por más de un mismo significado.
Lo mejor de los juegos de palabras es que ayudan en el proceso de aprendizaje, ya que requieren de cierto esfuerzo e ingenio para comprenderlos.
Ejemplos de refranes con juegos de palabras
1. “No por mucho madrugar amanece más temprano”
Este refrán nos enseña que no hay que tener prisa siempre, todo ocurre a su tiempo, e intentar forzar las cosas no nos llevará a nada.
Además, hay cosas que solo el tiempo puede curar. Aunque no nos guste, lo único que podemos hacer es dejar que el tiempo pase.
2. “Persona que es curiosa tiene un refrán para cada cosa”
A veces, los refranes utilizan recursos poéticos, como la rima o las metáforas, para embellecer la enseñanza y facilitar el aprendizaje. Este es un ejemplo de refrán con rima.
La curiosidad es el primer paso para aprender, y quien aprende mucho suele tener refranes a mano para todas las ocasiones.
3. “Zapatero, a tus zapatos”
Este ejemplo de refrán con analogía nos dice que, quien sabe mucho de un tema, debería centrarse en opinar sobre ese tema. Por supuesto, tampoco hay que ser extremistas.
Aunque no sepamos todo sobre un tema, todos tenemos derecho a opinar. El refrán se refiere a que no hablemos como si tuviéramos la razón si no estamos seguros.
4. “A palabras necias, oídos sordos”
En relación al anterior, este refrán nos dice que si alguien habla sin saber, nos acusa sin entender la situación o simplemente no quiere atender a razones, lo ignoremos.
La vida está llena de oportunidades y no podemos desperdiciar nuestro tiempo ni energías en aquellos que no están dispuestos a escucharnos y que solo quieren tener la razón.
5. “Errar es humano y rectificar es de sabios”
Aún así, ¿Quién nunca se ha equivocado? Si consideramos que hemos cometido un error, no hay nada de malo en asumirlo abiertamente y pedir disculpas por ello.
No podemos esperar que los demás nos disculpen si pedimos disculpas, pero hacerlo es el primer paso que debemos dar para enmendar cualquier mal que hayamos causado.
6. “A caballo regalado, no le mires el diente”
Este ejemplo de refrán corto nos habla sobre la gratitud, sobre que no hay que menospreciar aquellos detalles que otras personas tienen con nosotros.
Por obvio que suene, a veces nuestras expectativas pueden llevarnos a desear más de lo que es posible dar. Es importante entender cada regalo en su contexto, y agradecerlo.
Es común que incluso menospreciemos detalles pequeños, como un cumplido. Se vive más feliz cuando aprendemos a enfocarnos en lo positivo y obviar lo negativo.
7. “Si deseas el bien, haz el bien”
Somos lo que hacemos, y recibimos lo que damos. Si haces algo bueno por los demás, descubrirás como otros pueden recompensarte con una bondad similar a la que ofreces.
Debemos dar el ejemplo y comportarnos debidamente, tal como nos gustaría que nos tratasen, para así inspirar a otros a ofrecernos un trato cordial y justo.
8. “Tropezar dos veces con la misma piedra”
Es más común de lo que parece cometer el mismo error dos o más veces. Esto no significa que seamos tontos, ni que no hayamos aprendido la lección.
Tomamos decisiones basadas en lo que deseamos y sabemos en un momento determinado. Quizá seguimos deseando lo mismo, y por eso cometemos el mismo error.
No importa cuánto te equivoques, lo importante es que eventualmente madurez y seas capaz de darte cuenta tu error.
9. “Mejor tarde que nunca”
Similar al refrán de “mejor poco que nada”, este refrán nos enseña que nunca es tarde para intentar algo, empezar de nuevo o tomar una decisión, no importa el momento.
Es mejor hacer las cosas, aunque ya no sea el momento más idóneo. No vale la pena vivir con arrepentimientos, y solo nos arrepentimos de lo que no pudimos hacer.
10. “A lo hecho, pecho”
¡No te rindas! Las heridas del pasado no deberían jamás encadenarnos y limitarnos. Este refrán nos recuerda que debemos aprender a dejar atrás ciertas cosas y seguir con nuestra vida.
A veces puede ser duro afrontar duelos, ya que las cosas no siempre salen como queríamos, pero la única manera de que deje de afectarnos, es dejar de darle importancia.
Debemos centrarnos siempre en aquello que aún tenemos oportunidad de cambiar, en aquellas cosas sobre las que tenemos control, en el presente y en lo que nos depara el futuro.
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