Sin lugar a dudas, una de las más famosas fábulas es la que conocemos como La Tortuga y la Liebre, una historia popular cuya autoría se le atribuye a Esopo.
Es una fábula que resalta varios aspectos importantes que debemos, como el valor del esfuerzo y la constancia.
La Tortuga y la Liebre
Un día como cualquier otro, estaba la Señora Tortuga paseando por el bosque, lentamente pasito a pasito. Repentinamente, llegó Doña Liebre.
- ¡Hola, Doña Tortuguita! La veo lenta y tranquila. ¿Por qué no camina deprisa?
- Hola, Señora Liebre, siempre tan apurada. Puede que vaya lenta, pero si hablamos de resistencia, nadie me gana. Voy lenta pero segura, así que voy relajada.
Sin embargo, la Señora Liebre se echó a reír diciendo:
- Ay, amiga mía ¡Cómo me haces reír! Lenta no vas a llegar a ningún lado, tienes que apresurar el paso, querida. – Arrogante le decía.
- Claro que llego, no me subestimes. Si quieres, hacemos una carrera y en lo alto de la colina nos vemos.
La Señora Liebre parecía muy divertida con la idea, reía y pensaba que bromeaba con ella. Pero notó que era en serio y aceptó el reto.
-¡Estupendo! Pero no llevas chance contra mí, te lo advierto.
La Señora Liebre lo anunció a todos. Se sentía confiada y a todos les decía:
- Vengan a ver la carrera del siglo. ¡Vamos a ver quién es más rápida, si yo o la pesada tortuga! ¡No podrá conmigo!
En el momento de la carrera, el Sr. Zorro se encargó de dar la señal.
- En sus marcas, listas… ¡FUERA! – Gritó sin titubear.
La Señora Tortuga salió enseguida, pero Doña Liebre se quedó unos segundos para fanfarronear.
- La pasaré en un instante, ya lo verán. – Y entonces echó a andar.
Veloz y muy ágil, iba Doña Liebre en el camino. Pasó a doña Tortuga tan rápido que parecía ir volando. Pronto iba muy adelantada, estaba a mitad de camino.
- Me pregunto por dónde irá la Doña Tortuga. Seguro está muy atrasada, es tan lenta que tardará años en llegar hasta aquí. – Dijo muy risueña la Sra. Liebre para sí misma.
Se detuvo y miró atrás, notando que la Sra. tortuga aun estaba muy atrás. Los demás animales se reían y comentaban entre ellos:
- Que absurda es Doña Tortuga al competir en una carrera, la liebre tiene la victoria regalada, las tortugas son muy lentas.
Aún así, Doña Tortuga no se daba por vencida.
- Lenta pero segura. – Decía caminando decidida.
La liebre se sentía un poco cansada, pues había corrido un largo tramo. Junto al camino observó un gran manzano y se sentó bajo su sombra.
- Ella va muy atrás, no me va a alcanzar. Mientras tanto, bajo este árbol me voy a echar y así mis patas podré descansar.
Aunque no fuera su intención, la liebre pronto se quedó dormida. Mientras tanto, la tortuga caminaba lenta con el ojo puesto en la meta.
- Voy lenta, pero soy la mejor en resistencia. Lenta pero segura, ese es mi lema.
Entonces la tortuga se esforzó un montón para seguir subiendo la colina y sobrepasando a Doña Liebre, que roncaba dormida.
Al llegar a la cima, estaba emocionada, y los espectadores se sorprendieron al ver llegar a Doña Tortuga antes que a la liebre. La audiencia estaba estupefacta.
Cuando al fin despertó Doña Liebre, se encontró una gran sorpresa, ¡Lenta pero segura, la tortuga ganó la carrera!
Moraleja
Si damos nuestro mayor esfuerzo y tenemos autoconfianza podemos alcanzar nuestras metas. Además, nunca debemos subestimar a los demás.
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