Motivada por el amor y la emoción que me causa recordar esas fábulas de mi infancia, traigo esto ¡Un artículo donde recopilamos 5 Fábulas Cortas para reír y soñar juntos!
¿Qué es una Fábula?
Ante todo, exploremos un poco lo que es la fábula como tal y como la distinguimos de otras historias. Las fábulas tienen ciertas cosas características que nos ayudan a diferenciarlas.
Una de las principales distinciones que notaremos en una fábula es que casi siempre están acompañadas de una moraleja. Esta suele estar explicada al final de la narrativa en cuestión.
En ocasiones también sucede que la moraleja no está totalmente explícita en el texto. En estos casos, solo queda insinuada.
Los personajes nos ayudan también a distinguirla. Usualmente los personajes de estas historias son animales u objetos que se comportan y piensan humanamente.
También podemos notar que en muchas ocasiones, las fábulas se enfocan en un valor negativo. Esto con el fin de mostrarnos consecuencias de estos anti-valores y aconsejandonos no cometerlos.
5 Fabulas Cortas con Moralejas
1. El Congreso de los Ratones
Una familia de ratones habitaba en la despensa de una casa, en la casa también habitaba un enorme gato que día y noche los vigilaba, los ratones muy poco salían de la despensa ya que le tenían mucho miedo al gato.
Hasta que llegó el día, los ratones decidieron ponerle fin al problema, convocaron una asamblea a petición del jefe de los ratones que era el más viejo. El jefe de los ratones se pronunció a los presentes.
- Los he reunido para buscarle fin a este problema, no podemos seguir viviendo así, esto es invivible.
- ¡Quiero opinar! – Dijo un asistente a la asamblea – Vamos a ponerle un cascabel al gato y así todos sabremos por dónde camina el enemigo.
Esa interesante propuesta aceptada por todos en la asamblea entre aplausos y felicidad, ellos pensaron que con el cascabel estarían a salvo, porque su sonido avisaría la llegada del gato.
- Sencillo – Dice el jefe de los ratones, para luego opinar – Falta algo muy importante. ¿Quién de todos le va a poner el cascabel al gato?
Al escuchar eso los ratones se quedaron en silencio, ya que no podían contestar esa pregunta. Corrieron inmediatamente a sus cuevas muy tristes, con hambre y sin ninguna solución.
Moraleja
Es más fácil proponer ideas que llevarlas a cabo.
2. El Gusano de Seda y la Araña
Trabajando un gusano su capullo,
la araña, que tejía a toda prisa,
de esta suerte le habló con falsa risa,
muy propia de su orgullo:
“¿Qué dice de mi tela el señor gusano?
Esta mañana la empecé temprano,
y ya estará acabada a mediodía.
¡Mire qué sutil es, mire qué bella!…”
El gusano, con sorna, respondía:
“¡Usted tiene razón; así sale ella!”.
Moraleja
Un trabajo bien hecho, lleva su tiempo, lo que se hace de prisa, queda mal hecho.
3. La Rana y la Gallina
Desde su charco, una parlera rana oyó cacarear a una gallina.
- ¡Vaya! – Le dijo -; no creyera, hermana, que fueras tan incómoda vecina. Y con toda esa bulla, ¿Qué hay de nuevo?
- Nada, sino anunciar que pongo un huevo.
- ¿Un solo huevo? ¡Y alborotas tanto!
- Un solo huevo, sí, señora mía, ¿Te espantas de eso, cuando no me espanto de oírte cómo graznas noche y día? Yo, porque sirvo de algo, lo publico; tú, que de nada sirves, calla el pico.
Moraleja
Al que hace algo se le puede perdonar que lo pregone; el que nada hace, debe callar.
4. El Asno y la Zorra encuentran al León
Un asno y una zorra decidieron acompañarse para ir a cazar. Su objetivo principal era protegerse el uno al otro en caso de avistar algún peligro.
Para nadie es un secreto que muchos animales merodean lo ancho y largo de la selva.
Comenzaron su recorrido y no pasaron muchos minutos cuando… escucharon un pequeño rugido; se trataba de un león. La zorra muy astuta, se adelantó y le hizo una propuesta al felino, mientras su compañero estaba un tanto distraído.
- Si no me dañas, te ayudo a capturar el asno. Pero dame tu palabra.
El león estuvo de acuerdo, y así cerraron aquel aberrante momento.
Rápidamente, la zorra convenció a su amigo de ir a un foso cercano. Le aseguró, que allí no habría ningún riesgo. El asno, sin pensar, la siguió.
- Aguarda aquí. Dijo de repente.
Entonces, el león viendo ya a su presa, decidió agrandar su banquete: sujetó a la zorra y luego al asno.
Moraleja
Jamás traiciones la confianza de un buen amigo solo por temor.
5. La Zorra y las Uvas
Era una tarde calurosa; en donde el cansancio y la sed, parecían ser los protagonistas del día. Una pequeña zorra, tras largas horas de caza, se encontraba sin fuerzas y algo desorientada.
- ¡Cómo quisiera beber un poco de agua! ¿Dónde podré conseguir? Dijo la zorra algo preocupada.
A lo lejos, observó un hermoso racimo de uvas; sus ojitos se alegraron al instante. El solo imaginar su sabor dulce, incrementaba su deseo de poder degustarlas. De seguro, se hidrataría con su delicioso jugo.
Comenzó a saltar cerca al árbol una y otra vez, pero sus esfuerzos resultaban en vano; no lograba alcanzarlas. Al final, la zorra solo se rindió y se sintió todavía más cansada que antes. Sus intentos, no habían tenido resultado.
No obteniendo lo anhelado, expresó con mucha molestia.
- Bueno, pensándolo bien… quizá ni estén maduras esas uvas.
Moraleja
Si algo no puedes obtener, no lo critiques ni menosprecies. Aprecia lo que la vida te regala.
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