El género narrativo es aquel que comprende categorías como el cuento, la fábula, la epopeya, la leyenda, la novela, el cantar de gesta y la crónica. Seguidamente estos ejemplos muestran cada uno de ellos.
7 Ejemplos de fragmentos de género narrativo
En estos ejemplos del género narrativo se muestran extractos de varios subgéneros de autores clásicos.
1. El gato negro, Edgar Allan Poe (Cuento)
“No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma. Mi propósito inmediato consiste en poner de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias de esos episodios me han aterrorizado, me han torturado y, por fin, me han destruido. Pero no intentaré explicarlos. Si para mí han sido horribles, para otros resultarán menos espantosos que barrocos…”
2. El águila y la zorra, Esopo (Fábula)
“Un águila y una zorra que eran muy amigas decidieron vivir juntas con la idea de que eso reforzaría su amistad. Entonces el águila escogió un árbol muy elevado para poner allí sus huevos, mientras la zorra soltó a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra, al pie del mismo árbol.
Un día en que la zorra salió a buscar su comida, el águila, que estaba hambrienta, cayó sobre las zarzas, se llevó a los zorruelos, y entonces ella y sus crías se regocijaron con un banquete.
Regresó la zorra y más le dolió el no poder vengarse, que saber de la muerte de sus pequeños. ¿Cómo podría ella, siendo un animal terrestre, sin poder volar, perseguir a uno que vuela? Tuvo que conformarse con el usual consuelo de los débiles e impotentes: maldecir desde lejos a su enemigo.
Mas no pasó mucho tiempo para que el águila recibiera el pago de su traición contra la amistad. Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra; cayó el águila sobre ella y se llevó una víscera que aún conservaba fuego, colocándola en su nido. Vino un fuerte viento y transmitió el fuego a las pajas, ardiendo también sus pequeños aguiluchos, que por pequeños aún no sabían volar, los cuales se vinieron al suelo. Corrió entonces la zorra y tranquilamente devoró a todos los aguiluchos ante los ojos de su enemiga.
MORALEJA: Nunca traiciones la amistad sincera, pues tarde o temprano llegará el castigo del cielo.”
3. El cantar de Roldán, Anónimo (Cantar de gesta)
“El rey Marsil se encuentra en Zaragoza. Se ha ido hacia un vergel, bajo la sombra. En una terraza de mármoles azules se reclina; son más de veinte mil en torno a él. Llama a sus condes y a sus duques:
-Oíd, señores, qué azote nos abruma. El emperador Carlos, de Francia, la dulce, a nuestro país viene, a confundirnos. No tengo ejército que pueda darle batalla; para vencer a su gente, no es de talla la mía. Aconsejadme, pues, hombres juiciosos, ¡guardadme de la muerte y la deshonra!
No hay infiel que conteste una palabra, salvo Blancandrín, del castillo de Vallehondo.”
4. Ilíada, Homero (Epopeya)
“-¡Óyeme, tú que llevas arco de plata, proteges a Crisa y a la divina Cila, a imperas en Ténedos poderosamente! ¡Oh Esminteo! Si alguna vez adorné tu gracioso templo o quemé en tu honor pingües muslos de toros o de cabras, cúmpleme este voto: ¡Paguen los dánaos mis lágrimas con tus flechas! Así dijo rogando. Oyóle Febo Apolo e, irritado en su corazón, descendió de las cumbres del Olimpo con el arco y el cerrado carcaj en los hombros; las saetas resonaron sobre la espalda del enojado dios, cuando comenzó a moverse…”
5. Pedro Páramo, Juan Rulfo (Novela)
“Después de trastumbar los cerros, bajamos cada vez más. Habíamos dejado el aire caliente allá arriba y nos íbamos hundiendo en el puro calor sin aire. Todo parecía estar como en espera de algo.
-Hace calor aquí -dije.
-Sí, y esto no es nada me contestó el otro-. Cálmese. Ya lo sentirá más fuerte cuando lleguemos a Comala. Aquello está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno. Con decirle que muchos de los que allí se mueren, al llegar al infierno regresan por su cobija.”
6. Una visita a la ciudad de Cortázar, Miguel Ángel Perrura (Crónica)
“Después de leer tanto a Cortázar, Buenos Aires se hace conocida. O al menos una especie de Buenos Aires: afrancesada, de cafés, de librerías y pasajes, con toda la magia que este autor argentino le imprimió desde el exilio.
Y es que Cortázar optó por la nacionalidad francesa en 1981, como una protesta por la dictadura militar que asolaba a su país, del que había partido, enemistado con el peronismo, décadas antes…”
7. La leyenda de la llorona (leyenda)
“Es una de las leyendas más extendidas por toda Latinoamérica. Comienza con una pareja que se amaba mucho y tenían tres hijos. Pero su relación estaba muy mal vista por ser los dos de diferentes clases sociales.”
El hombre no quería formalizar la relación por los prejuicios de la sociedad y un día, abandonó a su amada por una mujer de clase alta. Su mujer, llena de resentimiento, ahogó a sus tres hijos en un río y luego se ahogó ella.
A partir de allí, se dice que vaga por la eternidad buscando a sus hijos.