Descubre la Leyenda del Callejón del Beso y de dónde se origina.
Orígenes de la Leyenda del Callejón del Beso
La leyenda del callejón del beso, se origina en Guanajuato, México. Esta ciudad es conocida por sus múltiples leyendas y su estructura particular.
Debajo de los suelos de esta ciudad, yacía una gran reserva de oro, lo cuál hizo que se convirtiera en una potencial ciudad minera.
Su estructura también se debe a esto, ya que las casas no fueron construidas según la localización.
Fueron construidas a conveniencia unas después de otras. Por lo tanto al no ser previamente planificada la construcción de las casas, la ciudad cuenta con esa estructura peculiar, como es la del callejón del beso.
La Sociedad Antigua de Guanajuato
En la antigua Guanajuato las clases sociales no se definían por sectores, un minero podía vivir al lado de una persona con más recursos económicos.
Estás clases se definían por trabajo, forma de vestir y forma de hablar, y por más que la gente de clase media alta se negaba a tratar con gente con menos recursos económicos, vivían muy cerca de ellos.
En la antigua sociedad guanajuatense tener una hija significaba la posibilidad de subir de clase social, si se lograba casarla con una persona con riquezas y renombre.
Por lo tanto los padres, concretamente el padre de la muchacha, decidía a quien cedía su mano. Estas mujeres contaban con una chaperona, una señora que las cuidaba y siempre estaba al tanto de todo en su vida.
Las chaperonas se encargaban básicamente de cuidar la virginidad de las mujeres de la época, evitando que tuvieran amantes o se entregarán a un amor fugaz. Ya que si las mujeres no eran vírgenes no tenían la posibilidad de casarse.
Un Poco más que una Leyenda
No sé sabe si los hechos de esta historia acontecieron realmente o tan siquiera si los personajes existieron, pero estos dos balcones, tan cercanos el uno al otro son una gran zona turística y parte de la magia de esta ciudad.
Se dice que si una pareja visita este callejón y no revive la escena del beso en dichos balcones será víctima de una terrible maldición que le traerá mala suerte y desdicha.
El Callejón del Beso
Cortejo
En el siglo XVIII, en época de Colonia, en las faldas del Cerro Gallo, vivía una joven mujer llamada Doña Carmen. Dicha mujer era hija de un hombre avaricioso y celoso.
Su padre vivía en constante búsqueda de un hombre rico al que ceder la mano de su hija, por ende no permitía que aquella saliera, ya que podía conocer a un hombre y enamorarse.
Hombre que seguramente no le aportaría a él dinero, ni un mejor título. Un día, en uno de los tantos templos cercanos a su casa, Carmen conoció a Don Luis, un joven minero.
Ellos siempre se veían a escondidas en dicho templo, en las oportunidades en que su padre no estaba presente y platicaban largas hora. Estaban profundamente enamorados.
Luis, un día, se encontraba cortejando a Carmen en la iglesia donde siempre se veían, le ofrecía a la muchacha agua bendita de sus propias manos, cuando el padre entro de improvisto.
Amor
El padre lleno de ira encerró a su hija en la habitación, y le dijo que si la volvía a ver con aquel hombre la casaría con un anciano español, que además aumentaría sus riquezas.
Carmen, dolida, decidió escribirle una carta a su amado contándole lo que estaba sucediendo. Paso tiempo si que se pudieran ver o que pudieran hablar.
Luis, pasando por su casa tiempos después de lo ocurrido, se dio cuenta de que la casa de al lado contaba con en balcón que estaba ridículamente cerca del de su amada.
Tan cerca que si se inclinaba podía llegar a tocar la pared de la otra casa. Decidió que la compraría con tal de poder ver a Carmen, y le hizo varias ofertas por la casa al dueño.
Por más que este se negaba ya que la casa no estaba en venta, al final se acordó un precio muy elevado por ella. Luis tuvo que gastar todo su patrimonio en la casa, casa que tuvo que pagar en oro.
Muerte
Grande fue la sorpresa que se llevó Carmen al salir a su balcón y encontrar allí a su amado, pasaron toda la noche hablando, y tomados de la mano, las noches siguientes transcurrieron de igual manera.
Hasta que en una oportunidad en que la pareja se encontraba como de costumbre, su padre logro escucharlos. Fue a la habitación a averiguar la razón de ser de esos murmullos.
Para su sorpresa Brígida la chaperona se encontraba en la puerta, impidiendo su paso con excusas. El padre de Carmen ya se encontraba muy enojado para cuando éste logró escucharlo.
Lanzó a Brígida y entró a la habitación de Carmen, tomó un puñal y se lo clavó en la espalda. La mano de Carmen seguía entre las manos de Luis, cada vez más fría y rígida.
Ahí fue cuando el obrero deposito un tierno y último beso en la mano de la burguesa. Días después, consumido por la tristeza Luis acabó con su vida.
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