Con estos 5 poemas para niños podrás guiar a los más pequeños de la casa a descubrir el mundo a través de la literatura.
¿Qué es un Poema para Niños?
Un poema para niños o poesía infantil son textos literarios especialmente dedicados y escritos para niños.
Aunque su primer público pensado fuera el de los adultos, como sucede con obras universales como «El principito«.
Un poema debe ser capaz de ser interesante para un niño, ilustrando aquellas cosas que él conoce o puede conocer mediante sus métodos de exploración del mundo
Así mismo debe estar diseñado para alcanzar la comprensión lectora que puede tener un niño.
La Comprensión Lectora en los Niños
La comprensión lectora de un niño puede depender de varios factores, puede ser la edad del niño para un texto en específico, el hábito literario de este niño y también su propia personalidad.
No todos los niños mostrarán la misma capacidad de compresión de lectura e interés.
Por eso es muy importante que logremos reconocer las fortalezas y debilidades de un niño en el aprendizaje y cómo estas pueden beneficiarnos al momento de acercarlos a la lectura.
Y sobre todo no hacer de la lectura un deber sino un interés o beneficio para el niño, como un juego.
Acercando a un Niño al Poema
- Intentemos buscar temas que se acerquen a los intereses personales del niño, un poema que pueda hablar de cosas que sean una inquietud para él o una motivación.
- Elijamos lecturas más sencillas de comprender en cuanto a su forma de discurso, guiémonos por la parte musical y visual que nos ofrece el poema.
- Siempre cultivemos la reflexión en el niño.
- No hablemos de resúmenes del poema o qué decía el poema, hablemos de lo que hay más allá, del pensamiento del niño ante este.
- La lectura en voz alta es una de las mejores formas de acercar a las personas a la poesía.
- Una expresión oral viva y recreativa, hará que los niños se sientan atraídos al poema.
5 Poemas para Niños
A continuación, te dejamos son 5 poemas para niños de 4 estrofas de autores reconocidos. ¡Tome nota!
1
Soneto de Repente de Lope de Vega
Un soneto me manda hacer Violante;
en mi vida me he visto en tal aprieto,
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y aún parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
que estoy los trece versos acabando:
contad si son catorce, y está hecho.
Este es un divertido soneto que nos enseña la estructura de un soneto, sus versos y estrofas, de una forma entretenida y original.
2
Las Tres Hijas del Capitán de José del Río Sainz
Era muy viejo el capitán y viudo
y tres hijas guapísimas tenía;
tres silbatos, a modo de saludo,
les mandaba el vapor cuando salía.
Desde el balcón que sobre el muelle daba
trazaban sus pañuelos mil adioses,
y el viejo capitán disimulaba
su emoción entre gritos y entre toses.
El capitán murió… Tierra extranjera
cayó sobre su carne aventurera,
festín de las voraces sabandijas…
Y yo sentí un amargo desconsuelo
al pensar que ya nunca las tres hijas
nos dirían adiós con el pañuelo…
Triste historia sobre un capitán con tres hijas que acostumbran a despedirlo con pañuelos en cada una de sus aventuras, hasta que un día el capitán fallece en una de sus aventuras en el mar.
3
A una Nariz de Francisco de Quevedo
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado;
era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
Un poema muy gracioso especialmente dedicado a hacer burla de un hombre muy narizón mediante la conexión con exageraciones sobre su nariz.
4
¡Dime qué Dices, Mar! de Miguel de Unamuno
¡Dime qué dices, mar, qué dices, dime!
Pero no me lo digas; tus cantares
son, con el coro de tus varios mares,
una voz sola que cantando gime.
Ese mero gemido nos redime
de la letra fatal, y sus pesares,
bajo el oleaje de nuestros azares,
el secreto nos oprime.
La sinrazón de nuestra suerte abona,
calla la culpa y danos el castigo;
la vida al que nació no le perdona;
de esta enorme injusticia sé testigo,
que así mi canto con tu canto entona,
y no me digas lo que no te digo.
Una íntima conversión tiene un hombre con el mar, este con sus palabras y el mar con su música. En definitiva, una excelente opción entre los poemas para niños.
5
La Rata de Gabriela Mistral
Una rata corrió a un venado
y los venados al jaguar,
los jaguares a los búfalos,
y los búfalos a la mar…
¡Pillen, pillen a los que se van!
a la rata pillen al venado,
pillen a los búfalos y a la mar!
Miren que la rata de la delantera
se lleva en las patas lana de bordar,
y con la lana bordo mi vestido,
y con el vestido me voy a casar.
¡Suban y pasen la llanada,
corran sin aliento, sigan sin parar.
Vuelen por la novia, y por el cortejo,
y por la carroza y el velo nupcial.
Este poema infantil dibuja un problema de una muchacha que hace sus ropas para la boda, bajo un estilo que juega con las palabras y el ritmo.