En el caso de la prosa y el verso podemos encontrarnos con muchas características que nos hacen relacionarlas. Sin embargo, son dos cosas individuales, difieren notablemente una de la otra.
En este artículo exploraremos a mayor detalle las cualidades de la prosa y el verso. Aprenderemos a diferenciar una cosa de la otra, de la mano de excelentes ejemplos explicados.
¡Sigue leyendo y descubramos juntos qué es prosa y verso!
¿Qué es la Prosa? Con Ejemplo
Se entiende por Prosa que es aquella expresión normal del lenguaje que no atiende a ninguna regla de métrica, cadencia o sonoridad. Sin embargo, está regida por gramática y ortografía.
Se le denomina como una expresión natural del lenguaje. Esto es debido a que nos permite expresar nuestras ideas tal y como las hemos pensado en un principio.
Por supuesto, esto es siempre y cuando recordemos cumplir las reglas de la gramática y la ortografía.
La prosa pertenece al género literario narrativo o discursivo. Es lo común verla usada en artículos, publicaciones de prensa, trabajos o ensayos académicos, entre otros.
Podemos tomar como ejemplo de una escritura hecha en prosa, el comienzo del libro El Principito, del autor francés Antoine de Saint-Exupéry.
“Cuando yo tenía seis años vi en el libro sobre la selva virgen: Historias vividas, una grandiosa estampa. Representaba una serpiente boa comiéndose a una fiera.” (Saint-Exupéry, 1943)
Como podemos notar en el ejemplo, el narrador nos cuenta de manera muy natural sobre un hecho de su infancia. Esto quiere decir que está redactado en forma de prosa.
¿Qué es el Verso? Con Ejemplo
El verso es una expresión que suele ser utilizada en la poesía. A diferencia de la prosa, se rige no solo por gramática y ortografía, sino también por otros lineamientos.
Los anteriormente mencionados lineamientos que dan forma al verso, están diseñados para que el mismo posea ritmo y sonoridad.
También es propicio destacar que el verso se utiliza en las composiciones poéticas para crear estrofas. Un verso es solamente una línea de lo que leemos en el poema.
Observa este poema de Reinaldo de Fernández, donde en tres estrofas nos describe hermosamente a su tierra, Sinamaica. El poema se titula ¡Ay, Sinamaica!, y forma parte de Crepúsculo Guajiro.
¡Ay, Sinamaica! Cómo describirte
Doncella caribeña con rasgos indígenas,
Princesa de la laguna
Hija mimada de los rayos solares.
¡Ay, Sinamaica! Cómo describirte
Dueña de una larga cabellera de palmeras.
Allá voy, recorriendo tu piel
Color de los médanos,
Admirando tu sonrisa de salinas,Una india exótica es lo que eres,
Karouya.
¡Ay, Sinamaica! Cómo describirte
Regia gobernadora de las aguas,
La laguna,
El Río Limón,
Caimare Chico…
¡Todo el mar te rinde pleitesía!
Tomando como ejemplo de verso este poema, podemos explicar entonces que, cada vez que vemos una línea es un verso diferente.
Así mismo, cada vez que vuelve a decir “¡Ay, Sinamaica! Cómo describirte”, este es un verso que inicia una nueva estrofa.
Los Elementos que Componen el Verso
Como observábamos en un comienzo, el verso se rige por ciertos lineamientos, estos lineamientos son los elementos que le dan forma y estructura al mismo.
La Métrica
La métrica un elemento que cumple con la función de ser la medida del verso. Se rige por dos partes esenciales que son las siguientes.
a. La Licencia Poética
La licencia poética se describe como un permiso otorgado al poeta para alargar o acortar el sonido verbal de las sílabas. Esto con la finalidad de otorgarle sonoridad al verso.
También se utiliza comúnmente para crear un énfasis o resaltar una parte específica del verso. Asimismo, es común verlo utilizado sencillamente con la única finalidad de crear musicalidad.
b. La Ley de los Acentos Finales
Esta es una regla que se basa en verificar la última palabra de cada verso. Esto con la finalidad de modificarla si es necesario.
En caso tal de que sea requerido, se le puede agregar o eliminar una sílaba. Con el fin de darle mayor musicalidad y sonoridad al verso en sí.
En este caso, se debe poner especial atención en la acentuación de la palabra. Constatando así si el verso es agudo, grave, esdrújulo o sobreesdrújulo.
Tiene la función de medir la cantidad precisa de sílabas métricas que existen en el verso.
La Rima
Se le denomina como rima al sonido verbal o fonético creado por las sílabas finales de palabras que se oyen similar. Como serían, por ejemplo Camión, misión, tensión y visión.
Existen dos tipos diferentes de rimas en la poesía, que son la rima perfecta o constante, y la rima asonante. Ambas, sin embargo, son perfectamente válidas en un poema.
1. La Rima Perfecta o Constante
Esta ocurre cuando los sonidos verbales de la última palabra de cada verso son exactamente idénticos. Es decir, terminan todos en una silaba cuyo sonido es igual (Lanza, mansa, cansa).
Observa esta estrofa extraída del poema El Perdón de David de la autora venezolana Isamar Baptista. Esta composición de versos es un perfecto ejemplo de una rima constante.
“Al David de mi pasado
Perdonarlo no puedo, lo siento.
Admito, lo he tratado
Y he fallado cada intento.”
Observa cómo las palabras finales de los versos coinciden. Pasado y Tratado, Siento e Intento. Esto es lo que caracteriza a una rima constante, la exactitud de las sílabas finales.
2. La Rima Asonante
La rima asonante, al igual que la rima constante, es regida por el último sonido bucal de la última palabra del verso.
Sin embargo, la diferencia entre una y otra radica en que la rima asonante ocurre cuando la sílaba no es exactamente igual, pero el sonido sigue siendo similar.
Como sucede, por ejemplo con las palabras “Nuevo, quiero, puedo, ceno…”, podemos notar que existe una similitud verbal en los sonidos finales, pero no son sílabas exactamente idénticas.
Observa este bello fragmento de un poema de la ilustre escritora Sor Juana Inés de la Cruz. Esta estrofa de Letras para Cantar es un ejemplo perfecto de rima asonante.
“Hirió blandamente el aire
Con su dulce voz Narcisa,
Y él le repitió los ecos
Por boca de las heridas.”
Como podrás notar, auditivamente ambas palabras crean una rima asonante cuando oímos la estrofa. Pero, al no ser sílabas idénticas, no suenan como una rima perfecta. Aun así, es válido.
Por otro lado, también existen versos poéticos que carecen totalmente de rima, y no por ello dejan de ser poesía. Al contrario, es perfectamente válido que no posean rima.
Los versos sin rima son denominados y clasificados como Versos Sueltos, Versos Blancos o Versos Libres. A continuación vamos a estudiar más a fondo cada uno de estos singulares versos.
3. Versos Sueltos
Son aquellos versos que quedan dentro de una misma estrofa con otros versos que sí poseen rima. Como sucede en muchas ocasiones, ya que es muy común ver esto.
Observa por ejemplo esta estrofa escrita por Gustavo Adolfo Bécquer.
“Mientras las ondas de la luz al beso
Palpiten encendidas;
Mientras el sol las desgarradas nubes
De fuego y oro vista.”
4. Versos Blancos
Estos son aquellos que no tienen rima pero sí cuentan con medida de sílabas constante. Mira como ejemplo este fragmento escrito por Lope de Vega.
“Más ninguno de todos llamar puedo
Más bárbaro que yo, pues contra el arte
Me atrevo a dar preceptos, y me dejo
Llevar de la vulgar corriente, adonde
Me llamen ignorante Italia y Francia.”
5. Versos Libres
Se trata de aquellos que no poseen rima ni métrica, pero poseen sonoridad. Observa, por ejemplo, esta estrofa de Gerardo Diego.
“El universo
Quiso besar a Dios
Y al cruzarse un vuelo de ángeles
Se quedó pegado en la mejilla
Del más lento.”
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