Las clases en línea son un formato que contempla la educación a distancia, para circunstancias en las cuales los alumnos no pueden acercarse a un sitio específico o cuando sea mejor evitar las multitudes, como en épocas de epidemias o pandemias.
Hay muchas opiniones contrapuestas en este sentido, debido a que algunas personas sienten que los modelos educacionales tradicionales son más efectivos, mientras otros se apegan a la modernización y aprovechan los recursos de la tecnología que tienen a la mano.
En otro orden de ideas, existen algunas limitaciones que también hay que considerar si se plantea esta posibilidad. La mayoría de las personas aprovechan más las potencialidades, pero todos los casos son diferentes.
Lo cierto es que la educación en formato digital es una viva representación de la practicidad, optimización del tiempo y apalancamiento de las redes informáticas al servicio de la calidad de vida de la sociedad.
¿Cuáles son las ventajas de las clases en línea?
1. Acceso remoto
Tener acceso desde cualquier lugar y en cualquier momento es una de las principales bondades de la educación a distancia, pues reúne a los participantes en función de la conexión a una red de internet.
No importa si un alumno se muda, se va de viaje, está en otro trabajo o decide quedarse en casa, pues si tiene una herramienta tecnológica a la mano podrá tener acceso a las lecciones académicas del día. Se reducen las distancias y los trámites para poder asistir a un espacio físico.
2. Gran oferta
En los buscadores de internet existen millones de opciones de clases en línea que están disponibles desde cualquier ciudad, país o región. Incluso, en idiomas diferentes, se pueden cursar módulos completos de algún curso profesional.
Actualmente se manejan plataformas especializadas para tener acceso a programas en marketing, comercio electrónico, negocios, finanzas y hasta gestión de recursos humanos. Incluso, se pueden hacer especializaciones y masters complementarios de una carrera base.
Universidades reconocidas también ofrecen “aulas virtuales” desde sus sitios web, donde le dan mayores posibilidades a la población que no puede llegar hasta las sedes.
3. Costos inferiores
Al no tener que invertir en mobiliarios, mantenimiento, seguridad y equipos, los centros educativos hacen planes mucho más accesibles para los alumnos. Además, tienen la posibilidad de incluir un mayor número de estudiantes ya que amplían su campo de acción.
Otro de los beneficios que tienen los alumnos es que no necesitan comprar costosos libros o materiales para la ejecución de sus prácticas, pues casi todo se encuentra en un formato descargable en el ordenador.
En una búsqueda de alternativas, también se suelen encontrar planes de pago, financiamiento y hasta becas completas para quienes no tienen todas las posibilidades económicas de ser admitidos, pero tienen disposición y buenos promedios.
4. Horarios personalizados
Muchos de los cursos online permiten que los alumnos consuman el contenido impartido en el momento que esté en sus posibilidades, por lo que queda cargado y disponible para ser revisado a cualquier hora del día.
Si hay otras ocupaciones como trabajos o responsabilidades familiares, estas no tienen por qué ser una limitación en el desarrollo de las competencias académicas. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que cuando hay una rutina, el cerebro podría responder de mejor manera.
5. Ahorro de tiempo
Trasladarse hasta la universidad, la escuela técnica o el instituto implica una cantidad de tiempo que varía de acuerdo a la distancia que haya. Ello implica hacer uso del transporte público y todo lo que implica en gastos operativos.
Aunque una hora al día no parezca tener gran relevancia en una jornada de 24 horas, si al final del mes se suman, será evidente el tiempo que se invierte en movilizaciones.
6. Adquisición de conocimientos informáticos
Otra de las ventajas de las clases en línea es que además de lo que se aprende a través de la definición de la malla curricular correspondiente, está casi implícito que al final del curso habrá mayor destreza de las habilidades informáticas.
Después de estudiar online es más fácil familiarizarse con herramientas tecnológicas en internet, como almacenamiento en la nube, Google Docs y Dropbox. Todo ello después de saber cómo hacer una cuenta de Google.
7. Atención personalizada
A pesar de que no es una formación presencial, existen figuras que hacen seguimiento al proceso de aprendizaje y están disponibles para dar cualquier orientación pertinente. Estudiar en línea no implica que el camino sea solitario.
Estos son los tutores o profesores, que ponen a disposición sus contactos para atender las inquietudes que tengan los interesados en la cátedra. Asimismo, la retroalimentación ante las participaciones tiende a ser inmediata.
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