¿Cuáles son las mejores características de un jefe? Ser jefe de un grupo, grande o pequeño, no es tarea fácil y requiere de ciertas particularidades para que realmente sea un liderazgo de éxito.
No se trata de cualquier tipo de liderazgo, la persona que ejerce la autoridad sobre un grupo de individuos debe tener una mezcla adecuada entre generar respeto, ser confiable y accesible a la vez.
¿Ser jefe o ser líder?
Si bien ser jefe implica asumir el liderazgo de un grupo de personas, no siempre significa que quien asuma tal cargo tenga realmente las condiciones de líder.
Las razones por las que una persona pueda asumir una posición como esta son realmente muy variadas, quizás su trayectoria o los estudios realizados le sirvan para tal fin.
De allí que muchas veces esta figura pueda tener ciertas connotaciones negativas, especialmente cuando no se ocupa por mejorar esas habilidades blandas que todo líder debe tener.
Características de un jefe excelente
1. Escucha activa
La escucha activa es una herramienta fundamental en el proceso de comunicación que busca, como su nombre lo indica, escuchar al otro de una manera consciente.
Esto significa que se le presta total atención a su mensaje, haciendo un esfuerzo por comprender realmente lo que se quiere comunicar.
Esto incluye las emociones que pueden estar implícitas y por lo tanto conlleva a activar la empatía para lograr un entendimiento más profundo.
Escuchar además puede incluir reconocer las críticas o sugerencias que le son mostradas y no cerrarse a ellas sino al contrario poder tomarlas en cuenta.
2. La mejor de las características de un jefe: la empatía
La empatía, como se señaló anteriormente, es otro elemento clave en el proceso de las comunicaciones humanas pues permite acercarse de una manera más genuina al punto de vista del otro.
No consiste solo en intentar ponerse en sus zapatos, sino en tratar de entender sus necesidades, deseos e intereses, para poder tener espacios de encuentro.
Un jefe que demuestre ser empático se va a ganar rápidamente la aprobación de sus empleados quienes se sentirán más a gusto de tenerlo como líder.
Ser empático va a permitir tener un manejo más adecuado del personal, asignar las tareas adecuadas para cada uno y saber cómo manejar los límites de forma eficaz.
3. Capacidad para delegar
Es muy importante ser capaz de asignar responsabilidades en el grupo de trabajo, y no asumir todas las tareas, lo que resulta realmente desgastante.
Un buen líder es capaz de reconocer las fortalezas de su equipo y sacarle provecho, potenciando incluso aquellas habilidades que quizás el mismo empleado no había percibido en sí mismo.
Además, la capacidad de liderazgo se reconoce precisamente cuando no se hace indispensable la presencia del líder para que su equipo haga un buen trabajo.
4. Retroalimentación continua
Este proceso permite recibir una apreciación de la manera cómo se están ejecutando las acciones y de qué forma se está llevando a cabo la tarea asignada.
De esta forma se pueden hacer cambios en el momento adecuado y no esperar obtener resultados negativos para hacerlo.
La retroalimentación es además bidireccional, es decir, tanto hacia los empleados como desde ellos a su figura de autoridad.
Esto es necesario para realmente poder evaluar los procedimientos y estimar si las metas planteadas son acordes a los tiempos señalados para su cumplimiento.
5. Visión de futuro
La visión de futuro permite ver más allá de las circunstancias actuales, adelantarse a los tiempos y tomar medidas antes de que sea demasiado tarde.
Este tipo de acciones favorece el desarrollo de estrategias que buscan no solo abordar una situación presente sino también crear respuestas innovadoras que vayan más allá de los tiempos.
Esta actitud, además, motiva de gran manera a los trabajadores y puede confiar más plenamente en las decisiones de su superior.
6. Características de un jefe: son confiables
Una figura de autoridad debe ser capaz de generar respeto y confianza a la vez, saber que ante la duda o incertidumbre se puede recurrir a él en busca de orientación.
Cuando no se siente la adecuada confianza, los empleados pueden comenzar a tomar decisiones equivocadas ante determinadas circunstancias y generar más problemas.
Sentirse en un ambiente confiable favorecerá los procesos de comunicación, generará más tranquilidad y la productividad con seguridad aumentará.
7. Adaptabilidad
Ser capaz de adaptarse a cada situación y a cada trabajador es necesario para lograr una gestión que sea realmente exitosa y conseguir los resultados planteados.
Para lograrlo se requiere ser muy observador y analítico, conocer muy bien el personal que se maneja y las estrategias que son aplicables para cada uno.
También implica ser flexible ante las circunstancias, no resistirse a los cambios que sean necesarios implementar, sino poder fluir con ellos.
Sin embargo, para poder alcanzar ese nivel de adaptabilidad un líder debe estar en continua capacitación y aprendizaje, conocer nuevas tendencias y estar al día con los avances en el mundo.
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