En este artículo, desglosamos las ventajas del libre comercio para promover una próspera economía local.
¿Qué es el libre comercio?
Cuando hablamos de libre comercio, nos referimos a una estrategia comercial guiada por las conocidas leyes de la oferta y la demanda.
Es decir, por los factores que se desarrollan en el mercado, pero con la intervención menos posible por parte del Estado como ente regulador.
En palabras más simples, se trata de una situación comercial abierta, en las que sus transacciones y ventas no están controladas por impuestos, ciertas restricciones y trabas artificiales.
Es bien conocido que el libre comercio es una de las fundamentales banderas del liberalismo, una corriente política, social y económica fundada en torno a las Revoluciones Burguesas.
Estas marcaron el inicio del mundo en la Edad Moderna (Siglos XV-XVI), en las que la defensa necesaria de las libertades económicas, iba en contra de algunas doctrinas proteccionistas.
Según las teorías liberales, estos hechos se rigen por la “mano invisible del mercado”, que sencillamente, es el equilibrio entre la oferta de los productores de servicios y bienes.
Contra la demanda por parte de los consumidores.
En primera instancia, estas dos influencias tendrían que crear un mercado estable y autorregulado, libre de eventualidades que favorezcan artificialmente a alguno de los dos sectores.
Las doctrinas del libre comercio se emplean tanto en el comercio interno de una nación, como en el intercambio internacional de una región o de dos naciones asociadas.
Tratados de Libre Comercio
Los tratados de Libre Comercio (TLC) se tratan de asociaciones internacionales, continentales o regionales, que se dan entre dos o más naciones.
Que se unen para comerciar de manera recíproca lo más abiertamente posible, sin la traba de aranceles, impuestos, barreras comerciales o algún otro tipo de obstáculo que pueda influir.
El primer tratado de libre comercio que se firmó en la historia fue en el año 1891, conocido como el Tratado de Cobden-Chevalier, entre Gran Bretaña y Francia.
Desde ese momento, se han firmado muchos más, especialmente en aras de la integración de países que históricamente tienden a ayudarse de manera recíproca.
Algunos de esos tratados históricos, han sido la Alianza del Pacifico, la extinta Área de Libre Comercio de las Américas, el tratado de libre comercio de América del Norte.
Actualmente predominan el MERCOSUR, y la Unión Europea, como ejemplos resaltantes.
Importancia del Libre Comercio
Hasta este punto, sabemos que al hablar de libre comercio o comercio exterior nos referimos a las transacciones económicas y comerciales entre naciones.
Sin embargo, pocos saben que en este intervienen una gran cantidad de empresas que ofrecen sus productos y servicios a través del comercio electrónico.
Esto, sin importar si son empresas privadas o públicas.
Siendo bastante beneficioso, ya que engrandece las ganancias de los comerciantes, y esto se traduce en la contratación urgente de más personal.
Y esto genera más empleos, que fortalecen el bolsillo del ciudadano común.
Las empresas involucradas en el libre comercio llegan a obtener grandes beneficios.
Ventajas del Libre Comercio
Entre las múltiples ventajas del libre comercio podemos encontrar las siguientes:
1. Puede generar codependencia
Los países que comercian libremente entre sí, pasan a depender la una de la otra y a estrechar vínculos comerciales y diplomáticos.
Contrarrestando así, la aparición de futuras guerras y desacuerdos diplomáticos, que influyan de manera negativa en sus relaciones.
2. Estimula la ventaja comparativa
Las naciones tienden a especializarse y a enfocarse en los bienes en que son más eficaces al momento de producir y exportarlos.
Mediante este acuerdo, pueden importar los bienes que no son tan eficientes produciendo, a un buen precio, de manera determinada.
Esto contribuye al mejoramiento necesario de la calidad de vida de la nación.
3. No distorsiona el comercio
El libre comercio permite el surgimiento de herramientas comerciales internacionales libres de aranceles, impuestos, y cualquier otro mecanismo que interfiera en su dinámica natural.
4. Promueve el crecimiento regional
En comparación al mercado internacional ordinario, el libre comercio enriquece a las regiones, que comercian libremente entre sí.
Impulsando empleos y accesibilidad a productos de exportación, de manera equitativa y sin restricciones.
5. Genera bienestar social
Al mantener el comercio bilateral, la economía regional mejora, y a su vez esto impulsa el bienestar social de los ciudadanos.
6. Más empleos
Como ya lo habíamos mencionado, el poder comerciar libremente con otras naciones, genera gran cantidad de empleos para los ciudadanos.
Y esto, de cierta manera, contribuye a la estabilidad económica de la nación y a reducir la tasa de desempleo.
7. Competitividad y variedad
Al ser el libre comercio tan dinámico, permite que en el mercado coexistan gran variedad de productos, y esto genere mayor competencia.
Es decir, que la competitividad impulsa a las empresas y a las naciones a mejorar cada vez más sus productos.
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