Saber cómo superar la dependencia emocional permite romper con este patrón disfuncional que puede tener graves consecuencias en la salud mental.
Una persona emocionalmente dependiente es aquella que busca constantemente el afecto y la aprobación de otros, al punto de negarse a sí mismo por completo.
Esto implica dejar sus propias necesidades a un lado y no poner límites, lo que puede hacerle más vulnerable a exponerse a situaciones de maltrato de cualquier tipo.
Tipos de dependencia emocional
Existen diferentes formas en las que la dependencia emocional se manifiesta, incluso puede suceder que ciertas experiencias lleven a alguien a mostrar este patrón por primera vez.
a. Dependencia emocional en la pareja
Se refiere a un desequilibrio que se presenta dentro de la dinámica de la pareja, en la que una de las partes, o ambos, dan una absoluta prioridad a esta relación por encima incluso de sí mismos.
Esto conlleva a que inclusive su estado anímico, autoconcepto y motivación, van a estar condicionados por el tipo de trato que reciba del otro.
Así mismo, de manera progresiva se descuidan otras áreas de la vida, alejándose de la familia de origen, amistades, actividades que solía disfrutar; para solo dedicarse a su pareja.
Inclusive pueden establecerse dinámicas violentas dentro de la relación, y aun a pesar de esto, el dependiente se mantendrá tolerando el maltrato al que está siendo sometido.
b. Dependencia emocional a la familia
El mismo escenario puede presentarse hacia miembros de la propia familia de origen, pudiendo una persona mostrarse dependiente hacia los padres, hijos, o incluso otros miembros.
Las relaciones en estos casos se tornan asfixiantes, interfiriendo de manera inadecuada con las relaciones externas al grupo familiar que se puedan establecer.
Es posible que esa dinámica de dependencia sea mutua, siendo común sobre todo entre padres e hijos, lo que interfiere con la autonomía y el crecimiento personal.
c. Dependencia emocional en el entorno social
En este caso la dependencia emocional surge hacia alguien del círculo social, especialmente alguna amistad, quien se convierte en el referente constante para todo lo que se hace.
De esta manera, no hay toma de decisiones ni acciones que se realicen de forma independiente, sin antes consultar o buscar la aprobación de esa persona.
También se puede denotar una preocupación intensa por la otra persona, dejando incluso los propios problemas o necesidades por satisfacer al otro.
Cómo dejar de ser dependiente
La dependencia emocional puede dejar serias consecuencias en la salud mental y afectar de manera notoria la capacidad de afrontar las situaciones cotidianas de manera efectiva.
De allí que superarla se convierte en una prioridad en búsqueda del bienestar propio y de la superación y crecimiento personal.
Algunas claves que pueden ayudar a dejar de ser emocionalmente dependiente son:
1.Cultivar la autoestima
El primer paso es el reconocimiento propio, todo cambio y transformación parte de volver la mirada a uno mismo para poder abrirse a lo que está por delante.
Si bien la autoestima puede verse afectada seriamente cuando nos involucramos en relaciones tóxicas, es posible sanar y seguir el camino.
Comienza por identificar tus fortalezas, esos logros que has alcanzado por muy pequeños que parezcan, y a partir de allí proyectarte en lo que eres capaz de alcanzar.
Acepta tus limitaciones y debilidades, ten una mirada compasiva hacia ti mismo, entendiendo que los errores forman parte del aprendizaje, deja la culpa a un lado.
2. Identifica
Piensa y reflexiona por un momento en aquello que haces por lo demás que te perjudica de alguna manera, te desagrada o sencillamente hubieses preferido no hacerlo.
Con este sencillo ejercicio puedes comenzar a reconocer tu dependencia emocional, aceptarla y determinarte a cambiar esta situación.
3. Ejercita la asertividad
La asertividad es un estilo de comunicación efectivo en el que damos un mensaje de manera clara, firme y honesta, pero desde el resto y mostrando empatía por el otro.
Esto incluye saber decir que no, sin sentir culpa, sencillamente dejando claro que no estás dispuesto a ceder ni negociar en ciertos aspectos, especialmente cuando se trata de tu bienestar.
4. Hacer cosas solo
Un paso hacia la independencia emocional es aprender a hacer cosas solo, disfrutar de la propia compañía y así poder ser conscientes de lo que se es capaz.
Algunos ejemplos pueden ser salir a comer fuera, ir por un café, hacer una caminata, disfrutar una película en el cine, salir de compras, leer un libro.
5. Autocuidado
El amor se debe manifestar, no solo con palabras sino también con acciones, y esto incluye el amor hacia uno mismo.
Una forma de demostrarnos amor y respeto es cuidándonos, tanto el cuerpo como nuestras emociones y pensamientos.
Tener un buen descanso, mantener una adecuada alimentación, hacer deporte, hacer actividades de disfrute e inclusive buscar ayuda profesional psicológica, son maneras de demostrar autocuidado.
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