Aptitud y actitud, se escriben de forma muy similar lo que ha generado gran confusión en el uso de estos términos, haciendo que muchas personas inclusive las utilicen de manera indistinta.
La diferencia entre ambas palabras va mucho más allá de una letra, el significado y las implicaciones de cada una en nuestro desempeño tienen múltiples aristas.
Revisaremos con más detalle su definición y de qué manera estos dos aspectos influyen en nosotros, en nuestras decisiones, e inclusive en la manera como ejecutamos nuestro trabajo.
Aptitud ¿se Nace o se Hace?
La aptitud se refiere a ser aptos para algo, es decir, tener la capacidad o competencia para ejecutar una tarea específica.
La Aptitud y la Biología
Desde un punto de vista biológico, hay aptitudes con las que nacemos, quiere decir que son innatas.
En el reino animal es más sencillo de identificar esto, cuando observamos las características de un animal en particular podemos notar que cuentan con un pelaje especial para adaptarse al clima frío, por ejemplo.
En fin, que cuentan con rasgos o elementos en sí mismos que les pueden garantizar sobrevivir en el medio donde se encuentran y que si son llevados a otro ecosistema probablemente morirían si no reciben apoyo.
Igualmente en los seres humanos se pueden observar características físicas o destrezas que permiten un mejor desempeño o una facilidad hacia su aprendizaje eso es aptitud.
El Éxito y la Actitud
Los atletas más exitosos suelen haber nacido con esa habilidad la cual a través del entrenamiento es pulida
Pero ya existía en ellos una disposición innata para ejecutar ese deporte con éxito.
De la misma forma ocurre con los músicos, desde niño se puede identificar su talento, ritmo o capacidad para imitar un sonido.
Todos nacemos con alguna aptitud, talento o habilidad, que al ser estimulada adecuadamente puede producir resultados maravillosos.
Pero en algunos casos esta aptitud puede ser el resultado del aprendizaje o la consecuencia de vivir en un medio donde se ha permitido activar.
Aptitud y Actitud se Entrelazan
Es en este punto donde la aptitud y la actitud se entrelazan, y ya veremos más adelante qué quiere decir esto.
Cuando tomamos algún estudio especializado desarrollamos de la misma forma aptitudes o competencias para asumir las tareas propias del aprendizaje que se está recibiendo.
En base a estas aptitudes más adelante podremos obtener un empleo o desempeñarnos en un cargo para lo cual sean necesarias.
Cuando tenemos aptitud para algo en particular, su aprendizaje se hace mucho más rápido y sencillo en comparación con el resto de las personas, esto nos permite identificar nuestras habilidades.
Renueva tu Mente, Cambia tu Actitud
Por su parte, cuando hablamos de la actitud nos encontramos con un elemento de origen más psicológico o emocional.
La actitud está estrechamente relacionada con el pensamiento, según el tipo de pensamientos que prevalezcan en nosotros será el tipo de actitud que exterioricemos.
La actitud es la manifestación de nuestra mente, es el reflejo de nuestro interior.
Influencia de las Aptitudes
Así como ocurre con nuestras aptitudes, que se ven influenciadas por el entrenamiento que podamos recibir, las actitudes se van a alimentar de muchos factores.
En primer lugar dependen de nuestro entorno inmediato, nuestros padres o adultos significativos transmiten de igual forma su estilo de pensamiento.
Si estamos acostumbrados a recibir comentarios negativos, ideas pesimistas, respuestas de derrota ante las dificultades, es muy probable que nuestra actitud siga ese camino.
Por el contrario, si nutrimos nuestro pensamiento con ideas más saludables, positivas, que inyecten ánimo, nuestra actitud marcará la diferencia.
Viktor Frankl y la Actitud
Viktor Frankl, neurólogo y psiquíatra sobreviviente de los campos de concentración nazis y padre de la logoterapia, resume esta realidad en su frase: la última de las libertades humanas es elegir nuestra propia actitud ante cualquier circunstancia.
Él pudo observar la diferencia que marcaba bajo esa circunstancia tan difícil, la actitud que los prisioneros tomaban y cómo esto determinaba inclusive vivir o morir.
Sabían que no podían controlar lo que estaba ocurriendo, que nada de lo que hicieran podía devolverles la libertad física, pero la forma como asumían ese hecho, su actitud sí estaba bajo su control.
Los que eligieron asumir una actitud positiva, tendiendo una mano a otros, colaborando, dándose ánimo, y haciendo uso de otras herramientas, fueron los que mantuvieron mejor estado físico y mental.
Mientras que aquellos que perdían la batalla en sus mentes, asumiendo una actitud negativa, derrotada, llegaban a debilitarse al punto de morir.
Aptitud y Actitud: la Fórmula del Éxito
Contar con aptitudes, talentos, habilidades, es una parte del camino hacia el éxito en cualquier área de la vida, pero si no es acompañada de la actitud positiva es más probable que los resultados no se materialicen.
Tienes en tus manos elegir la actitud correcta, renueva tus pensamientos y podrás sacar el mayor provecho a tus aptitudes, independientemente de las circunstancias.
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