Las razones de por qué se dan los ataques de ansiedad son muy variables, y en todos los casos requieren de atención profesional para evitar que se continúen agudizando.
La salud mental es uno de los aspectos más importantes de toda persona pues de ella depende, entre otras cosas, su sentido de autonomía, productividad y sensación de bienestar.
La ansiedad es uno de los síntomas más presentes en la actualidad y los trastornos asociados a ésta cada día van en aumento, especialmente en las grandes ciudades.
¿Qué es ansiedad?
La ansiedad se refiere a un tipo de afecto caracterizado por mantener un estado de alerta y tensión generalmente como consecuencia de exponerse a ciertos estímulos adversos.
En sí misma es una experiencia afectiva que contribuye con el desarrollo psicoemocional de cada individuo, además de tener una función de preservación pues provoca el alejamiento de los peligros.
Sin embargo, en ocasiones puede presentarse de manera desbordada y sobrepasar el nivel de tolerancia aceptable, lo que lleva a la manifestación de distintos síntomas.
La ansiedad o angustia son señales altamente presentes en la población en general, y uno de los motivos de consulta más frecuentes en la actualidad.
¿Cómo son los ataques de ansiedad?
Durante los ataques de ansiedad o también conocidos como ataques de pánico, se presenta un incremento de angustia durante un período breve de tiempo, pero con alta intensidad.
Este exceso de ansiedad se manifiesta en síntomas físicos como falta de aire, palpitaciones, presión en el pecho, temblores, mareos y una fuerte sensación de una muerte inminente.
Estos síntomas hacen que la mayoría de las personas que los han padecido terminen en una sala de urgencias ante la idea de un posible ataque cardíaco en proceso.
Luego del primer episodio, generalmente permanece un estado de inquietud ante la posibilidad de que esta experiencia se repita, lo que abre la puerta a otros trastornos relacionados con la ansiedad.
Causas de los ataques de pánico
Especialistas en el área han observado una predisposición genética hacia la manifestación de estos síntomas, sin haberse aún identificado los genes involucrados.
Sin embargo, no en todos los casos se ha visto esta correlación, si bien la influencia de padres con trastornos de ansiedad, depresivos o bipolares, suelen ser un punto importante a considerar.
Por otra parte, la correlación con situaciones de estrés es muy alta, presentándose ante circunstancias estresantes de tipo personal, económico, laboral, familiar, entre otros.
El consumo de tabaco y cannabis también han sido identificados como factores de riesgo para la aparición de crisis de ansiedad, así como el trastorno de estrés postraumático.
¿Por qué surge el ataque de pánico?
Se han planteado distintos modelos teóricos que buscan dar una respuesta a esta pregunta, describiendo el mecanismo psíquico que opera detrás de esta manifestación clínica.
Una de estas hipótesis está relacionada con un fallo en el sistema de alarma frente al estrés, aquel que nos permite huir de situaciones que pueden ser percibidas como amenazantes.
En este sentido, el sistema de alarma se activaría ante situaciones que realmente no implican un riesgo tan elevado, presentando la llamada reacción de lucha o huida.
Esta respuesta va de la mano con una activación del sistema nervioso simpático, lo que explicaría los síntomas físicos que se desatan, aun cuando en muchos casos ni siquiera se logra identificar el detonante.
Cuando las crisis de ansiedad o pánico se repiten, entonces pasaría a diagnosticarse como un trastorno de pánico, y no solamente una crisis aislada.
¿Cómo calmar un ataque de ansiedad?
En caso de presentarse un ataque de ansiedad o pánico, luego de haberlo reconocido como tal, es recomendable ubicar un espacio tranquilo y permanecer allí durante el episodio.
Algunas herramientas que pueden ayudar durante ese momento son el cerrar los ojos para disminuir la estimulación sensorial lo más posible.
Así como también los ejercicios de respiración profunda, visualización y el conteo de números progresivo o inverso, que han demostrado una gran eficacia ante este tipo de crisis.
Si la crisis le ocurre a otro, acompáñale en el proceso transmitiendo tranquilidad en todo momento y guiándole a concentrarse en su respiración y repitiéndole que ya va a pasar.
Tratamiento para los ataques de ansiedad
Como se mencionó anteriormente, cuando este tipo de crisis se repite de manera consecutiva se puede decir que estamos ante un trastorno de pánico lo que requiere una atención especializada.
Es muy importante recibir la atención adecuada en estos casos y no minimizar la situación pues en muchos casos puede derivar en otros trastornos aún más incapacitantes.
La medicación psicofarmacológica es recomendable durante el proceso, es posible que incluya ansiolíticos, antidepresivos y benzodiacepinas, y sus efectos son evidentes al cabo de algunas semanas.
Paralelamente, el acompañamiento psicoterapéutico complementará eficazmente el abordaje para disminuir y posteriormente eliminar la aparición de las crisis.
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