Hoy hablaremos de las características de la tristeza, ese estado anímico tan común y poco preferido por el hombre.
La Tristeza
Junto con la ira, el miedo, el asco, la sorpresa y la felicidad, la tristeza constituye uno de las 6 emociones básicas y esenciales del ser humano.
Generalmente el evento determinante es de tipo externo y suelen ser situaciones como la muerte de algún allegado, una separación amorosa, pérdida del trabajo, mudanza de hogar y otras causas que terminan por causar impactos negativos en las personas.
La tristeza se acompaña de tendencia al aislamiento, disminución del apetito y sensación de no querer cumplir las actividades cotidianas.
Sin embargo son pensamientos temporales que de empeorar estaríamos hablando de un estado depresivo.
Por lo tanto es normal que diariamente nos enfrentemos con situaciones difíciles que nos hacen sentir tristes.
Pero forman parte de la vida sin embargo el detalle radica en la forma como las enfrentamos y cuanto permitimos que nos afecte.
Cuando nos toca enfrentar la tristeza es importante que la veamos con detenimiento, vivamos el sentimiento y tratemos de aflorar cuanto sentimiento y pensamiento nos genere, es decir, practicar la respectiva catarsis.
Las tristezas se viven al igual que las alegrías lo esencial es determinar la razón por la que nos toca enfrentar dichas situaciones.
Dado que la tristeza puede convertirse en un evento patológico llamado depresión, describiremos sus características.
Para poder reconocer cuando estamos ante un cuadro anormal y poder buscar ayuda especializada.
Características de la Tristeza
1. Llanto
El llanto no es más que una expresión de todo aquello que sentimos y que obligatoriamente tenemos necesidad de exteriorizar e implica tristeza y sentimientos reprimidos, permitiéndonos liberar todo aquello que con palabras no podemos expresar.
Cuando lloramos nos estamos liberando de cargas y nuestro organismo se libera de tal forma que una vez que ocurre el llanto existe la necesidad de dormir y descansar.
Lo que implica que realmente nos quitamos una carga de encima.
Aunque el llanto está más asociado con las mujeres, es un acto liberador que debería ser realizado también por el hombre.
2. Aislamiento
Cuando nos sentimos tristes, generalmente no sentimos ganas de conversar ni de compartir sino por el contrario queremos estar solos, para asimilar la situación, llorar, gritar, o simplemente estar en silencio.
Es en esos momentos en los que analizamos y vivimos la tristeza, procuramos aprender y entender
Es fundamental que nos dediquemos esos momentos para poder acercarnos a nosotros mismos y encaminar una salida de ese estado anímico.
Esos momentos de aislamiento vienen acompañados de música, de lectura o incluso de recordar el pasado a través de fotografías
Y por muy negativo que parezca, es en ese instante en el momento en el que más crecemos y aprendemos.
Cuando veamos a una persona triste, no olvidemos darle su espacio y hacerle sentir que estamos allí
Pero respetamos su soledad y su tiempo, sin procurar empeorarle más su situación evitando a través de actitudes y comentarios.
3. Características Faciales de la Tristeza
Una persona que se siente triste usualmente su cara expresa ojos caídos y achinados
Quizá por llorar o dormir mucho, las líneas faciales se acentúan un poco y dibujar una sonrisa en sus rostros es algo que vuelve cuesta arriba.
También estas personas deciden no llamar la atención con su aspecto físico por lo que restan importancia a su vestimenta, peinado y maquillaje en el caso de las mujeres.
En situaciones extremas puede haber cierta pérdida de peso.
Estas personas suelen desear pasar desapercibidas y su tono de voz no es tan alto
Puede ser que respondan solo lo esencial y manifiesten no querer mantener conversaciones extensas para procurar eludir el tema causante de su tristeza.
4. Sentimientos de Inferioridad
Estas personas pueden modificar tanto sus pensamientos que su autoestima se ve notablemente afectada y tienen pensamientos que les justifica su situación haciéndoles creer que por algún motivo merecen estar tristes.
Piensan que su vida está destinada a la infelicidad y quizá por eso no logran ver los distintos matices de la vida como algo positivo.
Así como suelen ahogarse en su situación sin poder ver una solución a su tristeza.
Estos sentimientos deberían ser evaluados por especialistas ya que de no limitarse pudieran desencadenas cuadros depresivos severos.
5. Alteraciones Sistémicas
Cuando nos sentimos tristes existen una serie de sustancias que se liberan en mayor cantidad en nuestro organismo.
Como consecuencia del estímulo externo que estamos viviendo o en su defecto por la misma tristeza.
El inconveniente radica en que esas sustancias llamadas neurotransmisores pueden provocar otros cambios en nuestro cuerpo como taquicardia, cansancio, insomnio o somnolencia, aumento o disminución del apetito.
Se dice que ciertas enfermedades como la gastritis, el asma, la dermatitis y la artritis que son cuadros patológicos que se instauran durante muchos años, pueden ser secundarias a alteraciones del estado de ánimo.
Es por eso que es fundamental reconocer el límite entre tristeza y depresión.
Pues sus consecuencias como podemos ver suelen prolongarse en el tiempo.
6. Déficit de Atención
Es la dificultad que un ser humano experimenta cuando su atención se desvía con facilidad de cualquier tarea que está realizando y es un estado muy común cuando las personas experimentan tristeza.
Generalmente su mente está divagando en revivir y replantear el problema causante de su tristeza, una y otra vez.
A tal punto de desconectarse de la realidad y olvidar actividades, conversaciones, eventos o ciertas tareas que se estén efectuando.
Son personas que además lucen distraídas y desinteresadas tanto en sus actividades cotidianas como en otras tareas domésticas, escolares, universitarias y laborales incluso la de sus propios hijos y familiares más allegados.
7. Cambios Conductuales
Cuando el sentimiento de tristeza aparece sin provocar mayores consecuencias las alteraciones en la conducta no son tan usuales, generalmente se observan en aquellas personas que pasan de la tristeza a la depresión.
Sin embargo es importante reconocer las alteraciones de la conducta para estar atentos ante su presencia y procurar brindar apoyo incluso profesional a quien lo padece.
Las personas pueden manifestar mucha ira, tener actitudes de desprecio hacia los demás, amargura y frustración que no son más que el reflejo de dificultad para manejar su tristeza.
Este tipo de conducta conlleva a la persona a convertirse en una persona amargada, inconforme y resentida ante la vida al no saber qué hacer con todo lo vivido ni cómo resolver sus sentimientos que tanto malestar les causan.
Finalmente
La forma en la que todos los seres humanos enfrentamos las tristezas, varía de una persona a otra, existe quienes la viven sin que sea tan evidente, lo que implica que su sentimiento quizá esté experimentándose de manera inadecuada.
Lo importante es tener en cuenta que la tristeza es una reacción de nuestra mente ante una situación difícil que muchas veces no depende de nosotros y cuya solución puede no estar en nuestras manos.
Mientras más tiempo nos tome vivirla, enfrentarla y reconocerla probablemente sea más factible lograr salir de ella y recordemos que nosotros somos lo que pensamos, nada mejor para llevar una vida feliz que una mente y cuerpo sanos.
Si estas atravesando por un momento de tristeza recuerda que no eres la primera, ni la única ni la última persona que vive ese tipo de situación y que sea como sea, todo tiene solución en tu vida excepto la muerte. ¡¡Ánimo!!
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Mejor explicado imposible, fácil entendimiento y muy natural lo comentado,
gracias por la información.