Las características de personas con baja autoestima están estrechamente relacionadas con experiencias de vida que hacen a un individuo distorsionar su propia identidad. Las consecuencias de una autoestima baja pueden ser muy preocupantes pues limitan a la persona en todas las áreas, lo que le impide vivir a plenitud.
Además, estas pueden hacer que alguien se torne vulnerable hacia tratos abusivos o a exponerse a situaciones que continuarán alimentando las ideas negativas de sí mismo.
Importancia de la autoestima
La autoestima se refiere al valor que damos a nosotros mismos y está fuertemente ligada al autoconcepto y la identidad que hemos construido a lo largo de nuestra vida.
Si bien esta valoración subjetiva puede ser variable en una misma persona, generalmente se mantiene una tendencia bien sea hacia un extremo positivo o negativo.
La forma cómo nos vemos está además influenciada principalmente por las experiencias de nuestra infancia, lo que significa que esas etapas tempranas del desarrollo son extremadamente significativas.
Consecuencias de la autoestima baja
Mantener un tipo de autoestima que se inclina hacia el extremo negativo va a manifestar ciertas características en el individuo en su forma de verse a sí mismo y de relacionarse con el mundo.
1. Dificultad para tomar decisiones
Una de las evidencias de la autoestima baja se puede observar al momento de enfrentarse a situaciones que requieren tomar una decisión.
Puede ser desde pequeñas cosas cotidianas hasta elecciones más trascendentales y de mayor impacto para su vida.
Por esta razón, muchas personas con baja autoestima optan por refugiarse en la opinión de otras personas y le ceden el control de sus decisiones.
Esto es una manera de evitar tener que lidiar con las consecuencias de un posible fracaso y protegerse de cierta forma a sí mismo.
2. Estilo de pensamiento negativo
Generalmente, sus ideas están cargadas de una alta negatividad, cualquier tarea parece imposible de realizar y siempre se consideran los posibles malos resultados como viables.
Este estilo de pensamiento puede llevarlos a limitarse en gran manera y evitar salir de su supuesto estado de confort para evitarse el tener que probar cosas nuevas que puedan resultar mal.
3. Rechazo a los cambios
El tipo de pensamiento descrito anteriormente hace que una persona con baja autoestima rechace cualquier idea que implique asumir cambios o nuevos retos.
Esta sensación de imposibilidad y que cualquier cosa les parece muy grande para ellos hace que prefieran permanecer en el mismo lugar sin correr riesgos.
De la misma forma, tener que conocer nuevas personas les puede generar una gran ansiedad pues constantemente se sienten evaluados y criticados.
4. Ansiedad y depresión
La idea de que la mayoría de los eventos que ocurren en su vida escapan a su control y que no pueden hacer nada por evitarlos o cambiarlos les hace más vulnerables hacia la ansiedad y depresión.
Por una parte, la ansiedad es el resultado de anticiparse a hechos que quizás ni sean viables pero sus ideas limitantes y percepción de incapacidad hace que la angustia aparezca ante esa posibilidad.
Los sentimientos de culpa y de minusvalía por otra, pueden desencadenar estados depresivos al considerarse incapaz o menos que otras personas a su alrededor.
5. No logran percibir sus talentos y habilidades
El mundo subjetivo del ser humano puede convertirse como en una especie de velo que muchas veces no permite ver más allá.
Así ocurre con la persona de baja autoestima, sus propias ideas limitantes le llevan a no ver todo aquello que lo hace especial y diferente a otros.
Esto conlleva a que no explore y ponga a prueba sus capacidades, evitando el poder darse cuenta que todo lo que pudiera lograr si tan solo se lo propusiera.
6. Tendencia al aislamiento
Muchas veces la persona de baja autoestima siente que no encaja, que no tiene nada que mostrar interesante o que no es lo suficientemente buena.
Esto provoca que tienda a aislarse, generandole una gran ansiedad por el contacto social o las situaciones sociales prefiriendo evitarlas.
7. Baja inteligencia emocional
Tienden a mantener dificultades para el reconocimiento y la regulación adecuada de emociones, así como a utilizar habilidades como la empatía para relacionarse con otros.
La falta de recursos internos para manejar aquellas emociones negativas o displacenteras puede hacerlos vulnerables al uso de estrategias desadaptativas para lidiar con ellas.
Es por esta razón que la tolerancia a la frustración tiende a ser baja y al encontrarse con circunstancias adversas pueden vincularse a procesos de adicción.
8. Poca satisfacción hacia la vida
El estilo de pensamiento y de manejo emocional los lleva a mantener una sensación de insatisfacción generalizada convirtiéndose en un ciclo interminable.
No les gusta el lugar donde están, no están felices con la forma de llevar su vida, pero tampoco se atreven a hacer los cambios necesarios para transformar y dar un giro radical y permanente.
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