Las características de los sentimientos permiten diferenciarlos de las emociones, aun cuando ambos forman parte del mundo interior de toda persona.
Poder hacer esta distinción es muy importante para obtener un mayor autoconocimiento y así manejar de una manera saludable estos estados.
¿Qué son los sentimientos?
Los sentimientos pueden ser definidos de múltiples formas de acuerdo a diferentes posturas teóricas que se han construido a lo largo del tiempo desde la psicología y neurociencias.
Se pueden conceptualizar como estados emocionales relativamente estables, capaces de ser evaluados por quien los experimenta.
A diferencia de las emociones, los sentimientos pueden irse fortaleciendo o debilitando, de acuerdo a las experiencias subjetivas que atraviese cada individuo.
Mientras que las emociones tendrían un carácter más reactivo, menos predecible y por lo tanto más complejo para gestionar y modular.
5 Características de los sentimientos
A continuación, revisaremos las características de los sentimientos más resaltantes:
1. Naturaleza consciente
Los sentimientos, al ser estados de ánimo con mayor estabilidad y durabilidad, tienen la posibilidad de ser reconocidos y evaluados, permitiendo inclusive hacer un proceso de análisis sobre ellos.
Tener la oportunidad de observar y reflexionar sobre los propios sentimientos le otorga un carácter más consciente donde la persona puede elegir continuar nutriendo ese sentir o lo contrario.
Esto favorece los procesos de cambio y transformación de acuerdo a los pensamientos, circunstancias y madurez que va alcanzando cada persona.
2. Pueden ser bidireccionales
Esta característica de bidireccionalidad en los sentimientos es precisamente lo que permite reflexionar sobre ellos, y no que simplemente aparezcan o desaparezcan sin poder hacer nada.
El sentido bidireccional hace que este sentimiento pueda ser reconocido, manejado, hablado, experimentado de forma consciente, y tomar decisiones al respecto.
3. Surgen como consecuencia de las emociones
Los sentimientos no nacen de la noche a la mañana, implican un proceso que se inicia cuando se despierta alguna emoción.
Es decir, por ejemplo, el sentimiento del amor de pareja, surge primero como una atracción, luego pueden aparecer diversas emociones como sorpresa, alegría, éxtasis, entre otras.
Estas emociones que van a acompañar diversos momentos vividos van alimentando y fortaleciendo el sentimiento del amor, el cual tendrá que continuar siendo nutrido para que permanezca.
4. Persistencia
A diferencia de las emociones que suelen ser circunstanciales, los sentimientos tienen un carácter más estable y duradero, y pueden incrementar en intensidad y duración.
Así mismo, es posible que su intensidad, con el pasar del tiempo disminuya, en función de diversas variables subjetivas que pueden estar presentes en esta dinámica.
5. Control
Todas las características de los sentimientos anteriormente descritas permiten que éstos sean mejor gestionados y por lo tanto se pueda tener mayor control.
Sin embargo, mientras más se promuevan los procesos de autoobservación y reflexión, serán mucho más conscientes y, por lo tanto, capaces de ser regulados con facilidad.
Características de los sentimientos de los niños
Al igual que en los adultos, en los niños también es posible que se establezcan sentimientos, aun cuando su nivel de consciencia sobre éstos puede variar en función de diferentes aspectos.
La edad y desarrollo cognitivo del niño va a influir en gran manera sobre la forma como es capaz de reconocer y manejar sus propios sentimientos.
Igualmente, poder recibir una educación emocional desde tempranas edades favorece mucho más el reconocimiento y maduración de su mundo interior, y por lo tanto la manera de gestionarlo.
Ejemplos de sentimientos
Algunos ejemplos de sentimientos son:
a. Amor
El amor es uno de los primeros sentimientos que son desarrollados en cada individuo, surge como consecuencia de diferentes emociones y percepciones subjetivas de tipo positivo.
Una de las primeras interacciones que favorece su aparición es con la madre, el bebé en su constante contacto con ella, al ser alimentado y cuidado, inicia este proceso.
Las experiencias cercanas con la madre le proporcionan sensaciones de bienestar y seguridad muy intensas que pueden permanecer a lo largo de la vida.
b. Odio
Con quizás la misma intensidad que el amor, pero desde una percepción negativa y de profundo rechazo, surge este sentimiento que igualmente puede ser duradero.
Estas experiencias de aversión hacia una persona pueden surgir directamente como respuesta a una situación desagradable o de sufrimiento, o quizás puede ser una valoración subjetiva.
c. Culpa
Los sentimientos de culpa son el resultado de una valoración que se hace sobre una situación en la cual se considera como responsable de algún hecho negativo.
Tiene tanto un carácter de emoción como de sentimiento, dependiendo de su duración e intensidad.
Cuando son alimentados a través de ideas, pensamientos recurrentes, o señalamientos de otras personas, pueden ser muy duraderos.
d. Resentimiento
El resentimiento se refiere a un sentimiento que surge como consecuencia de experimentar vivencias repetidas que involucran emociones como la rabia y la frustración.
Puede estar dirigido tanto hacia una persona, como una circunstancia o condición en particular, que le lleva a aflorar continuamente emociones relacionadas con la envidia y la venganza.
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