En este artículo te enseñaremos como se hace un proyecto de vida para que te organices y puedas triunfar en todo.
Muchas veces en la vida se presentan situaciones que no esperábamos, ni muchos menos pensábamos que ocurrirían. Y aunque, precisamente no tenemos el control de nuestro destino y sus designios, siempre va a hacer beneficioso y de gran alivio poder organizarse.
¿Qué es un proyecto de vida?
Un proyecto de vida es una herramienta que nos ayuda a realizar diferentes tipos de planes que impulsan nuestro crecimiento personal y profesional.
Para hacer un plan de vida se debe tener en cuenta varios aspectos, entre ellos; el plazo de ejecución y las características que lo distinguen.
Tipos de proyectos de vida
- Proyectos de vida de corto plazo: generalmente se caracterizan por alcanzar los objetivos planteados en menos de un año.
- Proyectos de vida de mediano plazo: comúnmente tienen un periodo de duración de uno a cinco años de ejecución.
- Proyectos de vida de largo plazo: estos se proyectan de cinco años en adelante.
Tomando en cuenta la clasificación anterior, procedemos a reconocer el autoconocimiento de nuestras actitudes, aptitudes, valores éticos y morales, y cómo podemos potenciarlos para darle un sentido a nuestro plan de vida.
¿Cómo elaborar un proyecto de vida?
Ahora, es momento de elaborar nuestro proyecto de vida, y para eso utilizaremos una herramienta muy práctica para trazar las partes y los elementos necesarios; un árbol de proyecto de vida.
Para lograr el éxito en la elaboración de nuestro plan, debemos responder las siguientes interrogantes:
1. ¿Cuál es mi raíz?
Esta interrogante parte desde el comienzo, la base de nuestro objetivo. Se trata de definir nuestras fortalezas y nuestras debilidades heredadas y adquiridas.
Un buen ejercicio es que te pares frente al espejo y definas todos los aspectos de tu personalidad, así podrás identificarte con eficacia.
Por ejemplo:
Yo soy inteligente, soy perseverante, aunque a veces también sea un tanto terco y hasta testarudo.
2. ¿Cuál es mi tronco?
Esto se refiere a los elementos que nos sostienen, aquellos familiares y personas allegadas que tuvieron una marcada influencia en nuestra vida.
Y de qué manera esa experiencia ha contribuido a nuestra formación desde pequeño.
Por ejemplo:
Los acontecimientos decisivos, los éxitos más importantes y también los fracasos, además de las decisiones con mayor significado que tuvimos que tomar.
3. ¿Cuál es mi copa de árbol?
Aquí se define nuestra personalidad. Cuáles son nuestros anhelos, lo que queremos y buscamos.
Además de nuestra relación con la sociedad, nuestra aceptación propia con respecto al aspecto físico, el estado emocional, y demás.
En esta parte, es que surge nuestra vocación y justamente se encamina nuestro sendero a eso que queremos lograr.
Por ejemplo:
Yo soy una persona muy sociable, me siento bien conmigo mismo, y voy a lograr mis sueños. Cumpliré todo lo que deseo, porque así me lo dispongo.
4. ¿Quién soy? O ¿En qué puedo ser útil?
Vamos a evaluar cuáles han sido las situaciones que han podido obstaculizar el desarrollo de nuestra personalidad y nuestros talentos.
Así, vamos a poder esclarecer que podemos transformar, que queremos ser, como queremos evolucionar, y que no es posible cambiar y por qué no lo es.
Por ejemplo:
Soy una persona constante, luchadora, aunque necesito meditar en las decisiones que tomo, a partir de ahora, voy a evaluar varias veces lo que me conviene y lo que no.
A mí me encanta cantar y componer mis propias canciones, pero desafortunadamente no tengo el don para cantar y eso es algo que no puedo cambiar.
Sin embargo, mis letras son exquisitas y muy sublimes, al momento de escribir me inspiro y se me da con facilidad.
5. ¿Quién voy a ser? ¿Estos son mis verdaderos sueños?
A veces pensamos que queremos algo, y no es exactamente lo que en realidad necesitamos y se encaja a nosotros.
Aquí tomaremos todos los aspectos que definimos con anterioridad y vamos a definir cuáles son nuestras facultades que nos favorecen y cómo superaremos los obstáculos que no nos dejen evolucionar.
Por ejemplo:
Soy muy talentoso al momento de escribir, y descubrí que no quiero ser cantante, no, quiero ser un gran escritor.
Voy a dejar atrás mis inseguridades y daré a conocer al mundo todo mi talento.
6. ¡Cosechemos los frutos!
Definamos el propósito de nuestra meta, y sin perder tiempo, armemos un plan de acción, porque nuestro destino es ahora y el éxito nos espera.
Para cosechar los frutos, debemos arrancar y buscar las oportunidades, y si no las hay, debemos crearla, porque más que un plan, es el proyecto más ambicioso de nuestra existencia.
Por ejemplo:
Escribí un cuento increíble y lo presenté a un concurso de literatura… ¡Gane el concurso! Y así inicia mi carrera…
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