Las causas del enojo pueden variar de una persona a otra, tomando en cuenta sus características de personalidad y los lugares en los cuales se desenvuelva.
En este artículo vamos a revisar cuales son las 7 consecuencias más comunes y generales del enojo, además veremos algunas maneras prácticas pero efectivas para contrarrestar esta emoción desadaptativa. La idea es aprender a dominar nuestras emociones, para que estas no nos dominen a nosotros.
¿Qué es el Enojo?
El enojo es la consecuencia de no poder tolerar alguna situación desagradable, cuando tenemos baja tolerancia a las frustraciones solemos enojarnos con más frecuencia. Es hasta cierto punto normal que existan situaciones donde el sentimiento de enojo se haga presente de manera inevitable.
El hecho de enojarse va a depender de algunos factores personales y sociales, es decir, no a todas las personas las enojan las mismas cosas, la manera en la que fueron criados por sus padres o cuidadores influye mucho en este aspecto. Por ejemplo, depende del establecimiento moral que tenga una persona se puede enojar o no ante alguna injusticia.
Un sujeto con la moral bien establecida se disgusta al ver que alguien no respeta la fila de un banco y pasa de primero, sin que nadie haga nada para detenerlo, por el contrario si no existe un buen desarrollo moral esta circunstancia no representa ningún motivo de disgusto.
Otro aspecto determinante es la parte orgánica, cuando existen compromisos a nivel de ciertas estructuras cerebrales (amígdala cerebral y corteza prefrontal) los individuos presentan mayor facilidad para enojarse ante estímulos adversos para ellos. El secuestro amigdalar es un episodio de enojo incontrolable, propio de sujetos con carácter colérico.
7 Consecuencias Negativas del Enojo
Luego de haber pasado por un episodio de enojo intenso, suelen quedar algunas consecuencias negativas con las que habrá que lidiar. En el siguiente listado veremos cuales son las más comunes.
1. Sentimientos de Arrepentimiento
Después de haber estado enojados nos encontramos con una etapa de reflexión que nos hace recordar las cosas que hicimos o dijimos, y es cuando acontecen los sentimientos de arrepentimiento. Algunas veces el arrepentimiento es tan intenso que puede hacer que el sujeto sienta enojado consigo mismo, lo cual se vuelve un círculo vicioso.
2. Más Frustración
Otra de las consecuencias más comunes que suele dejar el enojo una vez que ha pasado es más frustración, debido a que nos sentimos mal por no haber sido capaces de contender nuestros impulsos anteriormente. Veámoslo de este modo; en principio la frustración provenía de un factor externo, ahora es motivada por nuestro sentimiento de culpabilidad.
3. Somatización
El enojo hace que nos carguemos de estrés, y podemos llegar a manifestar algunos síntomas físicos debido a esto; pérdida de energía (fatiga), arritmias cardiacas, acné o caspa, pérdida de cabello, tensión muscular persistente e intensa, cefaleas por tensión, etc.
4. Resentimiento
El resentimiento es una secuela característica del enojo, sobre todo en sujetos con poca capacidad de reconocer sus errores. Luego de haber estado enfadados, la reflexión puede llevarnos a tomar dos alternativas diferentes; la primera es reconocer que estábamos molestos y tal vez no actuamos de la mejor forma.
La segunda alternativa es atribuirles toda la culpabilidad a terceras personas para protegernos a nosotros mismos de cualquier sentimiento incómodo, en psicología esto se conoce como “desplazamiento”, y es un mecanismo de defensa inconsciente. Paradójicamente en ese intento de protección inconsciente se genera el resentimiento.
5. Conflictos a Nivel social
Las relaciones interpersonales pueden verse afectadas como consecuencia del enojo, la manera en que tratamos a nuestro círculo social determina la calidad de nuestras relaciones, y cuando estamos bajo un estado emocional alterado a causa del enojo el trato puede ser bastante hostil.
6. Falta de Concentración
Después de haber pasado por un momento de enojo importante, los pensamientos que solemos tener son de carácter intrusivo. Este tipo de pensamientos son involuntarios y están relacionados con el evento que nos hizo enojar, lo que ocasiona una inminente falta de concentración en las actividades cotidianas que solemos desarrollar.
7. Insomnio
El hecho de pensar constantemente en los acontecimientos ocurridos durante nuestros momentos de enojo puede generar insomnio, debido a que por la noche, cuando es momento de irnos a dormir, solemos repasar los acontecimientos más relevantes de nuestro día a día.
Para prevenir estas secuelas debemos ser capaces de reconocer las emociones, cuando nos damos cuenta que nos estamos sintiendo enojados somos capaces de frenar nuestros impulsos y evitar actuar de forma imprudente. Eso se consigue poco a poco, con un entrenamiento emocional adecuado. a veces es necesario asistir a terapia par conseguirlo.
El terapeuta será capaz de ayudarnos a reconocer aspectos de nuestra propia personalidad que permanecen inconscientes, y que mientras no los reconozcamos, estos nos van a dominar en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Es mejor asistir a terapia a tiempo, antes de que la situación nos sobrepase.
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