Comúnmente hablamos de los nervios para referirnos a un estado extremo de alerta y tensión. Estar sobresaltado por alguna circunstancia, incluso antes de que pueda ocurrir puede llegar a ser normal, pero que ocurre cuando no es posible controlar los nervios
Los Nervios y sus Síntomas
A nivel clínico estos síntomas se refieren al término ansiedad o angustia, entendido como un estado donde hay una alteración manifiesta tanto física como mentalmente.
Tener los nervios alterados puede afectar incluso nuestra salud, tanto mental como física.
Además, mantener un estado ansioso constantemente afecta nuestro desempeño cotidiano, la concentración no es igual, y nuestra productividad disminuye.
Tips para Controlar los Nervios
1. Identifica el Origen de tus Nervios
En ocasiones lo tenemos muy claro, estamos esperando turno para una consulta médica, o vamos retrasados a una cita importante, y se manifiesta claramente nuestra ansiedad.
Pero hay momentos donde ese estado de tensión es más difuso, nos sentimos alterados, como si estuviese a punto de ocurrir una catástrofe, aunque no sabemos exactamente qué.
Puede ser el resultado de días bajo estrés, o alguna situación traumática reciente que no ha sanado.
En todo caso para poder atacar el problema de raíz es importante que te detengas por un momento y comiences a reflexionar sobre el origen de tus nervios.
Conociendo la causa será más fácil para ti manejarlos.
2. Respira
Es posible que el proceso para identificar el origen de tus nervios tome su tiempo, y a veces necesitas herramientas más inmediatas para abordarlo.
Una de las técnicas más eficaces, rápidas y económicas es la respiración diafragmática o abdominal.
Consiste en inhalar lentamente el aire por la nariz observando cómo se infla tu estómago, puedes colocar una mano sobre el pecho y otra en el abdomen para que puedas notar su elevación más fácilmente.
Luego aguantas el aire unos segundos y lo botas por la boca poco a poco.
Repites este ciclo de respiraciones durante unos cinco minutos, si practicas diariamente será más útil cuando se presente la ocasión de requerirla.
3. No te Anticipes
Los nervios deben aparecer ante amenazas reales de peligro, como un mecanismo que nos activa para la huida y protección.
En ocasiones nuestra mente puede jugarnos una mala jugada y comenzamos a anticiparnos psicológicamente a un evento amenazante que no tenemos ni la certeza de que ocurrirá.
Aun cuando la amenaza no se haya manifestado, los síntomas de ansiedad sí lo hacen.
Si has identificado que esto ocurre utiliza la respiración y cambia tu pensamiento.
No te preocupes, ocúpate solo de aquello que realmente está ocurriendo y descarta las alternativas negativas que surgen en tu mente.
4. Evita las Malas Noticias
Los medios de comunicación tienden a estar sobrecargados de malas noticias, al fin y al cabo, eso es lo que más capta la atención en el público.
SI últimamente te has sentido sobresaltado y has notado que tus nervios están alterados, evita llenar tus días con más cosas negativas, especialmente si es innecesaria esa información en este momento.
Procura por el contrario buscar información o actividades que te brinden paz y fomenten la tranquilidad.
5. Planifícate
La mejor manera de evitar los escenarios cargados de presión es la planificación.
SI sientes que tu rutina diaria es agobiante, es posible que la continua improvisación o la carrera contra el reloj tengan algo que ver.
Organiza tus días, incluye no solo las obligaciones pendientes sino también un espacio para el descanso.
Si sientes que algunas tareas te distraen más que otras, usa una alarma configurada cada 15 o 20 minutos de manera que puedas supervisar tus propios avances.
6. Práctica la Relajación
Las técnicas de relajación son altamente recomendadas para ayudar a manejar los nervios, pero es mucho más eficaz cuando las implementamos en nuestra rutina diaria.
Es ideal practicarla justo antes de dormir, ayudando a tu cuerpo a tener un descanso pleno.
Una de las técnicas más populares es la relajación progresiva de Jacobson.
Debes procurar ponerla en práctica en un ambiente cómodo, con una luz tenue, sin ruidos, puedes incluir una música suave si así lo deseas.
Se parte de concentrarte primero en las sensaciones de tu cuerpo, luego comienzas a apretar y relajar por algunos segundos diferentes partes de tu cuerpo por etapas.
Puedes iniciar por las manos, apretando los puños y luego relajándolos, luego puedes continuar por diferentes zonas del brazo.
De la misma manera vas recorriendo tu cuerpo hasta cubrirlo por completo.
7. Evita los Estimulantes
Sustancias como la cafeína o el chocolate tienden a activar el sistema nervioso, acelerando el funcionamiento de algunos órganos como el corazón, lo que promueve un estado de inquietud en el cuerpo.
Disminuye su consumo, especialmente por las noches cuando te dispones a descansar para que tu cuerpo logre recuperarse satisfactoriamente.
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