Nuestro mundo afectivo es amplio y complejo, si bien todos hemos escuchado y usado, probablemente sin hacer diferencia, los términos emoción y sentimiento, estos pertenecen a experiencias diferentes.
No quiere decir que sean excluyentes o que se refieran a algo muy distinto, sino que va a depender de la manera cómo los vivenciamos interiormente.
Es importante como parte de nuestro desarrollo personal tener claros estos conceptos, incluso si te encuentras en psicoterapia puede ayudarte mucho en este proceso.
¿Qué son las Emociones?
Cuando hablamos de emoción se refiere a esa reacción afectiva casi inmediata a algún estímulo interno o externo.
Es algo de lo que muy difícilmente podemos tener control e implica a su vez un proceso fisiológico.
Ejemplo de las Emociones
Acabas de recibir el ascenso por el cual te has esforzado durante largo tiempo, o tu equipo anota el gol del campeonato en el último minuto.
Estas son algunas situaciones donde se manifiesta una emoción, la alegría, que a su vez va a producir efectos en tu cuerpo, se acelera el corazón, quizás el exceso de energía te hace brincar, gritar, etc.
Esta emoción es transitoria, solo dura esos segundos, luego ahondaremos en este punto.
De la misma manera puede ocurrir con emociones displacenteras, por ejemplo, tu pareja te dice que ya no desea continuar la relación porque se ha fijado en alguien más.
Puede que una situación como esta genere tristeza, o rabia, o ambas inclusive.
Ante esta información que has recibido tu cuerpo también reacciona, se pueden producir lágrimas, puede variar la tensión arterial, entre otros signos.
¿Qué son los Sentimientos?
Repasemos la situación anterior, has recibido el ascenso que tanto soñabas, al enterarte brincabas de alegría, y ya luego en la noche, aunque te sentías feliz de pensarlo, la reacción no era la misma.
Los días pasan, y esa sensación de bienestar se mantiene, sabiendo que estás en el trabajo de tus sueños y en el lugar que tanto habías deseado.
Así son los sentimientos, hay menos intensidad, pero son más duraderos. La primera reacción al enterarse fue inconsciente, en este caso de alegría.
Luego podríamos verlo como una evolución de esa emoción a un estado más permanente, el sentimiento de felicidad por el logro alcanzado.
Sin embargo, para que esto ocurra debe haber un proceso subjetivo de esa emoción inicial, es decir, hay que reconocerla, saber que está allí, y al hacerla consciente puede convertirse en un sentimiento definido.
Puede pasar que esta primera emoción no sea identificada o sea negada como un mecanismo de defensa, entonces queda difusa en nuestro interior y puede manifestarse de forma patológica.
Ejemplo de los Sentimientos
Retomemos el ejemplo anterior sobre las relaciones de pareja, como se mencionaba puede que este tipo de situaciones produzca tristeza y rabia.
A medida que se siguen haciendo conscientes estas emociones se pueden desprender varias aristas, decepción, culpa, miedo, o cualquier otra dependiendo de la experiencia y las características de la persona involucrada.
Pueden entonces evolucionar estas emociones hacia una depresión, que sería un estado de tristeza permanente, dependiendo de la duración pudiera ser más o menos grave.
La tristeza en este caso pasaría de ser una emoción transitoria, a un sentimiento permanente.
Hasta cierto punto es necesaria pues es la manera cómo podemos reconocer y aceptar una pérdida, en este caso la relación de pareja.
Emociones Vs Sentimientos
Luego con el pasar del tiempo debería ir disminuyendo, de esta forma sería una tristeza adaptativa.
En resumen, podemos concluir que al hablar de emociones y sentimientos la principal diferencia está en la intensidad y la duración de esta experiencia afectiva.
Las emociones son reactivas, rápidas, no podemos controlar su aparición y son además transitorias, no permanentes, vienen y van.
Solo en patologías graves una persona no es capaz de reaccionar ante estímulos ni sentir alguna emoción.
Los sentimientos por su parte son más duraderos y surgen luego de hacer una reflexión y vivir de manera consciente la experiencia afectiva.
Es Importante Saber que…
Conceptos como el amor o la felicidad, se trata de sentimientos permanentes, nacen de una emoción momentánea, pero quedan anclados y se vuelven estables en el tiempo.
Cuando aprendemos a reconocer nuestras emociones y nuestros sentimientos podemos gestionarlos de una manera más adecuada.
Nos permite tener un mayor control, identificar su origen, canalizar mejor su expresión y comunicarlos de manera efectiva.
Si aún no tienes claro cuáles son los sentimientos y las emociones presentes en ti es hora de comenzar a reflexionar sobre tu mundo afectivo, saber reconocerlas y diferenciarlas traerá innumerables beneficios.
¿Te pareció útil este Tema? ¡Valóralo!