Las emociones positivas y negativas son esenciales en la vida de toda persona y cumplen funciones muy importantes para profundizar en el autoconocimiento.
Aun cuando se pueden clasificar de esta forma, no quiere decir que sean buenas o malas, pues inevitablemente todos las experimentamos en un momento dado.
Sin embargo, poder reconocerlas y aprender a expresarlas adecuadamente es clave para mantener un equilibrio emocional, así como una saludable vida interior.
¿Qué son las emociones y los sentimientos?
Nuestro mundo interior está conformado por muchos elementos que pueden resultar difíciles de comprender por su naturaleza abstracta y subjetiva.
Aun así, desde la psicología, se ha logrado precisar las diferencias entre emociones y sentimientos, describiendo las primeras como temporales y los últimos como permanentes o más estables en el tiempo.
Por ejemplo, en la etapa del enamoramiento hay una carga de diferentes emociones como sorpresa, alegría, disfrute, atracción, todas de tipo gratificante, pero de corta duración.
Esta puede ser la puerta para algo más profundo y permanente como es el amor, en ese caso es posible que dure inclusive toda la vida.
Emociones positivas
Las emociones son estados afectivos de corta duración que provocan una serie de cambios a nivel cognitivo y físico en quien los experimenta.
Cuando se habla de emociones positivas se hace referencia a estas experiencias inclinándose más hacia sensaciones agradables, de disfrute y que están asociadas al bienestar.
Desde la psicología positiva se ha podido identificar cómo este tipo de emociones cumple una serie de funciones muy importantes para la vida de toda persona.
Si bien sus efectos se consolidan a largo plazo, ha sido evidente como quienes tienden a manifestarlas con más frecuencia logran construir recursos internos para afrontar efectivamente situaciones difíciles.
Además, sirven de activadores ampliando la percepción y las alternativas de acción para un individuo generando una transformación caracterizada por una mayor creatividad y resiliencia.
Ejemplos de emociones positivas
- Alegría: es una emoción que se puede experimentar tanto por cosas cotidianas, como estar en compañía de tus seres queridos, así como por eventos más singulares, por ejemplo una graduación o una boda.
- Sorpresa: es un elemento que da un sabor especial a la existencia, poderse dejar impresionar por diferentes experiencias, hechos, lugares o personas, y quedar perplejo unos segundos.
- Diversión: gracias a ella podemos disfrutar de muchas cosas tanto de manera individual como al lado de otros.
- Orgullo: en este caso se hace referencia a esa sensación de haber logrado algo, de sentirse satisfecho con los resultados obtenidos.
- Esperanza: es lo que inyecta un toque de positividad a las circunstancias para hacerlas más llevaderas, siempre teniendo la mirada en que pronto las cosas estarán mejor.
Emociones negativas
Las emociones negativas son aquellas que generan una sensación de malestar psicológico en quien las experimenta y pueden cumplir una función de protección.
Esto quiere decir que al aparecer producen una serie de cambios fisiológicos que activan una respuesta de escape o salida para evitar sufrir algún daño.
Sin embargo, cuando se presentan de forma recurrente, pueden llevar hacia trastornos emocionales crónicos como los trastornos de ansiedad o la depresión.
La aparición de este tipo de emociones cumple funciones adaptativas cuando se logra identificar cuál es el desencadenante, pues sirve como señal de alarma ante un peligro.
En caso contrario puede causar confusión, paralización y afectar profundamente la salud mental y la calidad de vida de quienes estén sumergidos en esta situación.
Ejemplos de emociones negativas
- Miedo: desde un punto de vista adaptativo, esta emoción sirve para identificar peligros y activar la respuesta de huida. También puede aparecer ante situaciones o factores que se perciban como amenazantes sin serlo realmente.
- Rabia: usada de manera adecuada puede impulsarnos a reaccionar y tomar acciones ante situaciones que se perciban como injustas. En caso contrario puede llegar a descontrolarse y causar muchos problemas.
- Tristeza: es una reacción que puede aparecer ante la pérdida o algún suceso desfavorable y puede expresarse a través del llanto, desánimo, falta de energía, pérdida de apetito, entre otras.
- Culpa: asumir responsabilidad está bien, pero pensar continuamente en hechos o decisiones del pasado no permite el avance hacia nuevas sensaciones de plenitud.
Emociones positivas y negativas en niños
En los niños se pueden presentar las mismas emociones que en los adultos, sin embargo, la forma de expresarla y gestionarla se realiza de formas diferentes.
Esto se debe principalmente a las limitaciones en el lenguaje, lo que los lleva a no saber definir adecuadamente lo que sienten tendiendo a manifestarlo en sus conductas o actitudes.
Por ejemplo, un niño frustrado y con rabia es posible que comience a gritar, llorar o mostrarse agresivo de manera intensa al no saber cómo gestionar esas emociones.
De igual forma puede ocurrir con emociones de tipo positivas, por lo que al sentirse feliz tienden a saltar, bailar, agitar sus manos y reír incluso descontroladamente.
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