El maltrato a la mujer es lamentablemente una situación que se ha tornado común a nivel mundial.
Hay quienes creen aún que esto no les pasará nunca o que solo ocurre en ciertos sectores de la sociedad, pero no es así.
Cualquiera puede estar expuesto en un momento dado a verse involucrada en una situación de maltrato, por eso reconocerla y actuar a tiempo es la clave.
¿Qué es el Maltrato a la Mujer?
La violencia basada en género se refiere a toda agresión que pueda recibir una persona tanto física, emocional, sexual o incluso financieramente, sólo por el hecho de ser mujer.
En esencia es un acto que está caracterizado por el ejercicio de control sobre la otra persona, una creencia de tener el derecho de manejar a la mujer de acuerdo a sus propios intereses.
La psicoanalista Mariela Michelena afirma al respecto que el maltrato comienza mucho antes del primer golpe, haciendo referencia a ciertas actitudes que deben asumirse como bombillos de alerta.
Cada vez que la mujer dentro de una relación cede ante una imposición de su pareja, generando en ella incomodidad, está abriendo el camino al maltrato sin darse cuenta.
El maltrato también puede venir de un desconocido que, por creencias o rasgos individuales, sea capaz de agredir a una mujer solo por su condición de género.
Causas del Maltrato a la Mujer
Entre las razones que impulsan la violencia hacia las mujeres, podemos diferenciar tres categorías en función de su origen.
Por una parte, aquellas de tipo individual, relacionadas con rasgos de personalidad o características individuales del agresor.
Por otra parte, a la dinámica de violencia propiamente dicha que se ha establecido y a creencias que pudieran haber sido transmitidas en el ámbito social.
a. Factores de Riesgo Individuales
Una de las principales características identificadas tanto en los agresores como en las víctimas de maltrato, es la exposición a la violencia durante la infancia.
Esto implica que se ha asumido hasta cierto punto el uso de la agresión como parte de las estrategias o formas de relacionarse entre las personas.
Por otra parte, las características de personalidad como baja tolerancia a la frustración o rasgos impulsivos, son propios de los maltratadores.
El consumo de sustancias desinhibidoras como drogas ilegales u alcohol, son también factores de riesgo que pueden potenciar la aparición del maltrato hacia la mujer.
b. Factores de Riesgo en la Relación de Pareja
Dentro de la dinámica de pareja se pueden presentar situaciones que faciliten la aparición de la violencia en la pareja, independientemente de los puntos señalados anteriormente.
Uno de los principales elementos en este sentido son las dificultades en la comunicación, estableciéndose patrones que promueven los estados de tensión entre ambos.
Igualmente, la carencia de una relación equitativa, quedando el poder solo en uno de los miembros de la pareja, conlleva a la presencia de cualquier tipo de violencia.
Este estilo dominador se puede evidenciar por la imposición de restricciones que pueden ir desde la forma de vestir hasta la manera de relacionarse con los demás.
En el maltratador se anida la idea que su pareja de cierta manera le pertenece y en la víctima puede existir la creencia que el amor va de la mano al sacrificio.
c. Factores de Riesgo Relacionados a la Violencia Sexual
En este caso también puede haber elementos individuales, como trastorno antisocial u otras patologías, de parte del agresor.
Mientras que las creencias que se manejen a nivel colectivo juegan un papel muy importante en la presencia de este tipo de acciones.
Hay sociedades en las que la agresión sexual es altamente tolerada otorgándosele privilegios al hombre sobre la mujer.
Igualmente, en aquellos lugares donde la impunidad es elevada, los delitos de este tipo pueden promoverse con mayor facilidad.
Tipos de Violencia Hacia la Mujer
La violencia hacia la mujer se puede ejercer de diferentes formas, no solo a través de las agresiones físicas, por lo que es importante conocerlas para poder tomar las medidas necesarias.
1. Maltrato Físico
Toda aquella agresión que involucre contacto con su cuerpo y pueda generar algún tipo de lesión, es considerado como violencia física.
Es importante destacar que el maltrato de esta categoría suele ir en ascenso, cuando proviene de la pareja, por lo que tolerar su aparición puede llevar a consecuencias fatales.
2. Violencia Sexual
Toda acción que involucre la sexualidad de la mujer sin su consentimiento o ejercida bajo amenaza implica una violencia de este tipo.
Esto incluye, no solo el acto carnal forzado, sino también actitudes de acoso o intimidación, así como cualquier tipo de explotación relacionado al área sexual.
3. Maltrato Psicológico
El maltrato psicológico se refiere a aquellas acciones y actitudes que generan daño emocional y afectan el bienestar mental de la mujer.
Las humillaciones, insultos, amenazas, imposiciones, restricciones o manipulaciones; son algunos ejemplos de violencia psicológica.
Muchas veces este tipo de maltrato es el primero en aparecer en la pareja y es la puerta hacia otro tipo de violencia, por lo que no debe subestimarse.
4. Violencia Económica
Ésta se refiere a cualquier hecho que atente contra los recursos económicos o patrimoniales de la mujer imponiéndose limitaciones en el uso del dinero.
Básicamente con estas acciones se busca restringir su capacidad de autonomía e imponer una relación de poder y dependencia hacia el hombre.
5. Violencia Institucional
En este caso, la violencia proviene de aquellos quienes desempeñan un rol dentro de instituciones públicas e impiden el acceso a ciertos servicios o políticas por discriminación de género.
6. Violencia Simbólica
La violencia simbólica se establece en un nivel macro, cuando dentro de una sociedad, o incluso a nivel global, se manejan estereotipos o valores negativos hacia la mujer.
Estos se pueden transmitir de manera explícita o a través de chistes u otras acciones más sutiles, pero igual de perjudiciales.
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