Seguidamente señalaremos algunos ejemplos de actitud positiva en el trabajo, que te permitirán cambiar la perspectiva de lo que haces y manejarlo de una manera más adecuada.
Existen múltiples beneficios de la actitud positiva en el trabajo, no solo te favorecerá a nivel laboral sino también desde el aspecto personal.
Actitudes positivas en el trabajo: ejemplos
1. Saludar
Quizás pueda parecer obvio, sin embargo, algunos están tan concentrados en sus propias preocupaciones o pensamientos que un simple saludo se les puede olvidar.
El acto de saludar, y de ser posible acompañar este saludo con una sonrisa, puede impactar de gran manera el espacio de trabajo, e incluso la forma cómo se inicia la jornada de trabajo.
Esto además habla mucho de los valores y normas de cortesía que se practican, y deja entrever el tipo de persona que uno es.
2. Ser humilde
La humildad es una característica altamente valorada y reconocida en todos los espacios en los que uno se pueda desenvolver, difícilmente un arrogante es aceptado o bien visto.
Este tipo de actitud se refleja cuando una persona es capaz de reconocer sus logros, pero también los de los demás y agradecer el apoyo que ha recibido en el proceso.
También en la manera de relacionarse con sus compañeros de trabajo, sin hacer distinción por rango, jerarquía o algún otro motivo.
3. Optimismo
En la oficina nunca falta aquel “nube negra”, el que piensa que las cosas van a salir mal o siempre saca a relucir las faltas y las quejas sobre cualquier cosa posible.
Este tipo de personas tiene un impacto muy negativo en el clima laboral, desinfla las mejores intenciones y hace dudar a otros sobre sus propias capacidades.
Por el contrario, el optimista es quien trae luz ante las dificultades, mantiene un buen ánimo, puede motivar y ser incluso fuente de inspiración para otros.
4. Buena comunicación
Mantener una buena comunicación en el trabajo es esencial para que las cosas salgan bien, haz preguntas, comparte con tus compañeros y evita aislarte de los demás.
Esto podrá ayudarte a evitar errores con más facilidad, conocer mejor los procesos de trabajo y ser percibido de una manera más cercana, contribuyendo a un ambiente de trabajo más agradable.
5. Adiós al chisme
Evitar a toda costa los comentarios sobre otras personas, participar en chismes y toda situación que pueda resultar altamente tóxica e incómoda.
No repitas información que realmente no estás seguro que sea real, ni alimentes la intriga en la oficina, estas acciones suelen hacer mucho daño en el trabajo.
6. Jugador de equipo
El jugador de equipo es aquel que piensa y se enfoca en las metas en común, más que en sobresalir por encima de los demás.
Esto le lleva a apoyar a quien lo necesite, dar una mano, cumplir con su rol de la mejor manera posible, buscar solucionar problemas y mediar ante los posibles conflictos.
7. Proactividad
Es muy reconfortante toparse con personas que tienen iniciativa, especialmente para los jefes de equipo, saber que cuentan con alguien que se preocupa más allá de lo que en teoría le corresponde.
Una persona proactiva no espera que se le diga lo que tiene que hacer, genera alternativas y busca la manera de hacer su trabajo lo mejor posible, incluyendo la opción más rápida y eficaz.
8. Búsqueda constante de desarrollo profesional
Este es otro plus que puede impulsar tu carrera en gran manera y que es una actitud admirada por los superiores, aquel que busca retarse constantemente y que se mantiene en constante crecimiento.
Algunos ejemplos de acciones que favorecen el desarrollo profesional serían el buscar constantemente capacitaciones, mostrar interés por fortalecer habilidades y corregir las debilidades.
9. Responsabilidad
Indudablemente una actitud responsable es fundamental en el campo laboral y siempre será una excelente carta de presentación y recomendación.
La actitud responsable se verá reflejada en aspectos como la puntualidad, la forma de entregar aquellas tareas asignadas y la manera de manejar la información.
También, al asumir los errores cometidos y mejorar aquellos aspectos que puedan estar obstaculizando un adecuado desempeño laboral.
10. Disfruta lo que haces
Finalmente, poder mantener una actitud positiva en el trabajo se resume en ser capaz de disfrutar lo que se haga, por muy pequeño que pudiera parecer.
Levantarse cada mañana con gratitud por la oportunidad de ser productivo, buscar hacer el trabajo lo mejor posible, y dejar un impacto en cada persona que te rodea.
Que la motivación que te lleva a hacer ese trabajo no sea solamente monetaria, sino que trascienda incluso ese aspecto.
Y si quizás esa posición en la que estás no te brinda mucha satisfacción en este momento, enfócate en el día a día, y piensa en aquello que podrás lograr a través del lugar en el que hoy estás.
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