Ser más sociable se refiere a la cualidad que tiene una persona de vivir en sociedad y crear empatía para establecer relaciones agradables con los demás.
El término sociabilidad incluye los actos que una persona ejecuta para establecer relaciones sociales con quienes le rodean y aunque suene sencillo, para muchas personas es complejo.
Pareciera que hay niños que nacen siendo sociables o como algunos lo describen, siendo populares, pero aunque ser sociable es una cualidad innata, también podemos aprenderla.
El miedo al rechazo, la falta de autoestima y algunos paradigmas religiosos y culturales, nos evitan ser más sociables.
La timidez es una razón por la que a muchas personas se les dificulta relacionarse con los demás; si eres una de esas, acá te diremos cómo ser más sociable.
¿Cómo ser más sociable?
Existen pequeños actos que podemos practicar y enseñar a nuestros hijos, sobrinos, nietos o alumnos (si de ser docente se trata), que les permitirá establecer excelentes relaciones sociales.
Además en nuestra actualidad la capacidad de socializar está altamente valorada, pues constituye la base para instaurar excelentes relaciones laborales.
Cuando una persona adquiere la capacidad de ser más sociable, se abren grandes oportunidades en el campo laboral, favoreciendo las comunicaciones y todos los beneficios que de allí se generan.
Si estamos en lugares públicos, cuando tenemos la capacidad de conversar y comunicarnos fluidamente con los demás, podemos pasar ratos agradables mientras hacemos actividades cotidianas.
Existen profesiones que ameritan un contacto humano estrecho, por lo que deben desarrollar su capacidad de sociabilidad, para crear empatía y garantizar una excelente atención.
1. No tengas miedo de conversar
Cuando estés en algún lugar, suelta tus miedos al conversar con los demás y olvida por un momento lo que pueda pensar la otra persona.
Obviamente establece temas de conversación positivos, agradables y evita conversar sobre temas de política, religión o cultura que a lo largo de siglos han demostrado generar controversia.
Puedes hablar del clima, del ambiente, un poco sobre ti, pero siempre con respeto, en un lenguaje claro, conciso y en donde evites el uso de malas palabras.
2. Maneja temas de actualidad
Siempre es importante que estés al tanto de lo que acontece en el mundo en muchos ámbitos, de manera que puedas comunicarte mejor y siempre manejando temas con mucha propiedad.
No significa que tienes que saberlo todo pero hoy en día tenemos una gran ventaja que es la existencia de las redes sociales que nos permite mantenernos actualizados.
Por lo tanto podrías iniciar una conversación hablando de algún tema actual en particular y de ahí en adelante, generar un rato ameno mientras quizá esperas el autobús por ejemplo.
3. Eleva tu autoestima
Para cualquier situación de la vida es fundamental que fortalezcamos nuestra autoestima, aprendamos a valorarnos y a tener amor propio.
Una persona segura de sí misma, no solo será capaz de hacer buenas relaciones humanas sino además tendrá el suficiente valor propio para que opiniones ajenas no le afecten.
De manera que alguien cuyo lenguaje verbal y corporal exprese una autoestima elevada, será una persona socialmente aceptada y con la que se puede establecer una excelente relación social.
4. Sonríe siempre
¿A quién no le agrada una sonrisa? Y es que sonreír es quizá una de las mejores cualidades de las personas.
Alguien que sonríe, transmitirá alegría y sensación de gratitud que atrae la atención de los demás; y si otras personas tienen un mal día, probablemente tu sonrisa generará un cambio.
Una cara molesta y amarga son de los peores enemigos de la sociabilidad; si vas a una reunión o deseas conversar con alguien, has de la sonrisa tu principal presentación.
5. Desarrolla la humildad y empatía
Ser humilde y tener empatía son valores y cualidades de muchas personas que les permite ponerse en el lugar de los demás y asumir sufrimientos y dolencias ajenas como propias.
Cuando somos capaces de sentir el dolor ajeno, creamos una inmensa empatía con los demás y podemos ser unos grandes compañeros en momentos de dificultad.
Pensar en las palabras que vamos a decir, basándonos en la utilidad y el impacto que tendrán sobre otras personas, marca la diferencia entre el empático y el imprudente.
Cuando decimos cosas fuera de lugar y que sabemos que pueden herir susceptibilidades, hace que se desarrollen barreras de comunicación y limitaciones serias en la sociabilización.
6. Procura mantener contacto visual en tus conversaciones
Es muy importante mirar a los ojos a las personas con las que establecemos una conversación, pues eso transmite atención e interés en distintos temas.
Cuando hablamos con alguien y mantiene su atención sobre nosotros, nos hace sentir seguros y nos permite mantener una estrecha relación.
Sin embargo el contacto visual debe ser ligero, es decir, debemos evitar que sea muy intenso para que no termine siendo abrumador.
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