Dentro del repertorio emocional de cada persona, la ira es una de las principales integrantes y es capaz de manifestarse desde edades muy tempranas.
¿Qué es la Ira?
La ira es una emoción que se puede vivir de manera intensa en algunas personas y sin ningún tipo de restricciones, esto puede causar serios daños en sí mismo o en otros.
Reprimirla completamente negando su aparición o tratando de minimizar tampoco es la solución pues de alguna u otra manera se manifestará en la persona.
Hay quienes van guardando una a una sus rabias, como si fueran facturas por cobrar, hasta que un día explotan peligrosamente y la deuda se vuelve desproporcionada.
Otros ante la mínima provocación estallan al punto que quienes están a su alrededor viven con el temor y la culpa de provocarle un nuevo sobresalto.
Todos estos son ejemplos poco saludables de cómo reaccionar cuando se siente alguna molestia, independientemente de la causa.
Si has tenido problemas para expresar tu ira o conoces a alguien en esta situación, presta atención a las siguientes recomendaciones.
Aprende a Controlar la Ira
1. Tiempo Fuera
Si al invadirte la ira sueles decir cosas hirientes o actuar de manera impulsiva, está atento a tu reacción y detente antes de hacerlo.
Tómate un tiempo, respira y procura poner tu mente en blanco antes de hacer algo de lo que más adelante te vas a arrepentir.
2. Conoce tus Límites
Si eres una persona reactiva debes aprender a reconocer las señales que te hacen actuar de forma impulsiva y descontrolada.
Algunas personas reportan que sus pulsaciones comienzan a acelerarse, puede haber sudoración, sensación de un intenso calor, enrojecimiento de la piel, entre otras señales.
Esto te permitirá alejarte de la situación antes de que sea tarde, y así poder tomar un tiempo fuera hasta recuperar el equilibrio mental.
3. Busca alternativas para la Ira
Una vez has disminuido la intensidad de la emoción, ésta no se va a eliminar, su energía por así decirlo, permanece dentro de ti.
Es por esto que debes buscar una manera más adecuada de expresar tu molestia y así evitar al mismo tiempo una acumulación que luego sea más difícil de detener.
Utilizar la palabra hablada es el camino más directo y eficaz para hacerlo, sin embargo no todo el mundo logra o tiene la oportunidad de expresar su rabia de esta forma.
Si es tu caso puedes optar por escribir lo que estás sintiendo, o inclusive dibujar es un canal de expresión que puede ayudarte.
4. Explora Dentro de Ti
Encontrar la forma de expresar tu rabia de forma adecuada es también la oportunidad de evaluar qué hay detrás de esa rabia y por qué esa situación te ha hecho sentir así.
Identificar el origen de la ira puede ayudarte a manejarla y controlarla de una manera más efectiva.
5. Cuida de Ti
Eres el único responsable de tu propio bienestar, no pongas en manos de otros tu salud emocional ni tu estabilidad.
Aprender a gestionar las emociones es fundamental para nuestro autocuidado y para mantener relaciones adecuadas con los demás.
Reconocer nuestros estados emocionales y saber cómo expresar las emociones te permitirá hacer más llevadera la cotidianidad.
Experimentar continuamente rabia o ira incontrolada afecta nuestra salud y tiene una relación directa con enfermedades coronarias entre otras.
6. Incorpora Hábitos Saludables
El sueño y la alimentación son necesidades básicas que deben estar cubiertas de forma óptima pues tienen un impacto directo en nuestro estado de ánimo.
Una persona que se siente continuamente agotada y con falta de energía es más vulnerable a permanecer irritable y a reaccionar de forma negativa ante las circunstancias.
Practicar regularmente ejercicio es también una forma de liberar el estrés y las cargas de las actividades rutinarias.
Al activar nuestro organismo existe una mayor tendencia a mantener un buen humor y mejorar nuestra actitud ante cualquier circunstancia.
7. Busca Ayuda Profesional
Ser explosivos ante la manifestación de la ira no es juego, en realidad muchas personas lamentablemente viven hoy en día terribles consecuencias por un arrebato de rabia.
La tendencia a mostrarse iracundo ha traído para algunos más que la pérdida de una amistad o un simple mal rato.
Hay quienes lamentablemente por no haber logrado a tiempo frenar sus impulsos y gestionar su rabia en un momento dado, hoy se encuentran tras las rejas o quizás hasta en peores circunstancias.
Si has sentido que se te hace muy difícil poder manejar por ti mismo la ira que puedas sentir no dudes en buscar apoyo en un profesional calificado.
De esta manera podrás obtener las herramientas adecuadas para manejar estas emociones y además tener la oportunidad de obtener un aprendizaje de ti mismo.
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