Cuando hablamos de comportamiento humano nos referimos a la parte observable e incluso medible de la persona.
Es un conjunto de respuestas, acciones o formas de proceder en el medio, así como también de relacionarse con los demás.
No podemos asumir una única variable como determinante de nuestra conducta, pues somos seres complejos por lo que es necesario explorar y evaluar qué puede estar teniendo más peso a la hora de manifestarse determinada conducta.
Existen variadas teorías que buscan explicar el comportamiento humano, desde visiones más enfocadas a la parte biológica como aquellas que se inclinan por temas de motivación y realización del ser humano.
Describiremos a continuación cinco factores más resaltantes como determinantes del comportamiento en las personas.
1. Factores Biológicos
Evidentemente no podemos dejar a un lado nuestro propio organismo, lo que sentimos en nuestro cuerpo y las necesidades básicas que requiere muchas veces son el impulso de la conducta.
Además existen órganos que tienen una influencia directa en la forma cómo actuamos.
Estructuras específicas del cerebro están relacionadas por ejemplo con la capacidad de autocontrol, la adquisición de lenguaje o los movimientos del cuerpo.
Cuando el organismo no se encuentra en óptimas condiciones se va a reflejar indudablemente en nuestro comportamiento.
2. Factores Ambientales
El medio que nos rodea tiene igualmente un impacto significativo en nuestra conducta.
Las normas sociales se van instalando en nuestro ser y van marcando la pauta de cómo debemos o no actuar.
De la misma forma las tradiciones y los aspectos culturales tienen un gran peso sobre nuestra conducta.
Si contrastamos personas provenientes de una región asiática por ejemplo con alguien de occidente, serán evidentes las diferencias a nivel conductual.
Aunque puedan existir puntos de encuentro, la cultura va a marcar la manera cómo se establecen las relaciones con otras personas y cuáles son los comportamientos socialmente aceptados.
3. Pensamientos y Conducta
Los pensamientos se refieren a la organización mental que hace cada persona incluyendo la información recibida del exterior según su propia percepción, las experiencias previas e incluso las emociones que genera.
Cada acción nace primero en un pensamiento, aunque muchas veces es un proceso tan rápido que no somos conscientes de estos pasos.
De allí que el contenido de nuestros pensamientos pueda determinar nuestro comportamiento, convirtiéndose muchas veces en el timón que lo dirige.
Podemos mentalmente planificar los pasos que vamos a dar o imaginarnos cómo actuar en un momento dado.
Por esto es tan importante estar alerta del tipo de contenido que se encuentra en nuestros pensamientos.
Si nuestros pensamientos son de tipo negativo, pesimistas o derrotistas es posible que nuestra conducta se bloquee.
Cuando una persona alberga pensamientos de desconfianza continuamente, su actitud y conducta pueden ser hostiles e incluso agresivas.
Cuidar lo que pensamos es muy importante para nuestro bienestar pues el comportamiento será el reflejo de lo que pensamos.
4. Las Emociones
Otro factor importante en el comportamiento tiene que ver con el mundo emocional y como pueden los sentimientos detonar o inhibir una acción.
El mecanismo de la conducta es una cadena que se inicia con un pensamiento el cual va a generar una emoción y de allí una acción.
Veámoslo de la siguiente forma, una persona puede pensar “yo puedo lograrlo”, esto genera una emoción positiva como entusiasmo y luego se genera la acción del esfuerzo por lograrlo.
También puede ocurrir que motivado a un arrebato emocional se despliegue una conducta impulsiva que traiga consecuencias perjudiciales.
Ocurre frecuentemente en la vida de pareja, donde las emociones muchas veces toman el control de la dinámica conductual entre ambos.
Cuando el comportamiento de una persona está altamente influenciado por las emociones es importante aprender a establecer un filtro previo a la acción.
Aprendiendo a hacer una pausa y a cuestionar sus propias ideas antes de actuar puede ayudarle a disminuir las acciones impulsivas evitando posibles consecuencias negativas.
5. La Personalidad
Finalmente, el comportamiento humano va a estar marcado también por los rasgos de personalidad que tangan mayor presencia.
Si los rasgos de personalidad se inclinan hacia el comportamiento extrovertido o introvertido esto se reflejará seguramente en sus actitudes cotidianas.
La personalidad es su vez una suma de varios elementos donde se conjugan el temperamento y el carácter.
El temperamento es el elemento congénito, es decir, algo con lo que se nace, que puede estar determinado por varios factores incluyendo la herencia.
Mientras que el carácter se va forjando a medida que el niño se desarrolla a través de las experiencias que tiene.
La suma de todo esto va construyendo los rasgos de personalidad que vienen siendo como piezas de un gran rompecabezas.
Las conductas desplegadas van a corresponder en gran medida a los rasgos de personalidad que se hayan instalado.
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