Probablemente alguna vez te has preguntado cómo ser mejor persona, especialmente cuando se presentan circunstancias en nuestra vida que nos inspiran a hacer cambios.
Existen oportunidades en el calendario que pueden servirnos de excusa para renovarnos y poder llevar a cabo esas acciones que nos permitan ser mejores cada día.
Un nuevo cumpleaños, el inicio del año, un cambio de trabajo, cerrar algún ciclo o finalizar una relación de pareja, pueden ser un momento justo para comenzar un proceso de transformación.
¿Cómo ser mejor persona?: 7 pasos a seguir
Las transformaciones, sin embargo, no son de la noche a la mañana, requiere seguir unos pasos, una secuencia ordenada, para que sean realmente duraderos y permanentes en el tiempo.
La clave, como muchas cosas en la vida, es partir del reconocer y de la determinación y constancia que mantengas en el camino.
1. Autoexaminate
El inicio para poder hacer algún cambio, es reconocer que es necesario hacerlo, y para ello en primer lugar se debe hacer una evaluación, identificando lo que pudiera ser modificado.
Reflexionar sobre sí mismo no es una tarea fácil, pues nuestros mecanismos de defensa van a tender a bloquearnos para no ver aquello que quizás resulte doloroso o incómodo.
Es por esta razón que muchas veces es más sencillo ver los defectos en los demás en lugar de reconocer las propias faltas, pero eso es precisamente lo que no nos permite avanzar.
Preguntar a personas cercanas cómo nos ven, y que nos den una opinión honesta, nos puede dar señales de cuáles deberían ser los puntos a corregir en nosotros.
2. Identifica tus debilidades
Luego de un proceso de autoexamen, es posible identificar cuáles son las debilidades, es decir, esos aspectos que requieren ser mejorados.
Una forma de lograrlo puede ser meditando sobre aquellas áreas en las cuales no nos sentimos satisfechos, o en las que hemos presentado mayor conflicto o dificultad.
Si estás cansado de los mismos resultados, es necesario hacer cosas diferentes y corregir aquello que no está fluyendo de manera correcta.
Puede ser la manera de relacionarte con los demás, la organización del tiempo, la necesidad de alcanzar un logro en tu profesión o lo que está deteniéndote para ir por más.
3. Identifica tus fortalezas
De igual forma, es necesario hacer el mismo proceso con las fortalezas, pues muchas veces las pasamos por alto y no nos ocupamos en nutrirlas y hacerlas aún más fuertes.
Una fortaleza puede ser aquella habilidad o capacidad que tienes y permite el poder hacer algo con facilidad y sin mucho esfuerzo.
Es algo que sale de manera natural, y que generalmente quienes están alrededor pueden identificar en ti claramente.
Una vez que has identificado tus fortalezas es hora de pulirlas y seguir creciendo en aquello para lo cual tienes talento.
4. Adopta un hábito positivo
Si tienes tiempo pensando en hacer algo por tu cuerpo, por tu salud o por tu mente, es necesario determinarse y comenzar.
Para instalar un nuevo hábito los expertos aseguran que esta nueva acción debe repetirse de manera continua durante al menos 21 días.
Sin embargo, no significa que renuncies si no lo logras en ese tiempo, continúa aun cuando puedas tener momentos de flaqueza.
5. Aprende algo nuevo
Todos los días se aprende algo nuevo, dice un dicho popular, y en nuestro mundo tecnológico e interconectado de hoy esta verdad es aún más palpable.
Las opciones son casi infinitas, incluso si no cuentas con mucho dinero por el momento, existen innumerables plataformas que ofrecen todo tipo de cursos y capacitaciones en diversas áreas.
Piensa en aquello que siempre quisiste aprender y organiza tu tiempo para empezar, verás como el aprendizaje de cosas nuevas ampliará tu visión.
6. Haz algo por alguien
Tender una mano a alguien cuando lo necesita es una de las acciones que mayor satisfacción genera, y aunque no vaya acompañado de un aplauso, esa sensación de hacer lo correcto será la mayor recompensa.
No dudes en hacer un favor cuando esté en tus posibilidades hacerlo, para eso no tienes que contar con millones, a veces incluso una simple sonrisa puede cambiarle el día a una persona.
7. Presta atención a tu actitud
No podemos elegir las situaciones que nos pasan, pero sí la actitud que demostramos ante ellas, esta es una de las premisas del pensamiento de Viktor Frankl.
Definitivamente, la actitud marca la diferencia y puede hacer que una misma circunstancia sea experimentada de distintas maneras.
Lo que para algunos puede ser la peor de las crisis, para otros se convierte en la mejor de las oportunidades, y eso depende de la manera cómo eliges vivirlo.
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