Uno de los problemas de salud mental más comunes a nivel mundial son los trastornos de ansiedad.
Solo en Estados Unidos, según cifras oficiales, cuarenta millones de adultos son atendidos cada año por afecciones de este tipo.
¿Qué es un Ataque de Ansiedad?
La ansiedad es un estado emocional común que suele presentarse ante diversas situaciones estresantes transitorias.
Sin embrago, cuando sus síntomas se mantienen por más de seis meses, causando además importante malestar psicológico e incluso entorpeciendo el ritmo de la vida cotidiana, se trataría entonces de un trastorno.
Dentro de los trastornos de ansiedad se encuentran los ataques de ansiedad o ataques de pánico.
Cómo se puede intuir por su nombre, es una crisis momentánea pero intensa y que puede ser recurrente.
Los pacientes que han experimentado este tipo de situaciones expresan luego un gran temor a que se repita, elevando aún más el nivel de ansiedad.
Una de las cosas que más miedo les causa es la sensación de no poder controlarlo y lo inesperado que puede ser.
Síntomas
La experiencia es tal cual un momento de pánico o de terror que afecta el ritmo cardíaco, la respiración se acelera, puede haber mareos y desmayos, con la seguridad de que se está a punto de morir.
Otros síntomas son adormecimientos de las manos, nauseas, dolor en el pecho, sudoración, por lo que suele pensarse que se trata de un infarto.
Algunos comienzan a experimentar una sensación de pérdida de la realidad que les hace creer además estar enloqueciendo.
Su momento y lugar de aparición es impredecible y puede tener un tiempo de duración aproximada de entre 10 a 20 minutos.
Es posible que quien haya sufrido un ataque de ansiedad comience a evitar ir a lugares similares a donde haya ocurrido el episodio, por ejemplo si tuvo la crisis dentro de un ascensor luego es común querer evitar usarlos de nuevo.
Sin embargo, el lugar no necesariamente tiene relación con la aparición del ataque de ansiedad por lo que si no recibe atención puede terminar aislándose e incapacitándose para desenvolverse normalmente.
Lamentablemente muchas personas acuden a las salas de emergencia médicas pero no suelen buscar la atención especializada adecuada para este trastorno durante mucho tiempo.
Es frecuente igualmente que los trastornos de ansiedad estén acompañados de otras enfermedades como la depresión o las adicciones.
Tratamiento para los Ataques de Ansiedad
En estos casos lo más indicado es acudir a consulta psiquiátrica y psicológica.
Antes de iniciar el tratamiento se debe realizar una exhaustiva exploración y evaluación para determinar qué efectivamente no hay elementos orgánicos que expliquen los síntomas.
El psiquiatra seguramente indicará medicación para disminuir los niveles de ansiedad cómo los ansiolíticos.
Es muy importante que la medicación indicada sea respetada en cuanto a su dosis y frecuencia pues sólo así se podrá garantizar un resultado favorable.
La medicación no debe ser interrumpida de forma abrupta, siempre se deben seguir los tiempos indicados por el especialista.
Igualmente se le deben informar al paciente los posibles efectos secundarios de la medicación.
Mientras en la terapia psicológica se puede por una parte obtener herramientas para aprender a controlar la ansiedad así como también es una oportunidad para identificar el origen psicológico de ésta.
Otras técnicas utilizadas son la respiración diafragmática que ayuda al paciente a regularizar su propia respiración y recuperar el ritmo cardíaco.
Igualmente técnicas de relajación y meditación han demostrado su efectividad en estos casos.
Otras medidas que contribuyen en la mejoría para estos casos son la reducción de los niveles de estrés, cambios en los hábitos de alimentación y sueño y la práctica regular de alguna actividad física.