Seguidamente se presentan una serie de ejemplos de ansiedad generalizada. Uno de los trastornos que más afecta la salud mental a nivel mundial, deteriorando la calidad de vida de millones de personas.
La ansiedad patológica es capaz de envolver a una persona al punto de incapacitarle, impidiendo su plena adaptación, establecimiento de vínculos e inclusive disminuye su capacidad de ser productivo.
Angustia y ansiedad
La ansiedad y la angustia son términos relacionados en la psicología, en ambos casos se refieren a estados emocionales marcados por un exceso de preocupación.
Este estado es capaz de desbordar emocionalmente a la persona que lo experimenta manifestando diversos síntomas en los cuales se puede ver reflejado las condiciones de su ser interior.
Si bien la ansiedad es una emoción que en bajos niveles puede ser adaptativa, pues permite activar un estado de alerta necesario para la supervivencia, en exceso afecta negativamente la salud.
Además, la exposición continua a la angustia y ansiedad provoca en el cerebro un envejecimiento de sus células, acelerando el deterioro de las funciones cognitivas.
Trastorno de ansiedad generalizada
Dentro de los trastornos de ansiedad se identifican diferentes tipos, de acuerdo a la sintomatología que esté presente, tanto aquellos síntomas reportados por el paciente como los signos observables.
En el caso del trastorno de ansiedad generalizada el diagnóstico tiene la complejidad añadida por ser experiencias que se pueden tornar difusas y muchas veces pueden ser pasadas por alto.
Además, es posible que no exista un único detonante que explique la presencia de la ansiedad, sino que múltiples circunstancias pueden provocarla aun cuando no parezca justificable para esa situación.
Ejemplos de ansiedad generalizada
1. Preocupación excesiva
La ansiedad en general se caracteriza por la presencia de continua preocupación, y en el caso de este trastorno en específico, puede manifestarse de una forma difusa.
Esto quiere decir que se manifiesta ante circunstancias determinadas, como tener un examen o una entrevista de trabajo, pero también en general sobre el futuro o el tener que salir a la calle.
Muchas veces no existen justificaciones ante este temor, la ansiedad se va abriendo paso en la persona y poco a poco toma el control de sus pensamientos.
2. Dificultad para controlar los pensamientos
No basta con decirle a una persona ansiosa que deje de preocuparse, es algo que pareciera no poder evitar y muchas veces va a requerir un tratamiento especializado para poder lograrlo.
3. Inquietud constante
Una persona ansiosa difícilmente puede permanecer en estado de reposo, no pueden evitar ocuparse en alguna actividad de manera constante.
Esto a su vez les ayuda a evitar sus propios pensamientos que a la vez alimentan aún más la ansiedad que pueda estar presente.
4. Sensación de fatiga
El estilo de vida del ansioso es agotador, y esto se refleja en el cuerpo, por lo que continuamente se sienten cansados y fatigados, aún después de dormir o hacer una pausa.
5. Dificultad para concentrarse
Los pensamientos en el ansioso no se detienen, y la constante búsqueda de mantenerse ocupado, quizás haciendo multitareas, los lleva a no lograr concentrarse adecuadamente en una actividad.
6. Irritabilidad
Otra forma en la que la ansiedad se manifiesta es a través del estado de ánimo, especialmente la tendencia a mostrarse irritable notándose reactivo ante inclusive situaciones menores que le puedan molestar.
7. Dificultad para relajarse
El cuerpo y la mente están conectados y lo ocurra en uno afecta a su contraparte, es por esto que la ansiedad también se puede hacer manifiesta especialmente a través de estados de tensión.
Esto conlleva a una dificultad para poder desconectarse de las preocupaciones y lograr un estado de relajación adecuado, así como un descanso satisfactorio.
8. Alteraciones en el sueño
La angustia puede afectar el sueño de diferentes maneras, por ejemplo, provocando insomnio, es decir, dificultades para conciliar el sueño.
Por otra parte, puede ocurrir el efecto contrario, un sueño excesivo que le ayuda también al ansioso a escapar de su propia realidad.
9. Deterioro significativo
Una persona con trastorno de ansiedad generalizado es muy probable que denote un deterioro en su vida de manera significativa en todas sus áreas.
Por una parte, sus pensamientos ansiosos y temerosos pueden tener un impacto en la manera de relacionarse socialmente y tener dificultades en este sentido.
Igualmente, en el aspecto laboral, muchas veces la persona queda incapacitada para cumplir sus funciones de manera óptima.
Y en general, es posible que el ansioso tienda a aislarse o a tener dificultades para realizar las actividades cotidianas de forma independiente y autónoma.
10. Síntomas físicos
La ansiedad y la angustia se manifiestan en el cuerpo de distintas formas, por ejemplo, presentando temblores, aceleración en el ritmo cardíaco, palpitaciones y sudoración excesiva.
También pueden ser constantes los dolores de cabeza, la presencia de tensión muscular en diferentes partes del cuerpo y los problemas gastrointestinales.
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