Los miedos son evolutivos, quiere decir que es esperable que se presenten y se modifiquen de una etapa del crecimiento a la otra. El miedo a la oscuridad es uno de los más comunes, hoy te explicamos como hacer que lo superen tus hijos.
El Miedo en los Niños
Algunos tipos de miedos van desapareciendo a medida que el niño crece, otros permanecen, eso va a depender de las experiencias que se vayan teniendo.
A partir de la etapa preescolar se activa la imaginación lo que produce la aparición de otros miedos relacionados con la oscuridad, como monstruos, fantasmas y demás seres imaginarios.
Este tipo de miedo igualmente debería desaparecer sin más, sin embargo en algunas personas permanece hasta la adultez.
Causas de los Miedos en el Niño
Aun cuando el miedo es evolutivo e inevitable, existen factores que pueden detonar su aparición, duración e intensidad.
a. El Ambiente Familiar
es posible que los miedos de los padres se transmitan a los hijos.
Esto resulta como una tendencia en los niños a imitar la conducta como forma de aprendizaje.
b. Información del Entorno
También hay que considerar la información que el niño ha recibido sobre esa situación o elemento que le genera miedo a la oscuridad.
c. Control Parental
En ocasiones los padres utilizan el miedo como forma de control, bien sea para alertarlos de potenciales peligros o simplemente para eliminar alguna conducta disruptiva.
d. Aprendizaje
Otra causa es el aprendizaje directo cuando el niño tiene alguna experiencia con un elemento dañino, como una mordedura de perro por ejemplo.
f. Medios de Comunicación
Igualmente la exposición a contenidos inadecuados en los medios de comunicación, bien sea noticias trágicas, películas de terror o cualquier programa o imagen de contenido violento.
Recomendaciones Para los Padres
- Muestre tranquilidad: como se mencionó anteriormente, los padres son los principales modelos de conducta, por lo que la manera como usted maneje la situación será interiorizada por su hijo.
- Evite demostrar angustia o excesiva preocupación ante la situación ya que esto genera mayor tensión.
- No obligue al niño a enfrentar el temor: recuerde que aunque las razones que el niño de para temer a la oscuridad pueden resultar absurdas, para él no lo son.
- Lo ideal es realizar aproximaciones sucesivas, por ejemplo ir atenuando la luz hasta la completa oscuridad.
- Se le puede explicar con tranquilidad como los mismos objetos que están con la luz encendida permanecen aun cuando esté apagada, e ir poco a poco desmontando los temores que él manifieste.
- Evite burlarse o ridiculizar al niño: comentarios como ya eres grande o no seas tonto, inhiben la comunicación en el niño y disminuyen la confianza para expresar sus preocupaciones a futuro.
- De la misma manera no tiene ningún efecto los castigos ni las comparaciones con otros niños.
- Brinde herramientas de relajación: puede enseñarle a respirar profundamente para controlar el temor, dándole alguna instrucción que pueda repetir mentalmente cuando tenga que enfrentarse a la oscuridad.
- Establece una rutina antes de dormir: si el temor a la oscuridad está interfiriendo con el sueño, ayúdale estableciendo una rutina que le permita sentirse confiado y relajado antes de dormir.
- Leer un cuento juntos, hacer una oración, conversar sobre lo aprendido durante el día; pueden ser algunas opciones para ayudarle a sentirse más tranquilo durante la noche.
- Evita alimentos o sustancias estimulantes antes de dormir: el chocolate, refrescos, especialmente los negros, o alimentos con alta carga de azúcar tienen a activar el sistema nervioso central pudiendo generar inquietud y ansiedad.
Procura por el contrario darle una bebida caliente como leche tibia que le permitirá relajar su cuerpo y prepararse para el descanso.
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