Mi hijo miente ¿Qué hago?. Si este es el caso, este articulo es ideal para ti.
Cuando una persona nos miente podemos sentirnos de muchas maneras, tristes, confundidos, molestos, defraudados, o quizás hasta humillados.
La manera cómo nos relacionamos con esa persona mentirosa puede cambiar para siempre, dependiendo de las circunstancias.
Cuando la mentira viene de un ser querido, y especialmente de los hijos, puede ser una situación aún más compleja.
No podemos sencillamente darle la espalda y no confiar de nuevo, pues es una relación que no se puede desechar así nada más.
Transmitir a nuestros hijos el valor de la honestidad y poder establecer con ellos relaciones verdaderamente sólidas y confiables es un paso ineludible en el proceso de crianza.
Muchas veces sin embargo no es sencillo reconocer o darnos cuenta que nos están mintiendo, en parte porque no es fácil aceptar que puedan hacer eso a sus padres.
La mentira y la forma de mentir también van a depender de la edad y del momento evolutivo en el que se encuentra.
Algunos autores afirman que los niños no mienten de manera intencionada sino hasta después de los 8 años, otros aseguran que pueden mentir desde los 3 años.
Estas primeras etapas del desarrollo pueden resultar complejas por el hecho de que la fantasía y la imaginación están muy presentes en el niño.
Esto puede hacer que confunda lo que es real y lo que no es real, y que pueda hacer distorsiones o modificaciones a los hechos pero sin que su intención sea mentir.
¿Por qué Mienten los Niños?
Las razones por las cuales un niño puede optar por decir una mentira son variables, dependen de la edad, del contexto, e incluso de elementos culturales.
En primer lugar tenemos el ejemplo, cuando un niño observa que los adultos a su alrededor utilizan las mentiras como método usual con un fin determinado, es muy probable que ellos también lo empleen.
Otra razón puede ser por temor a enfrentar las consecuencias de sus actos, bien sea porque esto implicaría un castigo severo o simplemente por no querer ser descubierto.
Los factores culturales también tienen su peso en este tipo de conductas, cómo se percibe la mentira a nivel social va a influir en el uso frecuente o no de ellas.
¿Cómo Saber si mi Hijo Miente?
Si bien no existe un manual exacto para detectar las mentiras de nuestros hijos, describiremos algunas claves que te pueden orientar.
Sin embargo es importante resaltar que cada padre conoce la conducta de su hijo, y puede darse cuenta cuando alguna actitud o conducta es inusual.
1. Lenguaje Corporal
Los movimientos, inquietud en las manos u otra parte del cuerpo, no lograr fijar contacto visual, son algunas señales de que se está diciendo una mentira.
En general, se observa intranquilo especialmente si se le comienza a cuestionar sobre el asunto que busca encubrir.
En los niños más ansiosos puede haber sudoración, temblor, tartamudeo, incluso hasta risas nerviosas.
2. Discurso
En los niños suelen haber claras contradicciones en la versión que ofrecen, suelen hacer pausas precisamente mientras elaboran el relato en el pensamiento.
Los niños más grandes o adolescentes es posible que logren ser más fluidos en su discurso, aun así es importante notar incongruencias o cambios en el relato ofrecido.
3. Evidencias
Una manera de confrontarlo con la realidad es buscando la evidencia, es decir, si por ejemplo le hemos pedido hacer algo y dice haberlo hecho cuando no es así.
Es importante presentarle la evidencia de su falta y aprovechar la oportunidad para dejarle claro que su conducta de mentir es inaceptable.
4. Comunicación con la Escuela
Siempre es importante mantener comunicación constante con la escuela de nuestros hijos, sus maestros u otras personas que formen parte de la comunidad escolar.
De esta manera podemos verificar la información que recibimos de nuestros hijos, bien sea sobre su rendimiento académico u otras situaciones que puedan presentarse.
5. Comunicación en la Familia
Del mismo modo debe ocurrir entre los miembros de la familia, que todos manejen la misma información sobre el niño puede permitir identificar alguna mentira de su parte.
6. Hazle Preguntas Directas de Manera Tranquila
Puedes utilizar frases como ¿estás seguro? ¿realmente fue así?, de manera pausada, sin alterarse, para darle la oportunidad de rectificar en caso de estar mintiendo.
7. Alerta a los Secretos
Si tienes la sospecha de que algo grave está ocurriendo y no confías en la veracidad de las palabras de tu hijo, puede ser necesario hacer una indagación más profunda bien sea entre sus pertenencias, redes sociales, u otras objetos más personales.
De esta manera podrás comprobar si tu hijo miente o no y evitarás que se exponga a situaciones de riesgo si es el caso.
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