Como padres nos podemos encontrar continuamente en una situación de bastante presión durante el proceso de crianza de nuestros hijos, por lo que no es de extrañar que perdamos la paciencia de vez en cuando.
Nuestras Reacciones Impactan a Nuestros Hijos
La manera cómo reaccionamos ante este tipo de presiones tiene un impacto directo en el desarrollo de los niños.
Por lo que si continuamente nos mostramos alterados, enojados, explosivos, especialmente ante la conducta que demuestran, le estamos enseñando a responder de la misma manera a las presiones externas.
Sin contar además el daño que podemos hacerle a su autoestima y confianza así como la cantidad de sentimientos que pudiesen estar generando dentro de ellos.
Recuerda que los adultos alrededor del niño son los principales modelos de conducta, el ejemplo tiene más impacto que las palabras que puedas decirle.
¿Cómo Alimentar tu Paciencia?
Si te sientes reflejado ante esta situación y quieres mejorar la relación con tus hijos acá te dejamos algunos consejos prácticos para ayudarte en tu día a día:
1. Respira
Sí, tan básico como eso; cuando respiramos de forma consciente nuestro cerebro se oxigena mejor, ponemos nuestra mente en calma y eso nos permite pensar con mayor claridad.
Cuando te encuentres en una situación inquietante con tus hijos, apártate y toma algunas inhalaciones profunda y lentamente.
Procura que al respirar tu estómago se infle como un balón, repite al menos tres veces o hasta que sientas más tranquilidad.
Luego aborda la situación con tus hijos y toma las medidas que creas adecuadas.
2. ¡Cuídate!
Como padres tenemos la responsabilidad de velar por nuestra salud tanto física como mental, pues para poder cuidar de otros debemos primero cuidar de nosotros mismos.
Así como cuando vamos en un vuelo y las aeromozas dan las instrucciones para casos de emergencia, haciendo énfasis en que el adulto se coloque primero la mascarilla de oxígeno antes de ayudar al niño.
De la misma manera debemos en la vida diaria colocarnos la mascarilla de oxígeno primero nosotros, los adultos.
Esa mascarilla puede ser algún hobby, una salida al cine, un paseo con amigos o una salida con tu pareja.
Haz un tiempo para cuidarte y desconectarte de las presiones cotidianas.
3. Revisa tus Expectativas
¿Qué es lo que esperas de tus hijos? ¿cómo quisieras que fuera su conducta? ¿es conforme esa expectativa con la edad del niño? ¿cuál es la verdadera razón detrás de esas expectativas?
Algunas veces exigimos a nuestros hijos cosas que simplemente no nos pueden dar, bien sea porque está muy pequeño para eso, o sencillamente no tiene esas habilidades o requiere apoyo.
Otras veces queremos cumplir a través de ellos cosas que no hemos podido lograr así que empezamos a imponer nuestras ideas por encima de sus propios intereses.
Si tienes algún sueño pendiente, nunca es tarde para desempolvarlos y hacerlos realidad.
4. Ponte en su Lugar
Los niños están en un camino de aprendizaje, de ensayo y error, las experiencias les permiten adquirir conocimientos y mejorar sus habilidades.
Pretender que nunca se equivoquen y sean perfectos es simplemente imposible.
Se empático con ellos, de la misma manera que nosotros podemos tener un mal día en la oficina ellos también pueden pasar malos momentos.
La diferencia es que en ellos los sentimientos son más difusos y difíciles de identificar por lo que se manifiestan a través de pataletas, llanto o agresividad.
5. Apóyate en Otros
Si vives en pareja lo ideal es que la crianza y los cuidados de los niños sea una carga dividida, ambos pueden ponerse de acuerdo en cómo realizar esto para que ninguno tenga más presión de lo saludable.
Si has asumido este rol en solitario, apóyate en otras personas eventualmente. Permitir que otros te ayuden no es signo de debilidad sino de sabiduría.
6. Comparte con Otros Padres
Conocer la experiencia de otras mamás y papás es invaluable, son recomendaciones de primera mano y que seguramente han sido puestas en práctica.
Puedes participar en clubes de crianza, grupos de apoyo o simplemente conversando en el parque, intercambiando tips o ¡solo desahogándose!.
7. Sentido del Humor
El humor es una gran herramienta para sobrellevar situaciones de alto nivel de estrés.
Reírse un poco de la caótica e imperfecta vida con nuestros hijos aligera estas experiencias y llena de nostálgicos recuerdos nuestra memoria.
Recuerda este tiempo pasará, las paredes se pueden volver a pintar, el desorden un día ya no estará y el silencio prevalecerá sin darnos cuenta.
Y si sientes que estas recomendaciones no son suficientes y se te hace muy difícil controlar tus reacciones no dudes en buscar ayuda profesional.
¿Te pareció útil este Tema? ¡Valóralo!