Hoy hablaremos de la empatía en los niños, una habilidad muy necesaria socialmente
Ser empáticos significa poder ponerse en los zapatos de otra persona, intentar comprender lo que otros puedan pensar o sentir en determinada situación.
Esto no significa cambiar nuestras ideas, pensamientos o valores para agradar a otro o por evitar ofenderlo. Lo que se busca es comprender su perspectiva ante las circunstancias y así poder tener una mirada más compasiva.
La Empatía en los Niños
Esta capacidad no es algo innato, debe ser aprendida especialmente en el hogar ya que es el lugar donde el niño se desarrolla y transcurre gran parte de su tiempo.
De igual forma debería ser reforzada en la escuela donde se suelen presentar numerosos casos de bullying, los niños empáticos muestran mayor respeto por los demás.
Cabe destacar que muchas veces se confunde el ser empático con la simpatía, la principal diferencia radica en la intención de conectar emocionalmente con la otra persona.
Una persona que solo ofrece simpatía dirá apenas unas palabras que intentan ser un consuelo, pero no hará el esfuerzo por entender cómo se puede estar sintiendo la otra persona.
Además es más probable que una persona empática pase a la acción buscando una manera de tender la mano a otra persona, mientras el que siente simpatía se limitará a observar la situación de lejos.
¿Cómo Ayudar a los Niños a ser Empáticos?
a. Enseñarlos a Identificar sus Emociones
Tener empatía requiere desarrollar inteligencia emocional, esto implica aprender a reconocer primero las propias emociones antes de poder identificarlas en otros.
Para lograr esto es importante que desde muy pequeños se les hable a los niños sobre las emociones.
Se puede aprovechar cada oportunidad cuando manifieste algún sentimiento para conversar al respecto.
Por ejemplo, se observa muy feliz pues acaba de recibir una sorpresa agradable, se le puede explicar que lo que está sintiendo se llama alegría.
De la misma manera se puede hacer con otras emociones como tristeza, miedo o ira, así podrá además aprender a cómo responder cuando se presenten.
Háblale de las emociones desde muy pequeño, aun cuando parezca no entenderlo, de esta forma le pondrá palabras a eso que muchas veces inclusive de adultos no sabemos cómo nombrar.
b. Fomentar la Empatía Desde el Juego
Otras alternativas ideales para aprender sobre empatía es a través de los juegos, simular situaciones, juegos de roles, o alguna otra interacción que permita salir a flote el tema emocional.
A través del juego los niños logran expresarse de manera más fácil pues es una técnica menos invasiva y resulta más natural para ellos.
c. La Empatía y la Literatura
La literatura infantil cuenta con numerosos recursos que hace uso del cuento, poemas o relatos donde tienen el objetivo específico de abordar este valor.
Inclusive es posible ubicar materiales diferenciándolos por edad de manera que sean digeribles para los pequeños y que no resulten aburridos para los más grandes.
d. Atender Experiencias Negativas
Por otra parte, si el niño se ve involucrado en una situación en la cual ha afectado negativamente a otra persona es fundamental que esta situación no se deje pasar.
Se le puede abordar haciéndole reflexionar sobre tres aspectos importantes relacionados con la empatía.
Primero, hacerle preguntas sobre cómo cree que se ha sentido el compañero o la persona afectada, esto le ayudará a intentar ponerse en los zapatos del otro.
Luego se puede preguntar cómo se hubiese sentido él de haber pasado por esa misma situación.
Y finalmente se pueden identificar maneras para solucionar la situación.
e. Usar la Sensibilidad
Así mismo enseñar a los niños a ser empáticos implica transmitirles sensibilidad hacia el mundo que les rodea, incluyendo la naturaleza y los animales.
Características de los Niños Empáticos
- Un niño que es capaz de desarrollar empatía va a tener mejor disposición y rendimiento para el trabajo en equipo.
- Suelen mostrarse con mayor determinación a la hora de hacerle frente a situaciones conflictivas pues tienen una mejor gestión de las emociones.
- Tienden a ser más exitosos, pues los logros no solo dependen del nivel intelectual sino que están muy influenciados de otros elementos socioemocionales.
- Muestran mayor proactividad, son colaboradores y se adaptan con mayor facilidad a situaciones novedosas.
- Son sensibles pudiendo sentirse movilizados por cualquier situación que ocurra a su alrededor desde una perspectiva que implica involucrarse en una solución.
- En general se muestran amables, cordiales y respetuosos.
- Les gusta compartir, son menos egoístas.
- Son curiosos, denotando interés genuino por conocer más sobre algo o alguien como por ejemplo historia personal, costumbres, vivencias entre otros.
- Mantienen un estilo de comunicación asertivo, expresando sus ideas y opiniones de forma clara sin ofender a quien piense distinto.
- Logran establecer mejores relaciones sociales y vínculos significativos y profundos con los otros.
En definitiva la empatía es una habilidad necesaria para crear un mundo más llevadero, cultivarla en nuestros niños resulta vital para alcanzar cambios significativos en nuestra sociedad.
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